Los funcionarios se quedan sin dos días de teletrabajo a la semana a partir de noviembre
Ahora disfrutan de tres jornadas por el plan de ahorro energético, pero el Gobierno no lo va a prorrogar. La Ley de Función Pública que iba a consolidar ese derecho ha decaído con el adelanto electoral
- Tres días de teletrabajo a la semana
- La Ley de Función Pública ha decaído
- Dos días a la semana
- Sin coste añadido
- Menos teletrabajo que en la empresa privada
La Administración del Estado ha apostado por la presencialidad, incluso durante la pandemia. Pero los empleados públicos llevan tiempo reclamando que se pueda aplicar el teletrabajo tres días a la semana, como se les prometió hace meses. Tras haberlo ‘colado’ en el plan de ahorro energético, sin embargo se van a quedar sin dos jornadas de teletrabajo semanales.
Más de 55.000 funcionarios de la Administración del Estado se benefician ya del teletrabajo. Es decir, uno de cada cuatro de los casi 220.000 trabajadores públicos desempeña su labor desde casa al menos dos días a la semana.
La cifra ha ido creciendo de manera sensible en los últimos meses. El teletrabajo fue una demanda insistentede los funcionarios, especialmente tras la pandemia, y cuando lo han conseguido los datos muestran que se han acogido de manera notable a esta opción.
Tres días de teletrabajo a la semana
Los funcionarios tienen acceso al trabajo a distancia en el marco del plan de medidas de ahorro y eficiencia energética que el Gobierno aprobó en mayo del año pasado un para la Administración General del Estado.
El objetivo era racionalizar el uso de edificios e instalaciones administrativas, y establecer formas de organización en el trabajo que redundaran en ese ahorro. Entre las medidas, destaca el establecimiento de horarios de encendido y apagado de inmuebles, el refuerzo del trabajo a distancia y el incentivo del uso del transporte público
El plan contemplaba, con carácter general, que los empleados con puestos de trabajo a distancia reconocidos podrán teletrabajar tres días a la semana y acudirán dos presencialmente.
Era una forma de ser más eficiente, que es la vía que el Ejecutivo forzó para dar respuesta a las exigencias de los funcionarios, y no porque así lo decrete una norma del teletrabajo.
La Ley de Función Pública ha decaído
Fuentes de la Administración cuentan a Confidencial Digital que el teletrabajo estaba incluido en la Ley de Función Pública pero que esa norma ha decaído. El adelanto electoral decretado por Pedro Sánchez ha provocado que la legislación, que se encontraba ya en el Congreso en periodo de enmiendas, no salga adelante.
En ese texto es donde se regulaba el teletrabajo en sí mismo. A efectos prácticos el resultado es el mismo o muy similar, pero si el plan de ahorro se retira tambiéndesaparecerá el teletrabajo, mientras que mediante la ley quedaría completamente instaurado y consolidado ese derecho.
Dos días a la semana
En el borrador se establecía que, inicialmente, se tendría derecho a un día de teletrabajo a la semana, periodo que posteriormente se podría ampliar a dos jornadas. El textodebía ser la referencia, no sólo para la Administración del Estado, sino también para las comunidades -que es donde se encuentra el grueso de funcionarios- y los ayuntamientos.
Por lo tanto, el teletrabajo tres días a la semana para los empleados públicos ha quedado paralizado. Y el próximo 1 de noviembre, cuando decaiga el plan de ahorro energético, la normativa sólo permitirá teletrabajar el 20% de la jornada: un día a la semana. según confirman a ECD fuentes del Ministerio de Hacienda y Función Pública.
Lo único que se mantiene, según estas fuentes, son los posibles acuerdos que se hayan alcanzado en cada ámbito. Y también han quedado suspendidas, por ejemplo, las evaluaciones del desempeño que, en caso de ser positivas, ofrecería a los trabajadores públicos retribuciones complementarias.
Sin coste añadido
El plan de ahorro energético era visto por Hacienda como una oportunidad para que la norma viera finalmente la luz. Sin embargo, fuentes del Ejecutivo reconocen a ECD que, tras haberlo estudiado a fondo, el ahorro que se logar en los edificios no compensa la inversión en material que debería realizar la Administración para normalizar el sistema de trabajo desde casa.
Una de las principales reivindicaciones de los sindicatos es que el teletrabajo, no sólo no debe suponer ninguna merma de derechos para los empleados que se acojan a esta modalidad, sino que además no debe suponerles ningún coste añadido.
Ante las dificultades para medir costes, como la luz, conexión a internet o calefacción, desde la parte laboral se reclama algún tipo de compensación a cambio de esos gastos. Pero desde el Ejecutivo sólo hay el compromiso de facilitar un ordenador portátil de acuerdo a la disponibilidad, así como los programas informáticos necesarios para las tareas a desarrollar.
Menos teletrabajo que en la empresa privada
Según critican empleados de ministerios y entes públicos, el escenario en la administración contrasta con la situación de la empresa privada, donde hay más opciones de desarrollar el teletrabajo.
En el caso de la Administración del Estado, debido a la escasa posibilidad de trabajar desde casa, fuentes sindicales recuerdan que se han registrado protestas en ministerios y empresas públicas durante la pandemia porque las bajas por cuarentena en las plantillas les obligaron a asumir más carga de trabajo.