París recupera de manos americanas una valiosa colección de manuscritos de Napoleón

Los admiradores de Napoleón tienen una excusa más para ir a visitar estos días su tumba. En el Museo del Ejército, bajo la cúpula de los Inválidos, está expuesta la colección privada más importante de letras y manuscritos del Emperador.

Son 503 documentos a través de los cuales se puede seguir la vida de Napoleón I. Desde sus primeras cartas de amor a una joven de Valence, cuando no tenía más que 16 años, hasta su última voluntad antes de morir cautivo en Sainte-Hélène, pasando por el meollo de su larga carrera militar.

Están expuestas las cartas de amor que escribía a Josefina asegurándole que “no ha pasado un día sin amarte”; las palabras dirigidas a sus soldados unos días antes de la batalla de Waterloo: “Para todo francés que tenga corazón, ha llegado el momento de vencer o morir!”; o los retos lanzados al Rey de Inglaterra que rechaza sus ofertas de paz: “Georges, tu quieres la guerra! La haremos!”.

La exposición ha sido posible gracias a Gérard Lhéritier, que el pasado verano compró este tesoro a un americano que quería desprenderse de los manuscritos adquiridos a lo largo de treinta años.

No es la primera vez que Lhéritier realiza una adquisición espectacular. Sin ir más lejos, este año también se ha hecho con el original del manifiesto del Surrealismo de André Breton

No deja de ser curioso el origen de esta pasión. Según cuenta el propio Lhéritier en el boletín de la Académie Internationale des Arts et Collections, surgió cuando buscaba para su hijo, coleccionista de sellos, un sello negro de 1849. Le llamó la atención una carta expuesta en la vitrina de un anticuario con la leyenda: “Por Globo Elevado”, y le contaron que la carta había salido de París en globo cuando la capital estaba sitiada por los prusianos en 1870.

De ahí a convertirse en un especialista de estos precursores del correo aéreo, y más delante de todo tipo de manuscritos tradicionales, no fue más que un proceso natural.

 
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