El militar agredido en Huesca por defender a una mujer recurre la puesta en libertad del detenido

Su abogado argumenta que hay dudas sobre el riesgo de fuga. Tras permanecer en la UCI por una fractura craneal, al soldado le han colocado un implante coclear en el oído y sufre problemas de equilibrio

Marcha de militares del Ejército de Tierra.
Marcha de militares del Ejército de Tierra.

Un soldado del Ejército de Tierra acabó en la UCI a principios del pasado mes de septiembre al recibir un puñetazo y golpearse la cabeza con el suelo, cuando salió a defender a una chica que estaba siendo acosada por un grupo de hombres.

El suceso tuvo un gran impacto. Por esas fechas se conocieron otros sucesos similares, en los que militares de paisano habían sido agredidos en distintas circunstancias, lo que indignó a muchos miembros de las Fuerzas Armadas. En el caso de este soldado gravemente herido en Huesca al defender a una mujer, numerosos compañeros y militares que ni le conocían apoyaron un movimiento de apoyo, solidaridad y reconocimiento con mensajes, regalos y otras formas de agradecerle su gesto.

Más de tres meses después, este militar trata de recuperarse físicamente, pese a sufrir secuelas muy graves que comprometen su futuro profesional. Además, se mantiene el proceso judicial por la agresión que sufrió.

Confidencial Digital ha podido saber que el abogado que lleva el caso de este militar ha presentado un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Huesca, en el que solicita que se revoque el auto del juez que decretó la libertad provisional sin fianza para el detenido, supuesto autor del puñetazo que dejó inconsciente al soldado y lo mandó al hospital con fracturas en el cráneo.

Libertad provisional

El juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Huesca decretó libertad provisional para el investigado por estos hechos, que podría haber cometido un delito de lesiones graves (artículo 149 del Código Penal) y un delito de atentado (550.2), en este caso por agredir a los policías que fueron a detenerle después de agredir al militar.

El detenido fue puesto en libertad el 9 de septiembre, cuando el soldado del Ejército de Tierra se encontraba ingresado en el hospital y aún no se había personado en la causa. Además, según denuncia en su escrito el letrado de la acusación particular, Cristian Monclús Escó, ni siquiera el fiscal fue convocado a una vista para posicionarse sobre si decretar prisión o poner en libertad al detenido, por lo que no hubo un representante del Ministerio Público que solicitara la medida de prisión provisional.

Recurso para que se dicte prisión

Una vez ya personado en la causa el agredido, su abogado presentó un recurso de reforma contra el auto de libertad provisional, que fue desestimado el 2 de diciembre. Recientemente ha presentado otro recurso, en este caso de apelación, en el que pide a la Audiencia Provincial de Huesca que revoque el auto de libertad provisional, y o bien se convoque una nueva vista para decidir sobre la libertad o prisión, o subsidiariamente, acuerde la prisión provisional comunicada y sin fianza del investigado.

La defensa del soldado agredido considera que el investigado reúne numerosos requisitos para tomar la medida de enviarlo a prisión provisional. Sobre todo, destaca la “conducta esquiva” del detenido, que permite deducir que existen dudas de que vaya a estar a disposición de la autoridad judicial.

En primer lugar, destaca que tras pegar el puñetazo y ver que el soldado caía desplomado, se jactó de ello y después se dio a la fuga. Cuando la Policía Local de Huesca le dio alcance, presentó resistencia activa contra los agentes, y por eso se le acusa de atentado, al producirles lesiones.

 

Una vez ante el juez, se acogió a su derecho a no declarar, lo que según el abogado de la acusación, privó al juez de la posibilidad de valorar las garantías que podría ofrecer en relación al riesgo de fuga.

Además, añade que hay indicios sólidos contra él: el atestado de la Policía Nacional, así como el reconocimiento fotográfico de los testigos, que reconocieron sin dudas al presunto autor del puñetazo.

A eso se añade la gravedad de los hechos. Está acusado de un delito de lesiones graves, del artículo 149.1 del Código Penal. Este precepto establece que “el que causara a otro, por cualquier medio o procedimiento, la pérdida o la inutilidad de un órgano o miembro principal, o de un sentido, la impotencia, la esterilidad, una grave deformidad, o una grave enfermedad somática o psíquica, será castigado con la pena de prisión de seis a 12 años”.

Pérdida de audición

Y es que el puñetazo que le propinó el acusado al militar tuvo consecuencias muy graves. Pasó por la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Clínico de Zaragoza, y le tuvieron que realizar una craneotomía para drenarle un hematoma epidural.

Este mes de diciembre, el soldado prestó declaración ante el juez. Además, ha sido reconocido por algunos médicos especialistas, como otorrinos. Y es que una de las secuelas más graves que le han quedado de esta agresión es la pérdida de la audición, que ha llevado a colocarle un implante coclear.

Esos daños en los oídos también le han perjudicado en el equilibrio. Son secuelas que le impedirán mantener sus planes de presentarse a la oposición para ingresar en la Guardia Civil.

Para informar sobre su caso y apoyar a compañeros en situaciones similares, este militar ha creado un perfil de Instagram (@nunca_caminaras.solo).

Evaluación militar

Por ahora, este soldado se encuentra en situación de incapacidad temporal en el Ejército de Tierra. Cuando cumpla seis meses en esa situación, tendrá que someterse a una evaluación en el Ejército, para que se decida si puede continuar siendo militar, en la condición de “apto con limitaciones”.

Determinados puestos dentro de la estructura de las Fuerzas Armadas permiten seguir trabajando a los militares que sufren algún daño físico, en acto de servicio o fuera de servicio. Depende de los daños que hayan sufrido y las capacidades que hayan visto mermadas.

ECD ha podido saber que este militar cuenta con el asesoramiento de otro abogado, experto en Derecho Militar, Iker Echevarría Mata. Este letrado se encargará de asistirle cuando se le abra en el Ejército de Tierra el expediente por pérdida de aptitudes psicofísicas, como consecuencia de las secuelas de la agresión.

En enero declaran los testigos

Por tanto, avanzan a ritmos distintos el proceso penal y la situación militar del soldado. En la investigación judicial, tras haber declarado el agredido, se prevé que en enero presten declaración testigos del suceso.

Declararán ante el juez otros militares compañeros del agredido, así como trabajadores del bar donde estaban tomando algo cuando el soldado intervino para defender a la chica acosada. Además, a la causa se aportarán fotografías y vídeos de lo sucedido.

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