Querido Pedro

Pedro Sánchez, en el Congreso del Partido Socialista Europeo en Málaga.
Pedro Sánchez, en el Congreso del Partido Socialista Europeo en Málaga.

Querido Pedro:

Llevo tiempo queriendo enviarte una carta. Pero son tantos los posibles temas a tratar, tan numerosos los acontecimientos diarios desde que estás en la escena pública, que al final nunca me decido a escribirla. Porque, la verdad Pedro, es que no sabría ni por dónde empezar.

Podría escribir sobre cómo mis amigos de Extremadura, Asturias o Andalucía se sienten tratados como ciudadanos de segunda en su propio país gracias a tus pactos con catalanes y vascos. O cómo mis compañeros y familiares en Madrid de sienten poco menos que como galos en la aldea de Astérix, resistiendo como si fuesen el enemigo a pesar de vivir en la capital de España. 

Quizá podría preguntarte por las veces que aseguraste públicamente que no ibas a pactar con los herederos de ETA, para luego gobernar gracias a ellos. O con Pablo Iglesias, con el que dijiste que no dormirías tranquilo apenas horas antes de hacerle tu vicepresidente, con un abrazo que quedará para la historia de la vergüenza de la política española.

La verdad, tal vez en el momento actual debería enfocar mi carta en tu relación con los independentistas. Podríamos analizar cómo has pasado de rechazarles a indultarles… y ahora a amnistiarles. Y todo en cuestión de semanas. Todo un récord, incluso para ti, Pedro. Puigdemont y todos sus secuaces están de enhorabuena contigo.

También es posible que mi carta debiera centrarse en la vía que has abierto con el PNV para romper la caja única de las cotizaciones y de las pensiones, algo que te han reprochado hasta los sindicatos a los que das -abundantemente- de comer. O podría ahondar en cómo has entregado a la Ertzaintza competencias de la Guardia Civil en el País Vasco, de forma unilateral y dejando claro que el resto de las regiones españolas son diferentes para ti de las de tus socios de gobierno.

Recuerdo cómo disfrutaste cuando los medios estadounidenses publicaban tus fotos rodeado de guardaespaldas por Nueva York. Esos mismos medios que hoy te tachan abiertamente de mentiroso. Es lo que tiene la hemeroteca, Pedro. Que cualquiera puede consultarla.

Es tan difícil saber por dónde empezar, Pedro, que creo que mejor voy a dejar la carta para otra ocasión. Al fin y al cabo, da lo mismo. Ambos sabemos que lo que piensen los demás te trae absolutamente sin cuidado. Ni siquiera aunque lo diga el New York Times. Será la historia la que te juzgue por todo lo que estás haciendo en contra de tu país. O de lo que quede de él cuando salgas del poder.

Miguel Ángel Rodríguez Caveda es periodista, ganador de tres premios Emmy y presidente de la consultora internacional de comunicación 3AW.

 
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