El Gobierno se vuelca con el voto por correo: refuerza el dispositivo para llevarlo a 300.000 españoles a su lugar de veraneo

El Gobierno se vuelca con el voto por correo para las elecciones generales del 23 de julio. El Ministerio del Interior asume que se trata de unos meses complicados, que coinciden con las vacaciones de casi un tercio de españoles. Por eso ha dado orden a Correos de que refuerce el dispositivo para llevar las papeletas a los lugares de veraneo.

Las oficinas de la empresa postal ya están gestionando las primeras solicitudes para votar por correo en las generales. Desde el 30 de mayo ya se puede solicitar en cualquier oficina del país. Para realizarlo únicamente hay que presentar el DNI y proporcionar una dirección para recibir la documentación necesaria para emitir el voto.

Más de 1,2 millones de electores han solicitado ya esta opción cuando quedan aún más de tres semanas para que termine el plazo. La Junta Electoral Central ha ampliado al 20 de julio el periodo para depositar el voto por correo en cualquier oficina de Correos y ha decidido, para evitar irregularidades, que sea obligatorio enseñar el DNI a la hora de depositar el sufragio.

Personas fuera de su domicilio

Pero durante los meses de verano, como cada año –al igual que sucedió en 2020 pese a la crisis sanitaria-, aumentará la movilidad de ciudadanos que abandonarán su residencia habitual durante unos días para descansar y escapar de sus rutinas lejos de casa.

Una situación de la que son ya conscientes en el Ministerio del Interior y en la mayoría de las comunidades autónomas. Por ello se preparan varios planes dirigidos a paliar esta contingencia.

Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes de varias subdelegaciones del Gobierno, algunas regiones han empezado a manejar escenarios para los casos de personas que no puedan acudir al punto de votación, bien sea su colegio electoral habitual o instalaciones habilitadas para la ocasión en la localidad donde reside.

Votar en el lugar de veraneo

La mayoría de comunidades consultadas explican que han empezado a establecer un “plan de votación interoperable” entre territorios. La idea es llevar el voto a las personas de otras comunidades en la región en la que se encuentren de vacaciones o por motivos de trabajo temporal.

El voto por correo permite ejercer el derecho de participación a todo aquel que no se encuentre en su localidad durante la jornada electoral o no pueda acudir al colegio electoral por cualquier otro motivo, entre los que se incluyen las vacaciones.

Según recoge el punto 2 del artículo 73 de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), “la oficina remitirá por correo certificado al elector, a partir del trigésimo cuarto día posterior a la convocatoria y antes del sexto día anterior a la votación, al domicilio por él indicado o al que figure en el censo, las papeletas y los sobres electorales”.

Por ello, según ha podido saber ECD por fuentes conocedoras del proceso, el Ministerio del Interior, la Junta Electoral Central y Correos se han coordinado para reforzar el dispositivo y garantizar que el voto por correo llega sin problemas a los lugares de vacaciones.

El cartero suele ir máximo dos veces al domicilio y si el elector no se encuentra en casa, dejará un aviso en el buzón para que acuda a recoger la documentación en la oficina postal correspondiente.

La documentación incluye las papeletas de todas las formaciones políticas, un sobre de votación para cada proceso (Congreso y Senado), el certificado de inscripción en el censo, un sobre con la información de la mesa electoral a la que se pertenece y una hoja explicativa del proceso.

Dirección de la segunda residencia

En Correos cuentan con que, entre los días 3 y 17 de julio, el personal proceda a la entrega del voto por correo en los domicilios. Y el ciudadano debe proporcionar la dirección del lugar en el que se va a encontrar en esas fechas, dado que es entregado en mano.

Fuentes internas de Correos confirman a ECD que se está registrando una avalancha de peticiones de hasta 300.000 españoles que han fijado su segunda residencia como dirección para recibir las papeletas y los sobres.

En la compañía postal calculan, en base a datos de reparto en años anteriores, que en torno a un tercio de la población escoge el mes de julio para irse de vacaciones, por lo que los ciudadanos que decidan recurrir al voto por correo tendrán que tener en cuenta los plazos para indicar la dirección en la que vayan a encontrarse.

Se prevé una participación récord

Según las fuentes consultadas, el Gobierno se ha movilizado porque “no quiere ni un mínimo retraso” en esta cuestión. Admiten que cualquier fallo comprometería la limpieza del proceso electoral, después de los escándalos por la compra de votos por correo que se produjeron en las pasadas elecciones municipales y autonómicas.

Ahora, que el techo del voto por correo puede romperse se hizo patente al inicio del plazo de solicitud, el pasado 30 de mayo, coincidiendo con la publicación en el BOE de la convocatoria electoral.

Solo ese día, las oficinas postales cursaron presencialmente (no estaba operativa la vía telemática) un total de 30.000 peticiones de voto por correo, el triple que en las últimas elecciones generales de 2019.

Ya se superan las solicitudes del 28-M

La cifra provisional de solicitudes de voto por correo presentadas de cara al 23-J -Correos no hace públicas las cifras oficiales hasta un día después de terminado el plazo de solicitud- está a punto de alcanzar las 1.460.000 aceptadas en las elecciones generales de junio de 2016 y las de las generales de abril de 2019, que sumaron 1.351.659 peticiones.

Eso sí, ya superan, ampliamente, las del pasado 28 de mayo, cuando en las elecciones municipales y autonómicas Correos recibió 1.082.030 solicitudes de voto por correo. La empresa postal informó entonces que culminaron el proceso (solicitud, recepción y depósito) algo menos, 984.108 electores.