La Administración sospecha de la avalancha de personal público voluntario

Limpia de independentistas en las mesas de las elecciones catalanas

El Gobierno está peinando las listas de los funcionarios que trabajarán el 21-D en los colegios para informar sobre el desarrollo de la votación y el escrutinio

Carles Puigdemont vota en las elecciones generales de 2016.
Carles Puigdemont vota en las elecciones generales de 2016.

El tenso clima político en Cataluña ha provocado una movilización sin precedentes de los partidos en busca de interventores y apoderados para vigilar las elecciones del 21-D. Todos dudan de todos y el Estado no es una excepción. Ha constatado que funcionarios que actuarán como representantes de la Administración han comenzando a organizarse.

Los partidos disputan una guerra soterrada para fiscalizar los votos de las elecciones del 21-D. Los comicios se dirimen en 8.240 mesas distribuidas por cuatro provincias.

Las circunstancias excepcionales en las que se vivirá el recuento -en día laborable, tras meses de desafío independentista y con la autonomía intervenida por el artículo 155- han llevado a todas las formaciones a alistar a un ejército de interventores y apoderados para garantizar el resultado.

Una movilización que se corresponde con la previsión de que también haya una participación histórica (más del 80%).

Voluntarios como representantes de la Administración

En el proceso electoral, los representantes de la Administración son las personas designadas para enviar la información provisional sobre las incidencias registradas y los resultados de los comicios.

Están autorizados a entrar en los locales de las secciones electorales, aunque no formen parte de las mesas ni puedan participar en sus deliberaciones.

Sus funciones, el día de la jornada electoral, consisten en solicitar al presidente de la mesa la información correspondiente a cada momento de la jornada, tomar nota en los boletines y verificar que todo sea correcto, para posteriormente poder trasladar esta información al Centro de Recepción de Datos Electorales.

Independentistas representando a la Administración

Según ha podido saber El Confidencial Digital por fuentes conocedoras de la logística del 21-D, todos los partidos, pero también la propia Administración, coinciden en una preocupación: es necesario “garantizar la limpieza de las elecciones”. Existe además una sospecha que casi nadie se atreve a verbalizar: hay quien podría querer alterarlas.

Así las cosas, la Junta Electoral Central ha detectado decenas de cuentas vinculadas a posturas afines al secesionismo del PDeCAT, ERC y la CUP, que alientan en las redes la tesis de que el recuento de los votos será manipulado para favorecer a Ciudadanos, PSC y PP.

Algunos simpatizantes del soberanismo, entre empleados públicos de la Generalitat, se están organizando y realizando llamamientos para apuntarse en masa como representantes de la Administración en las mesas electorales del 21 de diciembre. Esta avalancha de funcionarios voluntarios ha levantado las sospechas de la Junta Electoral.

 

En la Junta Electoral han constatado también que este personal se plantea la posibilidad de realizar un “recuento paralelo e independiente del oficial” aprovechando su presencia en la gran mayoría de colegios.

Asegurar la limpieza y la neutralidad de las elecciones

Sin embargo, según las fuentes consultadas por ECD, la Administración ha tomado nota de esos movimientos de resistencia frente al 155. Por ello, ha comenzado a analizar las solicitudes de empleados públicos voluntarios que ha ido recibiendo.

El criterio de selección es claro, a pesar de que esta vez será realizado con mayor precisión. Se van a denegar aquellas que no “respeten la neutralidad del proceso” y designar a personas que considere que realizarán mejor esa labor. Se habla de una auténtica “limpia”.

Uno de los principales objetivos, por ejemplo, es garantizar que los votantes de los partidos constitucionalistas no tengan dificultades en determinados colegios situados en bastiones del independentismo, especialmente en zonas rurales del interior de Cataluña.

Funciones de los representantes de la Administración

Según el artículo 98.2 de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, el Gobierno tiene la obligación de dar durante la noche electoral los resultados provisionales de la elección.

En cada sede electoral hay un representante de la Administración cuya función principal es transmitir al Centro de Tratamiento de Datos el resultado del escrutinio (recuento de los votos) provisional en la Mesa electoral.

Los representantes de la Administración también trasmiten datos sobre incidencias en la apertura de las Mesas electorales y sobre los avances de participación durante la jornada electoral.

Están pendientes de que haya material electoral suficiente en el local (papeletas y sobres), prestan apoyo a las mesas electorales en las que se utilice el sistema MAE (Mesa Administrada Electrónicamente) y están en comunicación directa con la Delegación o Subdelegación del Gobierno.

Suelen recibir además, antes de las elecciones, formación presencial y online para poder cumplir con sus obligaciones de manera correcta el día de los comicios.

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