Montse Cespedosa alerta de un coste oculto en la compra de vivienda que golpea a los jóvenes este 2025

Como adelanta MAGAS y afirma Montse Cespedosa, el acceso a la vivienda se ha convertido en uno de los principales desafíos económicos para los jóvenes. A la presión de los precios se suma un factor determinante del que poco se habla y que condiciona el ahorro necesario para dar el primer paso. Según los últimos informes del Banco de España, la carga fiscal vinculada a la compra continúa en aumento.

Mientras los salarios apenas avanzan y el esfuerzo financiero se dispara, economistas especializados advierten de un elemento que está marcando la diferencia entre quienes logran adquirir su primera vivienda y quienes quedan fuera del mercado. Ese elemento, se lleva por delante incluso los ahorros más sacrificados.

ChatGPT Image 18 nov 2025, 17_39_10
El coste oculto de comprar vivienda en 2025

La presión fiscal que complica el acceso a la primera vivienda

El mercado inmobiliario español afronta un escenario crítico para las nuevas generaciones. Aunque la subida de precios y la falta de ahorro continúan siendo los factores más visibles, la economista Montse Cespedosa señala un impacto mucho mayor: la carga fiscal aplicada a la compra de vivienda. Este componente, asegura, está haciendo inviable que muchos jóvenes puedan avanzar en su proceso de compra.

La especialista, con casi tres décadas de experiencia en análisis financiero, subraya que la combinación de precios elevados, salarios insuficientes y una estructura impositiva poco adaptada a la realidad actual está generando un cuello de botella. El esfuerzo acumulado durante años de ahorro termina desvaneciéndose en el momento clave de la adquisición.

Los impuestos: la barrera que no aparece en los anuncios inmobiliarios

El principal obstáculo, según Cespedosa, es la cantidad de impuestos asociados a la operación. Mientras una pareja joven puede lograr ahorrar cantidades significativas, la mayor parte de ese esfuerzo se pierde al afrontar el IVA o el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP), que varía entre comunidades autónomas. Este desembolso se suma a notaría, registro y otros trámites administrativos, elevando considerablemente el coste final.

En un contexto donde los ingresos medios no crecen al mismo ritmo que la vivienda, la experta sostiene que estos impuestos funcionan como un freno estructural. Incluso con el auge de nuevas líneas de financiación de hasta el 100% para menores de 36 años, los gastos asociados siguen siendo determinantes y, en muchos casos, inasumibles.

Diferencias generacionales: un factor decisivo en la financiación

Además de la presión fiscal, la economista apunta a un aspecto que está generando una brecha creciente entre generaciones. La capacidad de avalar una vivienda se ha convertido en un elemento esencial para acceder al crédito hipotecario. Quienes provienen de familias con propiedades tienen un camino más accesible; quienes no, lo tienen prácticamente imposible.

Este fenómeno, explica Cespedosa, está creando dos realidades paralelas dentro del mercado: jóvenes que pueden apoyarse en el patrimonio familiar y jóvenes que, aun cumpliendo las condiciones laborales exigidas, quedan fuera del sistema financiero por no disponer de garantías suficientes.

Los bancos y la nueva exigencia de estabilidad laboral

Otro de los elementos que dificultan el acceso es la creciente exigencia de estabilidad profesional. Las entidades financieras valoran de forma prioritaria los contratos indefinidos y los salarios altos. Esto deja atrás a amplios segmentos de la población joven que encadenan contratos temporales o empleos con baja remuneración.

La economista advierte de que esta realidad tendrá consecuencias significativas en las próximas décadas. La distancia entre trabajadores altamente cualificados y los que no cuentan con formación especializada se ampliará no solo en términos de ingresos, sino también en patrimonio.

El ahorro invertido como solución parcial

Para hacer frente a este escenario, Cespedosa propone una estrategia clara: transformar el ahorro pasivo en ahorro invertido. Según explica, acumular dinero sin movimiento apenas genera capacidad de crecimiento, mientras que la inversión ajustada al perfil de riesgo puede mejorar la rentabilidad y acelerar el acceso a la vivienda.

Aun así, reconoce que este camino es insuficiente si no se acompaña de una reforma fiscal que reduzca la presión sobre los compradores primerizos. La economista insiste en que, sin un ajuste serio en los impuestos aplicados a bienes de primera necesidad, la brecha de acceso continuará ampliándose.

Una reforma fiscal como única vía para equilibrar el sistema

Cespedosa considera imprescindible modificar la fiscalidad asociada a la vivienda, especialmente en un momento en el que el coste total de compra se ha disparado. Propone establecer una tributación adaptada al nivel adquisitivo de los jóvenes, así como revisar los rangos del ITP para evitar que las diferencias territoriales generen desigualdades adicionales.

El objetivo, sostiene, debe ser permitir que quienes ya hacen un esfuerzo notable de ahorro puedan destinarlo realmente a la entrada del inmueble y no perderlo en impuestos que, según indica, están desalineados con la realidad económica actual.

Los efectos futuros en el mercado inmobiliario

La economista advierte de que las decisiones que se tomen ahora tendrán impacto directo en el mercado de las próximas décadas. Si continúa la actual tendencia, España podría enfrentar una brecha generacional de propietarios frente a no propietarios, con consecuencias económicas y sociales de gran alcance.

La falta de acceso a la vivienda no solo limita la independencia juvenil, sino que condiciona el consumo, la movilidad laboral y la propia estructura demográfica del país. Por ello, insiste en que el debate sobre la fiscalidad debe situarse en el centro de la agenda económica.

Un desafío que definirá a la próxima generación

Montse Cespedosa concluye que el reto de acceder a una vivienda no puede seguir afrontándose únicamente desde el ahorro individual. La solución pasa por una revisión profunda del sistema fiscal, por políticas que equilibren el esfuerzo entre generaciones y por un análisis serio del impacto real de los impuestos sobre bienes esenciales.

En un contexto marcado por la inflación, la precariedad y un mercado cada vez más competitivo, los jóvenes necesitan un entorno más justo que les permita convertir su esfuerzo en oportunidades reales para construir patrimonio y futuro.

metricool