“Antonio Asunción no es Jordi Sevilla”. El aparato del PSOE recibe su candidatura con escepticismo y apunta que hasta podría no conseguir los avales

El aparato del PSOE ha recibido con evidente sorpresa el anuncio de Antonio Asunción de que quiere ser el candidato a la Generalitat valenciana y se enfrentará al secretario regional, Jorge Alarte, en unas primarias. Pero ven con escepticismo sus posibilidades.

Aunque se detecta cierto disgusto por la aparición de otro candidato, en la dirección socialista no se aprecia especial ‘temor’ a que imponga su candidatura. Ni tampoco a las consecuencias del pequeño escándalo que se ha producido por el anuncio y por su presencia. “Antonio Asunción no es Jordi Sevilla”, se comenta en ámbitos socialistas consultados por El Confidencial Digital, dando a entender que las consecuencias de una candidatura así serían mucho más graves.

Dentro del partido se destaca que el ex director general de Instituciones Penitenciarias y ex ministro de Interior, dimitido al poco de llegar al cargo por la fuga de Luis Roldán, lleva once años fuera del circuito del PSPV, desde 1999. Y le critican que en todo este tiempo no haya mostrado ningún interés por la vida del partido.

En cuanto a posibles apoyos internos, Antonio Asunción tuvo en el pasado buena relación con otro valenciano destacado, Cipriá Císcar, que era secretario de organización, para acabaron distanciándose.

Para poder concurrir a las primarias existen dos vías: ser propuesto por la ejecutiva regional (que, lógicamente, designará a Jorge Alarte) o conseguir el 15 por ciento de la militancia. El PSPV cuenta con aproximadamente 22.000 afiliados (es la segunda organización más numerosa, tras Andalucía), lo que significa que deberá lograr la firma de unos 3.000 militantes, algo que en el aparato socialista considera que le va a ser muy difícil.

Antonio Asunción se acoge a lo que sucedió con Barack Obama, el actual presidente norteamericano: no era el candidato del aparato del Partido Demócrata y, a pesar de ello, logró ser nominado y ganó después las elecciones.

Aunque ya proviene de una familia con ‘posibles’, Asunción es un empresario de éxito. Aparte de la creación de una empresa especializada en la construcción de prisiones, en los últimos años se ha dedicado sobre todo a negocios relacionados con piscifactorías, que le han ido muy bien.