Moncloa maniobra para asegurar la ‘españolidad’ de la Operación Chamartín

El Ejecutivo maniobra en las últimas semanas para garantizar la ‘españolidad’ de la Operación Chamartín, la mayor iniciativa urbanística que hay planteada en Europa en este momento. Moncloa se ha movilizado para impedir que un proyecto calificado “de Estado” caiga en manos de fondos extranjeros.

El diario Cinco Días desveló este jueves que BBVA ha encontrado un socio, Merlin Properties, con quien negocia ceder el control de la Operación Chamartín. El banco entraría, a cambio, en el capital de la socimi (sociedad cotizada de inversión en el mercado inmobiliario) si las conversaciones culminan en un acuerdo.

La alianza entre la entidad que preside Carlos Torres y la mayor inmobiliaria de España aseguraría mantener el control de la operación y garantizaría también la estabilidad a futuro del plan.

En el Gobierno y en el resto de administraciones implicadas no se pasa por alto que este desarrollo urbanístico es considerado un “proyecto de Estado”, en el que Fomento se ha comprometido a renovar la estación de Chamartín como principal nudo del AVE en España y Madrid dispondrá de su nueva ‘city’ para los negocios.

Además, el proyecto contempla la promoción de 10.500 viviendas, con un 20% de pisos con algún tipo de protección oficial.

Bloqueados contactos con un inversor árabe

Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes conocedoras de las negociaciones, el Gobierno se ha movilizado para evitar que el proyecto caiga en manos de fondos especulativos extranjeros sin experiencia en el desarrollo urbanístico y en la edificación en España.

De hecho, Moncloa ha intervenido ya para bloquear negociaciones del BBVA con un inversor árabe, con quien mantenía conversaciones avanzadas hasta hace unas semanas, según confirman a ECD personas al tanto de los contactos.

Garantizar la ‘españolidad’ de la operación

En la cúpula económica del Ejecutivo reconocen a Confidencial Digital que las maniobras de Moncloa buscan asegurar que España mantenga el control del proyecto, que arrancará en 2021 con las primeras obras de urbanización, pese a la salida de BBVA del capital de Distrito Castellana Norte (DCN).

Promueven la fórmula de que el segundo banco del país cierre la operación con una inmobiliaria de capital nacional.

De esta manera, si BBVA alcanza un acuerdo con Merlin, habría colocado la Operación Chamartín a una inmobiliaria de capital español frente a los fondos de inversión inmobiliaria internacionales que habían mostrado interés en el proyecto en los últimos meses. Una entrada de capital extranjero comprometería la ‘españolidad’ del plan urbanístico.

Defienden además que Merlin Properties ya colabora con el Ministerio de Fomento en la gestión de zonas logísticas de los puertos de Barcelona y Sevilla y ha entrado en las quinielas para la futura operación de los nuevos espacios aeroportuarias de AENA. Por lo tanto, ha transmitido a BBVA que es un socio que ve con buenos ojos.

El BCE obliga a BBVA a salir del proyecto

El BBVA que, junto a Grupo San José, es el promotor privado de este desarrollo a través de la sociedad Distrito Castellana Norte (DCN), donde el banco posee el 75% del capital -y la constructora, el otro 25%-, ha iniciado el proceso de venta de su actual participación en la promotora.

Tal y como se contó en ECD hace un mes, uno de los motivos principales de esta desinversión se encuentra en que el BCE se opone radicalmente a que la entidad que preside Carlos Torres mantenga una exposición tan elevada en un proyecto urbanístico.

Considera que ahora los retos de una entidad sistémica como BBVA son otros, como la digitalización, la solvencia o la consolidación del sector, donde recomienda al banco invertir los más de 6.000 millones que DCN tiene comprometidos en la Operación Chamartín.