El príncipe Felipe confesó a algunos ministros su “preocupación” por el escándalo que se había montado en España con la cacería del rey en Botsuana
El príncipe Felipe no suele expresar públicamente opiniones, pero menos aún cuando se trata de asuntos que tienen que ver con su familia, con la monarquía y con el rey don Juan Carlos. La excepción ha sido el escándalo que se ha producido en España tras la cacería de Botsuana.
En plena vorágine de noticias, comentarios y críticas por el viaje de don Juan Carlos a África, en un safari para la caza de elefantes, el heredero de la Corona trasladó a más de un miembro del Gobierno su "preocupación" por la intensa repercusión y las consecuencias negativas que estaba provocando el suceso.
Felipe de Borbón aprovechó que coincidía con algunos ministros, con ocasión de actos oficiales a los que asistía, para, de modo personal y confidencial, comentar la inquietud que le estaba produciendo el enorme revuelo causado por la noticia de la cacería del monarca.
Según algunos de esos 'confidentes', al príncipe se le vio sinceramente preocupado por lo que estaba pasando.
El príncipe de Asturias, que visitó varias veces a su padre en la clínica San José mientras estaba internado, participó en las reuniones del equipo de La Zarzuela con don Juan Carlos en las que se estudió la situación y se decidieron las medidas a tomar, una de ellas la disculpa pública ofrecida por el rey con su petición de perdón.
