Ayuso se ríe de que Sánchez confunde un Lamborghini con un Maserati
Lamborghini, conocido por sus coches deportivos extremadamente caros y exclusivos, es común que sea visto como un símbolo de lujo en discursos que critican la concentración de riqueza en manos de unos pocos.
Pedro Sánchez utilizó hace unos días esa marca para ilustrar la crítica a las políticas fiscales de la Comunidad de Madrid, argumentando que favorecen a los más ricos y permiten que, quienes tienen poder adquisitivo para comprar coches de lujo, como los Lamborghinis, se beneficien de reducciones fiscales.
El Chivato ha podido escuchar las bromas que se cruzan en el entorno de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, donde se preguntan, no sin cierta sorna, si el líder del PSOE confunde un Lamborghini con un Maserati.
Y es que, aseguran, la presidenta se ha dado por aludida. En marzo de 2024, se hizo pública la información de que la pareja de Ayuso había adquirido un Maserati Ghibli, un coche de lujo italiano valorado en aproximadamente 83.000 euros.
No llamó la atención el hecho de que comprara el coche, sino las circunstancias bajo las que lo adquirió. Según varias fuentes, Alberto González compró este vehículo después de obtener los beneficios que están siendo ahora investigados por posible fraude fiscal.
Sánchez ha sido especialmente duro con las políticas de Isabel Díaz Ayuso, diciendo que las rebajas fiscales de la Comunidad de Madrid, especialmente para las rentas más altas, reducen unos ingresos públicos que podrían destinarse a servicios esenciales como la sanidad y la educación.
Según Sánchez, estas políticas permiten que quienes pueden permitirse coches como un Lamborghini, terminen pagando menos impuestos, mientras que las clases medias y bajas soportan una mayor carga.