Un estudio para el Instituto de las Mujeres comete faltas de ortografía

La directora del Instituto de las Mujeres, Isabel García, interviene durante el acto institucional con motivo del 8M, Día Internacional de la Mujer (Foto: Mateo Lanzuela / Europa Press)
La directora del Instituto de las Mujeres, Isabel García, interviene durante el acto institucional con motivo del 8M, Día Internacional de la Mujer (Foto: Mateo Lanzuela / Europa Press)

El Instituto de las Mujeres, adscrito al Ministerio de Igualdad, ha encargado un estudio sobre la situación de la ‘Cultura comunitaria e igualdad de Género en España’.

El trabajo ha sido adjudicado a la Asociación REACC - Red de Espacios y Agentes de Cultura Comunitaria, por un importe de 14.990 euros, 10 euros por debajo del umbral máximo que establece la actual Ley de Contratos del Sector Público para los contratos menores de servicios (como es el caso), que pueden adjudicarse directamente.

Para llevar a cabo este informe, la Asociación REACC ha puesto en marcha un cuestionario “para mujeres profesionales de la cultura comunitaria que trabajan por la Igualdad de Género”. A través de un formulario de carácter anónimo, la asociación busca “conocer la incorporación de la perspectiva de género en la gestión y práctica de la cultura comunitaria”, así como “las aportaciones que la cultura comunitaria realiza para la consecución de la Igualdad de Género en España”. Las respuestas obtenidas en el cuestionario se complementan con entrevistas voluntarias para profundizar en los datos facilitados, en un proceso que la asociación promete que será “ameno y muy participativo”.

La particularidad de esta encuesta reside en los múltiples errores ortográficos que aparecen en ella.

Las tildes son las faltas más habituales. Por ejemplo, una de las preguntas invita a compartir “qué es para tí [sic] la ‘cultura comunitaria’”. La RAE establece que el pronombre “ti” se escribe siempre sin tilde. A pesar de que algunos monosílabos se acentúan con la llamada tilde diacrítica, para distinguir un monosílabo tónico de otro átono (es el caso de “mi” y “mí”), “ti” no tiene un correlato átono del que diferenciarse.

No solo hay tildes por exceso; también las hay por defecto. Más adelante, el formulario invita a indicar “cuantos [sic] años tienes”. Se trata, de nuevo, de un caso de tilde diacrítica, que debería acompañar a este determinante interrogativo para distinguirlo del pronombre homófono.

La encuesta pregunta también si la persona que responde tiene “hijxs” [sic] o personas a su cargo. Los partidarios del lenguaje inclusivo defienden el empleo de fórmulas como la anterior, o la sustitución de la “o” por una arroba (@) o una “e”: hij@s e hijes. Sin embargo, el Libro de Estilo de la Lengua Española de la RAE rechaza dichas fórmulas, que “contravienen las reglas gráficas y morfológicas del español” y recuerda que el género gramatical masculino incluye a personas de ambos géneros.

 

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