El ministro Garzón desmonta su campaña en televisión contra los juguetes sexistas
“Llevamos años soportando que nos encasillen, que nos digan que fuimos creados solo para jugar con niños… o sólo para jugar con niñas”. La proclama sale de la boca de una muñeca que hace un llamamiento a los “juguetes del mundo” desde un atril situado en un escenario. No es la única seguidora de la revuelta. Los juegos infantiles salen a la calle a reivindicar que “jugar no tiene género”.
Esta es la reivindicación del Ministerio de Consumo que lidera Alberto Garzón, que ha otorgado vida propia por Navidad a los objetos más preciados de los niños, los juguetes, con quienes el Gobierno comparte su oposición a los clichés sexistas en la publicidad infantil.
El coordinador federal de Izquierda Unida, integrado en el Ejecutivo de coalición de Pedro Sánchez a través de Unidas Podemos, llama juguete sexista al que tiene versiones distintas para cada sexo. En definitiva, el que no se promociona como apto a la vez para niños y niñas. “Aunque seamos de plástico o de peluche, también tenemos nuestro corazoncito. Ha llegado el momento de decir basta. ¿Estáis con nosotros? ¡Sí! ¿Qué somos? ¡Juguetes! ¿Y qué queremos? ¡Igualdad!”, aseguran en un vídeo, a modo de comunicado, los muñecos animados al frente de la ‘rebelión de los juguetes’.
Esta particular revuelta ha tenido su 15-M con una simbólica pegada de carteles. Este jueves se ha estampado la cara seria de un osito de peluche rosa en Barcelona, Sevilla y Madrid, donde está convocada una “huelga” para el próximo domingo, a las 11 de la mañana, en el Teatro de Títeres del parque del Retiro.
Pues bien. El Ministerio de Consumo sacó a concurso público el pasado mes de agosto esta campaña publicitaria con un coste aproximado de 100.000 euros, IVA incluido. Según la memoria justificativa, consultada por El Chivato, el ministerio ha insistido en lanzar el mensaje en las vísperas de las fiestas de Navidad con el objetivo de eliminar “clichés” al elegir los regalos para los más pequeños de cara a Papá Noel y los Reyes Magos. También como contención ante la avalancha de anuncios que los fabricantes de juguetes emiten estos días en las cadenas de televisión y publicitan en la prensa o en las redes sociales.
Garzón consideraba útil advertir a los padres de que alrededor del 40% de los anuncios que promocionan productos para la diversión infantil limita a las niñas, por un lado, a lo relacionado con la belleza y los cuidados personales, y por el otro asocia a los niños con las profesiones de piloto, policía o militar. Por eso había ordenado grabar un vídeo en distintos formatos que iba a difundirse durante las fiestas navideñas en “televisión, cine e internet”.
Se trataba de un vídeo de campaña de cinco minutos de duración máxima, subtitulado y con lengua de signos en castellano. Así mismo, se iban a realizar versiones subtituladas en las lenguas cooficiales. También se pedían versiones más cortas y hasta ‘teaser’ de 15 a 30 segundos de duración.
