El Gobierno está distrayendo a la opinión pública con su anuncio de que va a perseguir la economía sumergida, según los sindicatos

Con casi cinco millones de parados, la percepción general es que, si no se producen estallidos sociales, se debe a la existencia de economía sumergida y a que muchos parados trabajan. Sin embargo, los sindicatos niegan la mayor.

Los estudios de FUNCAS e inspectores fiscales sugieren que hay millones de trabajadores sumergidos, pero, según fuentes de los sindicatos a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, no son más que estudios cruzando datos macro con producción y fiscalidad y empleo, estimaciones que sugieren una pérdida de recaudación fiscal del 5 a 6% del PIB.

Para los sindicatos, y también algunos expertos, son las redes sociales familiares, las ONG (entre ellas la Iglesia, que cada día da de comer a cientos de miles de personas), y la cobertura de paro que aún existe (que ya no llega  al 80% de los parados) la que evita el estallido social.

Airear la persecución de la economía sumergida como una receta contra la crisis, según los sindicatos, no es ir al fondo del asunto. Ir al fondo sería una política económica destinada al empleo, y además con exigencias fiscales mayores a los que pueden pagar más, o a los que no tributan en condiciones.

Fuentes del Ministerio de Trabajo no saben la economía que se va regularizar (que no amnistiar) con el real decreto aprobado por el Gobierno el viernes pasado. Para empezar el ministro Valeriano Gómez ha reconocido en  público que nadie sabe ni puede saber la cifra.

Según los expertos, la lucha contra la economía sumergida puede ser arma de doble filo, porque, si se persigue a  fondo y desaparece, desaparece todo: las empresas, los empresarios y el empleo.