La Guardia Civil critica las imposiciones de Gómez Arruche y su poca disponibilidad a escuchar los problemas del Cuerpo

El Consejo Asesor de Personal (CAP) nació como un órgano de transmisión de las inquietudes profesionales de la Benemérita a sus mandos. Ahora, miembros de la Guardia Civil han denunciado que no se respeta la democracia interna del Cuerpo y que se sienten utilizados por su director general.

Para los afectados, el actual responsable de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche no está teniendo en cuenta el CAP como verdadero transmisor de inquietudes: “se limita –explican- al orden del día de las reuniones sin que el resto de integrantes puedan tratar otros puntos que les preocupan”.

Los comicios celebrados a principios de octubre para elegir a los representantes del CAP contó con una escasa participación: sólo votaron 660 guardias, de los cuales 368 resultaron votos en blanco sobre un total de 80.000 agentes censados. Previamente, habían dimitido del consejo 29 de sus miembros. “El CAP tiene sus días contados”, según denuncian algunos de sus miembros.

Desde la Guardia Civil se considera que el CAP, constituido durante la dirección de Santiago López Valdivielso, ha entrado en una dinámica que le llevará a su desaparición. Con Valdivielso, explican las mismas fuentes, el orden del día era también impuesto pero se atendían las peticiones que se hacían, al menos en lo que respecta al estudio de nuevas propuestas a abordar en otras reuniones.

“Con Carlos Gómez Arruche –añaden- es lo que él dice y punto. Nos sentimos utilizados”. Y apostillan: “los miembros del CAP han de ser elegidos por los guardias civiles y no por el director; en caso contrario, ¿qué tipo de órgano de representación es el CAP si el director impone a los integrantes?”.