Emilio Botín confiesa a su entorno que está harto de Ruiz Mateos. No le gusta que hable todo el día de él y comenta que “las deudas de Nueva Rumasa no van a arruinar al banco”
Emilio Botín está muy enfadado con José María Ruiz Mateos. No entiende por qué culpa al Banco Santander de la situación desesperada de Nueva Rumasa. El banquero no cree ser el culpable del desastre. Al contrario, considera que tenía motivos suficientes para suprimir la línea de crédito por el elevado volumen de impagos que acumulaba el empresario jerezano.
Tras la expropiación de Rumasa, José María Ruiz Mateos convirtió a Luis Valls Taberner, presidente del Banco Popular, en el centro de la diana. Durante años, le atribuyó haber sido el promotor de la imaginaria conspiración que en febrero de 1983 condujo a la expropiación de su imperio. Ahora ha puesto a Emilio Botín en el punto de mira.
Según su denuncia, el presidente del Santander ha estrangulado a Nueva Rumasa por el expeditivo método de negarle nuevos créditos. Y, para documentar las desesperadas gestiones que hizo ante el propio Botín y otros altos directivos del banco, ha divulgado la correspondencia cruzada con la directiva de la entidad.
Esta situación ha enfadado al máximo mandatario del Santander. Fuentes próximas a Emilio Botín, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, explican que se siente muy molesto porque Ruiz Mateos está permanente hablando del Banco Santander y de él.
Según las fuentes consultadas, que culpe a la entidad bancaria de lo mal que lo están pasando los cientos de familias que trabajan en su holding empresarial, y viven con incertidumbre todo este proceso, es la gota que ha colmado la paciencia de Botín.
Emilio Botín no está preocupado por la querella que José María Ruiz Mateos ha anunciado contra el Banco Santander. Ha confesado a personas de su entorno que a este asunto le da “la importancia justa”.
En círculos íntimos ha comentado que no se siente culpable por haber cortado la financiación a Nueva Rumasa, después de 15 años como cliente de la entidad. “La situación no podía ir más allá. La deuda acumulada era ya insostenible”, se le ha escuchado.
Sin embargo, el presidente del Santander también ha llegado a ironizar con este asunto. Entre personas de su máxima confianza ha dejado caer que “tampoco se va a arruinar el banco por las deudas de Ruiz Mateos”.
