El burka del covid

Las mujeres que visten habitualmente con burka, deben sentirse ahora muy acompañadas por tanta gente de todo el mundo que lleva la cara tapada con la mascarilla. Lo que era algo denigrante, el covid ha conseguido que se convierta en lo más normal, con la ayuda de tantos gobiernos que obligan a esconder el rostro, incluso cuando salimos a la calle.

Los niños de hace muchos años entendían que la gente con la cara tapada eran los malos de las películas del Oeste, mientras que John Wayne o Robert Mitchum iban siempre con la cara descubierta, 'dando la cara' como se decía de la gente valiente y decidida.

El covid, con la gestión que estamos haciendo de ese virus, está cambiando nuestro modo de presentarnos ante los demás. Si te saluda un embozado por la calle, puede que no sepas ni quién es. Respondes con un gesto amistoso, aunque no tenga mucho sentido hacerlo, si no le conoces.

Y la gente se queja de la pérdida de derechos, si te obligan a vacunarte, pero no parece que sientan lo mismo con la falta de personalidad que se percibía en las mujeres con burka y que ahora se lleva con tanta naturalidad, incluso por obligación, cuando sabemos que si guardamos las distancias y nos lavamos las manos, es prácticamente imposible que nos contagiemos, mientras que si buscamos las aglomeraciones, con o sin mascarilla, corremos grave riesgo de pillar el covid, incluso si estamos vacunados, pero hace algún tiempo.

El virus nos está cambiando la vida, más que esos burócratas que se empeñan en que los niños vayan al colegio con una sola lengua, cuando todos sabemos que eso no cambiará nuestras ganas de hablar y entenderse con los demás en varios idiomas, los que hagan falta, para compartir gustos y aficiones, con gente tan embozada como las mujeres con burka, aunque nos cueste más reconocerlos.

 
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