Militares españoles llevan a Holanda una talla de la Inmaculada
Cada 8 de diciembre las unidades de Infantería del Ejército de Tierra celebran el día de su patrona, la Inmaculada Concepción. Esta advocación de la Virgen María es patrona oficial de la Infantería desde finales del siglo XIX, pero por un episodio de la Historia militar de España del siglo XVI.
Tuvo lugar en 1585, en Flandes. Durante la guerra de los Ochenta Años contra los rebeldes flamencos, el Tercio Viejo de Zamora se vio cercado en una isla. Un soldado que cavaba una trinchera encontró enterrada una tabla con una imagen de la Virgen María, y en el Tercio español lo interpretaron como una señal divina.
Esa noche sopló un viento que heló las aguas alrededor de la isla, y permitió a los españoles atacar y derrotar a la flota rebelde. El relato sobre este episodio incluye la famosa frase atribuida a un almirante rebelde, al ver lo sucedido: “Tal parece que Dios es español al obrar tan grande milagro”.
Desde hace unos años se está recuperando la memoria de los Tercios españoles de los siglos XVI y XVII que combatieron en Flandes y en otros lugares donde la Monarquía Hispánica se implicó en guerras. Fruto de este empeño se conmemora el Día de los Tercios el 31 de enero, se va a colocar un monumento en Madrid, y también grupos de militares y civiles recrean el “Camino Español” por el que viajaban los soldados hasta Flandes.
El número 87 del ‘Memorial de Infantería Española’, la revista del Arma de Infantería que elabora la Academia de Toledo, incluye un artículo sobre ‘El último viaje de la Inmaculada a Empel’.
Lo firma el teniente coronel Miguel Sánchez Macizo, jefe del Batallón de Infantería Motorizada ‘Zamora’ I/29. Este batallón se integra en el Regimiento de Infantería ‘Isabel La Católica’ nº 29, y en la Brigada ‘Galicia’ VII, con base en Figueirido (Pontevedra). Es la unidad considerada heredera de la tradición del Milagro de Empel, por el nombre de Zamora.
El jefe del batallón cuenta que este 8 de diciembre los infantes del Batallón ‘Zamora’ I/29 veneran una imagen de la Inmaculada Concepción donada por la Fundación Capilla de Oud-Empel, que es quien mantiene en esa ciudad (en los Países Bajos) una capilla que conmemora el milagro de 1585.
La imagen llegada a España se ha colocado en la entrada de las instalaciones del batallón en la base ‘General Morillo’ de Figueirido. El manto de la Virgen, de color blanco, luce el aspa de Borgoña en color rojo, el símbolo identificativo de los Tercios españoles en esos siglos.
El Batallón ‘Zamora’ I/29 ha donado también una talla de la Inmaculada a la Fundación Capilla de Oud-Empel.
Esta figura tuvo “un complicado viaje de la imagen desde Pontevedra hasta tierras holandesas, digno de rememorar aquel camino español que recorrían los soldados de los tercios para, cruzando media Europa a través de posesiones españolas, llegar hasta los territorios de Flandes y los Países Bajos”, según relata el teniente coronel Sánchez Macizo.
Esta imagen de la Inmaculada Concepción se encuentra en la iglesia de San Landelino de Empel, “donde les recuerda a diario a los habitantes de esta localidad nuestra historia común y el vínculo de hermandad que aún nos une”.
El jefe del Batallón ‘Zamora’ I/29 cuenta que “el último viaje de la Inmaculada ha arrancado en Pontevedra y ha terminado, de nuevo, en Empel, a hombros de infantes del Batallón Zamora que, como todos los días desde aquella fría noche del 8 de diciembre de 1585, demuestran su veneración a la Patrona de la Infantería española”.
Ambas figuras son obra del escultor Fernando Montero de Espinosa. Este artista ya ha esculpido otras figuras relacionadas con la Historia militar de España: en los jardines del Cuartel General del Ejército, en Madrid, se puede ver su busto de Sebastián de Eslava, el virrey de Nueva Granada que dirigió junto al almirante Blas de Lezo la defensa de Cartagena de Indias frente al asedio británico en 1741.
