Mariano Rajoy ha convertido definitivamente a Esperanza Aguirre en su rival con la invitación a que se marche a “un partido liberal”

El discurso de Elche, en el que proclamó que si alguien quería irse podía hacerlo, y la cita concretamente a un “partido liberal”, no tenía otro destinatario que la presidenta madrileña, y Rajoy sabía lo que estaba haciendo y que así se interpretaría, como en efecto ha ocurrido.

Según analistas consultados por El Confidencial Digital, Mariano Rajoy se ha “cansado” del floreteo de Esperanza Aguirre y quiere que la batalla empiece ya. Las mismas fuentes consideran que el insólito desafío lanzado el sábado habría que interpretarlo en dos claves: o el presidente del PP ha perdido definitivamente los nervios ante el acoso de los ahora llamados “aguirristas”, o bien –que es lo más probable- cree que ya tiene ganada la partida.

Las evidentes ausencias de Rajoy, que no está teniendo el menor protagonismo político, se deben a que se está “trabajando” el partido, para lograr los apoyos internos que le permitan afrontar el congreso de junio con garantías.

Significativas resultan las compañías que exhibió en Elche: los líderes del PP en Andalucía (Arenas), Comunidad Valenciana (Camps), Murcia (Valcárcel) y Cataluña (Sirera). Son los principales “escuderos” de Rajoy con vistas al congreso. Se echaron en falta otros importantes presidentes, como Feijoo (Galicia) o Herrera (Castilla y León), si bien parece que igualmente cuenta con ellos.

Mariano Rajoy reveló también en Elche algunas posiciones ideológicas no demasiado “liberales”, al proclamar que “cree” en la educación pública, en la sanidad pública y en el sistema de pensiones, con lo que también en esos terrenos ha marcado distancias respecto a Esperanza Aguirre.