Navantia encarga un estudio sobre el impacto en sus cuentas del “plan de descarbonización”
Los astilleros públicos deben cumplir con el Pacto Verde Europeo y con requisitos del Gobierno de España para hacer frente a la crisis energética por la guerra de Ucrania
La transición energética y ecológica se extiende entre empresas y administraciones. Navantia, la empresa propiedad de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) que fabrica buques militares, se plantea qué impacto tendría en su actividad y en su balance económico implantar un plan de medidas de “descarbonización”.
Para valorarlo, está buscando una empresa que se encargue del “Servicio de consultoría para el asesoramiento sobre el análisis económico de la transición energética de Navantia teniendo en cuenta las necesidades financieras, el mayor alcance que pueda suponer afrontar un Plan de Descarbonización y el impacto en la cuenta de resultados de Navantia”.
Compromiso de descarbonización
En la documentación del contrato, Navantia explica que “integra en su estrategia la cultura ESG (Environmental, Social & Governance)”, es decir, medioambiental, social y de gobernanza.
Ese enfoque interno “supone, en clave de doble materialidad, que en el core interno de la toma de decisiones, así como a nivel externo, se proyecte una política corporativa coherente y cohesionada sobre la toma de decisiones a todos los niveles, desde la perspectiva ambiental, social y de gobernanza, alcanzando no solo a nuestra propia compañía, sino, del mismo modo, a nuestra cadena de valor y nuestros grupos de interés”.
Para avanzar en esa perspectiva medioambiental, la empresa pública que, por ejemplo, construye los submarinos S-80 para la Armada, va a adquirir unos compromisos de descarbonización, “siendo necesario profundizar en el alcance económico visto el nuevo contexto regulatorio que ofrece el Plan Industrial del Pacto Verde Europeo (marzo de 2023), las exigencias de la Administración General del Estado con el Plan + Seguridad de Seguridad Energética (octubre 2022) y, sobre todo, la incertidumbre económica que, a día de hoy, se mantiene en el contexto de la guerra en Ucrania”.
Impacto en la cuenta de resultados
La empresa que se adjudique el contrato se encargará de asesorar a Navantia sobre el análisis económico de la transición energética de la empresa, “en un contexto volátil, que exige tener en cuenta las necesidades financieras, el mayor alcance que pueda suponer afrontar un Plan de Descarbonización y el impacto económico en la cuenta de resultados de Navantia”.
Deberá desarrollar un plan de acción que, en primer lugar, tendrá que analizar los factores económicos que inciden en la puesta en marcha del Plan de Descarbonización de Navantia, “dado el contexto de la Guerra de Ucrania, los recientes instrumentos aprobados por la Unión Europea y por las Administraciones Públicas españolas, así como la alta volatilidad del mercado”.
Se encargará también de dar coherencia a los objetivos y medidas contemplados en la reducción de la huella de carbono, aunando las cuestiones técnicas y económicas.
Analizará el impacto económico que todas estas medidas tendrán en la cuenta de resultados de Navantia.
Igualmente, estudiará las tendencias de otras compañías similares, nacionales e internacionales, en materia de descarbonización.
Por último, tendrá que ofrecer a la dirección de Navantia soluciones a las consideraciones emitidas en las auditorías de huella de carbono de 2022.
