Florentino Pérez se querellará contra Iberdrola por el espionaje de Villarejo

Lleva un mes preparando una demanda ante la Audiencia Nacional, con la asesoría legal del despacho Rodríguez Mourullo, contra Ignacio Sánchez Galán y directivos de su confianza

Florentino Pérez en ACS.
Florentino Pérez en ACS.

El escándalo de los presuntos espionajes que el ex comisario Villarejo realizó por encargo de empresas acaba de salpicar a otra gran compañía del Ibex. Después de BBVA, Iberdrola se vio alcanzada, tras revelarse supuestos seguimientos a altos ejecutivos como Manuel Pizarro, a los que ahora acaba de sumarse Florentino Pérez.

Según ha podido saber Confidencial Digital, el presidente de ACS lleva un mes trabajando en acciones legales contra Iberdrola por el presunto espionaje al que fue sometido por el comisario José Manuel Villarejo, supuestamente por encargo de la eléctrica.

En el entorno de Florentino confirman que el empresario recibió hace semanas información, a través de algunos responsables de medios de comunicación, de que la documentación que prueba los seguimientos a su persona había comenzado a circular por algunas redacciones de Madrid y de que, por tanto, tarde o temprano iba a ver la luz.

Los asesores del presidente de ACS decidieron en un primer momento esperar a que ese supuesto espionaje fuera dado a conocer públicamente para decidir la estrategia legal más oportuna.

El Confidencial.com ha revelado este lunes que, durante la ‘batalla empresarial’ que ACS e Iberdrola libraron durante los años 2009 y 2011, la eléctrica habría encargado al ex comisario que espiara a Florentino en busca de datos comprometedores para evitar que su compañía tomara el control de la energética.

Demanda ante la Audiencia Nacional

Las fuentes consultadas por ECD confirman ahora que Pérez tiene decidido interponer una demanda ante la Audiencia Nacional.

El escrito, que será presentado en los próximos días por el bufete Rodríguez Mourullo, despacho de cabecera de la constructora, se fundamenta “en las informaciones difundidas por diversos medios de comunicación, que apuntan a responsables de supuestos espionajes, entre los que podrían estar incluidos, el presidente de Iberdrola y la gente de su entorno que haya participado, el propio Villarejo y los medios de comunicación que hayan podido servir de instrumento a esta actividad delictiva”.

Además, tal y cómo ha anunciado ACS en una nota, Florentino Pérez ha decidido personarse en calidad de acusación particular en la pieza separada que el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional ha abierto en la causa que sigue contra Villarejo para investigar los supuestos trabajos realizados para Iberdrola.

Operación EDF

Tal y cómo se contó en ECD a mediados de octubre, el anuncio por parte del grupo público francés EDF de su interés por entrar en Iberdrola, y la evidencia de que el gigante galo tenía en ACS -el principal accionista de la eléctrica que presidía Sánchez Galán- a su aliado empresarial, desató las sospechas sobre Florentino Pérez. Ese habría sido el detonante del encargo desde Iberdrola de que fuera vigilado, un trabajó que incluyó presuntas escuchas telefónicas ilegales.

 

En la cúpula de Iberdrola se apuntó entonces como el “auténtico instigador” de la ‘operación EDF’ al presidente de ACS, cansado de jugar un mero papel de inversor financiero en la eléctrica.

A pesar de controlar el 13% de Iberdrola -entre acciones y opciones-, y de ser su primer inversor, la destacada presencia de ACS en Fenosa, entonces la tercera eléctrica española, le impedía ejercer sus derechos políticos y sentarse en el consejo de administración de Iberdrola.

Según se contó entonces, EDF tenía decidido entrar en el accionariado de Iberdrola, trocearla, hacerse con sus importantes activos en el sector de la energía renovable, y también con su filial en el mercado británico, la compañía Scottish Power.

Defender la españolidad

Ante la ofensiva de EDF, Sánchez Galán se dispuso a defender la opción estratégica más conveniente para los accionistas. Si se abría la puja por las acciones, quería garantizar que la pelea se produjese con transparencia, y que el valor ofrecido por los títulos fuera el adecuado.

Iberdrola llegó a buscar en el mercado otros actores dispuestos a elevar la oferta, y las especulaciones apuntaron a E.ON, la eléctrica alemana, perdedora en la pugna por Endesa. Este ‘caballero blanco’ mostró interés por entrar en liza, pese a que sus dirigentes habían abandonado España con la sensación de que en el país no se había alcanzado todavía el grado de seriedad necesario para hacer negocios de alto nivel.

Desconfianza

Fuentes empresariales recuerdan ahora que Sánchez Galán nunca se fió de Florentino Pérez. Cuando ACS entró en el capital de Iberdrola, en septiembre de 2006, Florentino comenzó alabando la labor de Galán en la compañía. La buena relación duró poco, porque el presidente de la eléctrica no le creía, a pesar de que la constructora respaldó su gestión en las sucesivas juntas de accionistas.

Galán trató de impedir que ACS adquiriera más títulos, y buscó blindajes, incorporando cajas de ahorros al capital (ya estaba la BBK, tradicional accionista de la eléctrica vasca, que por cierto financió a ACS), y haciendo crecer la compañía con la adquisición de empresas como Scottish Power y Energy East (EEUU) para diluir la presencia de ACS.

Fue en el entorno de la operación EDF sobre Iberdrola cuando se produjeron los supuestos encargos a Villarejo para que espiara a Florentino Pérez, y para que le grabara sus movimientos y conversaciones.

El presunto cabecilla de la ‘operación Tándem’ rastreó la vida privada, las amistades, los vínculos societarios y la trayectoria profesional de Florentino Pérez. Finalmente condensó sus supuestos hallazgos en un informe que entregó a su contacto en Iberdrola, Antonio Asenjo, entonces jefe de seguridad de la compañía y uno de los hombres de confianza del presidente.

Vínculos con Zapatero

Personas que han tenido acceso a las grabaciones confirman hasta qué punto era una prioridad para la segunda empresa más grande del Ibex encontrar cualquier “punto débil” en ACS o en sus máximos responsables, “por pequeño que fuera”.

El ex comisario diseccionó de forma exhaustiva los datos personales de Florentino Pérez, la identidad y fecha de nacimiento de sus familiares directos, los domicilios de todos ellos, su currículo académico, sus amistades, sus contactos laborales, los vínculos con el Gobierno de UCD, y sus relaciones con el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.

Con todo, Villarejo centró su atención en los teóricos “puntos oscuros” de la trayectoria del presidente de ACS. Sin embargo, las fuentes consultadas por ECD explican que finalmente no halló ningún elemento que pudiera ser utilizado por su cliente contra Florentino Pérez.

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