Zapatero designa a Marcelino Iglesias como el garante de la neutralidad del PSOE en las Primarias: lo califica como el socialista “más leal” que ha encontrado en 12 años
Marcelino Iglesias ha recibido orden expresa del presidente Zapatero para que garantice la absoluta neutralidad del aparato del PSOE en el delicado proceso de Primarias al que se enfrenta el partido a finales de mayo.
Según fuentes de Moncloa, consultadas por El Confidencial Digital, Zapatero considera que el secretario de Organización va a poder desempeñar perfectamente ese cometido a partir del 22-M, una vez que abandone Zaragoza y pueda dedicarse por entero a su trabajo en Ferraz.
El balance del líder socialista sobre este nombramiento es plenamente satisfactorio. “Está encantado con él –confirman desde su entorno-, también con su desempeño de estos meses, pese a que sus frecuentes idas y venidas a Aragón le han impedido desarrollar bien su cometido”. Pero cuando quede libre, Zapatero espera darle más juego.
A su juicio, Iglesias va a ser de hecho una “garantía de estabilidad”, será su baluarte para lograr que el PSOE permita que el aparato no se escore a favor de ningún candidato. Esa es la consigna que ha recibido y que ya está lanzando a la militancia.
El pasado domingo, en una entrevista concedida al diario El Mundo, lanzó varios mensajes precisamente en esa dirección: “en las Primarias, el PSOE debe ser incoloro, inodoro e insípido y así será”; “la secretaría de Organización debe mantener una posición absolutamente neutral en esta batalla”; “yo voy a hablar poco de las Primarias”…
La demostración de la confianza que Zapatero deposita en estos momentos en Marcelino Iglesias son los elogios que le dedica en privado. “Es uno de los socialistas más serios y leales al PSOE que he conocido en estos doce años”, ha dicho de él en fecha reciente.
Esta afirmación tiene más relevancia si se tiene en cuenta que la Federación de Aragón que dirigía Marcelino Iglesias le ‘traicionó’ en el 35 Congreso que eligió a Zapatero como líder del PSOE. Le había prometido su apoyo pero, en el último momento, cambió de bando y dio su voto a José Bono: consideró que el actual secretario general iba a perder. Se equivocó.
