Los “motivos empresariales” del cambio de director de Armamento y Material
Margarita Robles va camino de cumplir cuatro años como ministra de Defensa. Cuando asumió la cartera, nombró a un secretario de Estado y un subsecretario, pero mantuvo la cúpula militar y a numerosos altos cargos que habían sido nombrados por su antecesora, María Dolores de Cospedal. Posteriormente ha ido eligiendo a su propio equipo.
De los cargos designados por el Gobierno del PP apenas queda ya el Jefe de Estado Mayor del Aire (JEMA). A finales de enero, el Consejo de Ministros cesó al director general de Armamento y Material, el almirante Santiago González, y nombró en su lugar a otro almirante, Aniceto Rosique.
Curiosamente, se produjo una permuta de puestos: el almirante Rosique era el jefe de Apoyo Logístico de la Armada, cargo en el que ha sido recolocado el almirante González tras dejar el ministerio.
El Chivato ha podido saber que, entre oficiales generales con experiencia en puestos de responsabilidad en las Fuerzas Armadas, ha sido muy comentado el cese de Santiago González y ese “intercambio de puestos”.
Hay quien lo ve como “un feo”, “una afrenta” hacia el almirante Santiago González. El ex director general de Armamento agotará en unos meses su carrera como militar en activo, por lo que podría haberla culminado en el puesto, en vez de verse “devuelto” a la Armada para ocupar la Jefatura de Apoyo Logístico ni siquiera durante un año.
Generales y almirantes coinciden en ver una clara “motivación empresarial” en el relevo al frente de la Dirección General de Armamento y Material. Es este un órgano clave: dirige los planes y programas de investigación y desarrollo de sistemas de armas y equipos de interés para la defensa nacional, gestiona los programas de obtención, de modernización y de sostenimiento común de los sistemas de armas y equipos de interés para la defensa nacional e impulsa la gestión y tramitación de los expedientes de adquisición de los sistemas y equipos necesarios para las Fuerzas Armadas.
Quienes conocen su trayectoria apuntan que el almirante Santiago González tiene un gran prestigio y liderazgo. En estos años ha tenido que tomar decisiones complicadas, que han afectado a grandes empresas de armamento: Airbus, Indra, General Dynamics (Santa Bárbara)... Por ejemplo, Airbus mostró públicamente su “perplejidad” cuando Defensa eligió a Indra, y no a Airbus, como coordinador español del programa del futuro avión de combate europeo (FCAS).
González tuvo que lidiar con las empresas de armamento, así como con los ejércitos, que pugnan entre ellos por que las compras que consideran más necesarias consigan colarse en la lista de prioridades del ministerio.
No pocos generales y almirantes lamentan que al ya ex director general de Armamento y Material le ha faltado respaldo político en esas ‘batallas’. Apuntan que en los últimos años se ha extendido la sensación de que los grandes programas de adquisición de armamento se deciden más en el Palacio de la Moncloa o en el Ministerio de Industria, que en el número 109 del Paseo de la Castellana, sede del Ministerio de Defensa.
Una vez relevado Santiago González, las empresas tendrán enfrente al almirante Aniceto Rosique. En ambientes militares le definen como una persona de una gran empatía personal, con gran capacidad para hacer equipo, subrayar las coincidencias frente a las discrepancias, y sacar adelante situaciones complicadas.
Además, tiene cierta popularidad entre dirigentes políticos. José Bono, en su libro ‘Diario de un ministro’, cuenta una conversación con Federico Trillo, antes de hacerse cargo del Ministerio de Defensa. Bono atribuye a Trillo críticas a los entonces JEMAD y JEMA, pero a cambio el ministro saliente citó entre “los mejores” a miembros de su gabinete técnico. Mencionó expresamente a Aniceto Rosique, que como capitán de Fragata era consejero técnico de ese gabinete técnico del ministro.
