El nuevo hombre de confianza de Robles autorizó la polémica vacunación de militares
Margarita Robles no ha hecho cambios en el organigrama del Ministerio de Defensa ni en la cúpula de las Fuerzas Armadas después de haber sido confirmada como ministra en el Gobierno que formó Pedro Sánchez en noviembre. Siguen la secretaria de Estado de Defensa, la subsecretaria, la directora del CNI, el JEMAD, el JEME (Tierra), el AJEMA (Armada) y el JEMA (Aire)...
Sólo ha habido una marcha importante del equipo más cercano a la ministra. A la vuelta de las vacaciones de Navidad cesó como jefe del gabinete técnico de la ministra el general de división del Ejército del Aire Pablo Guillén, quien ha pasado a ser director de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas (ESFAS).
Antes que Guillén, el puesto lo ocupó Amador Enseñat, teniente general del Ejército de Tierra. Enseñat fue nombrado Jefe de Estado Mayor del Ejército (JEME), le sucedió Guillén (del Ejército del Aire), y según adelantó este lunes The Objective, el nuevo jefe del gabinete técnico de la ministra va a ser un almirante de la Armada.
El elegido es Antonino Cordero, hasta ahora vicealmirante (equivalente a general de división). Se espera que este martes el Consejo de Ministros le ascienda al empleo de almirante, y que Robles oficialice su nombramiento para un cargo que, según explican fuentes militares, ya está ejerciendo en la práctica.
El nombre de Antonino Cordero apareció en uno de los episodios más polémicos que han vivido las Fuerzas Armadas, especialmente la cúpula militar, en los últimos años, y que se saldó con varios ceses: la vacunación frente al coronavirus.
La campaña para proteger a la población española ante los efectos más graves de la infección por Covid-19 comenzó a finales de diciembre de 2020. Durante el mes de enero de 2021 se inyectaron las primeras dosis de la vacuna a ancianos de residencias de la tercera edad, y a médicos, enfermeros y demás personal de hospitales y centros de salud.
Había un orden de vacunación, por grupos de edad y vulnerabilidad. En esas primeras semanas surgieron las primeras polémicas, sobre algunos cargos políticos (concejales) que se ‘colaron’ y se vacunaron a la vez que los ancianos de las residencias.
En ese contexto, Confidencial Digital desveló el viernes 22 de enero de 2021 que ya habían recibido la primera dosis el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general del aire Miguel Ángel Villarroya; y otros altos mandos del Estado Mayor de la Defensa, como el Jefe del Estado Mayor Conjunto, teniente general Fernando García González-Valerio; el comandante del Mando de Operaciones, teniente general Francisco Braco Carbó; el adjunto de apoyo del Jefe del Estado Mayor del Mando de Operaciones, general de brigada Carlos Prada Larrea; y el adjunto para operaciones al Jefe del Estado Mayor del Mando de Operaciones, general de brigada Francisco Javier Vidal Fernández.
La publicación de la noticia suscitó una fuerte polémica. Margarita Robles anunció que había pedido un informe sobre este asunto. Al día siguiente de la noticia, el sábado 23 de enero, se hizo público que el JEMAD había solicitado su cese a la ministra de Defensa, que lo había aceptado.
Ese mismo día, el diario Vozpópuli reveló que diez días antes el Estado Mayor de la Defensa, al igual que el Ejército de Tierra, la Armada, el Ejército del Aire, la UME y el Cuarto Militar de la Casa del Rey recibieron una instrucción dando orden de vacunar a su personal, según cierto orden. Esa instrucción la había remitido la Subsecretaría de Defensa. No llevaba la firma de la subsecretaria, por entonces Amparo Valcarce, sino del director del gabinete técnico de la subsecretaria, Antonino Cordero Aparicio.
El del JEMAD Villarroya no fue el único cese de un alto mando militar por la vacunación. El inspector general de Sanidad de la Defensa (IGESAN), el general de división médico Antonio Conde Ortiz, fue cesado meses después, tras una nueva polémica con las vacunas destinadas a la Armada.
Margarita Robles apartó a Conde, pero para evitar reveses judiciales, no forzó el pase a la reserva del hasta entonces jefe de la Sanidad Militar. Colocó a Conde como director de la Academia Central de la Defensa (de los Cuerpos Comunes), y le sustituyó en la Inspección General de Sanidad por un general farmacéutico, una situación que dura hasta hoy y que sigue siendo vista con desagrado por no pocos médicos militares.
Además, se da la anomalía de que el escalafón del Cuerpo Militar de Sanidad no lo encabeza el inspector, el general de división farmacéutico Juan José Sánchez Ramos, sino su antecesor, el general médico Antonio Conde.
Los ceses -aunque con recolocación- del general Villarroya y del general Conde fueron los efectos colaterales de estas polémicas, de las que sin embargo no salió malparado Antonino Cordero, pese a haber firmado el mensaje sobre vacunación ya citado.
El vicealmirante Cordero se mantuvo en el cargo de jefe del gabinete técnico de la subsecretaria. Cuando en 2022 Amparo Valcarce pasó a ser secretaria de Estado de Defensa, la nueva subsecretaria, Adoración Mateos, conservó a Antonino Cordero en ese puesto de confianza. De ahí da ahora el salto a jefe del gabinete técnico de la ministra de Defensa, un puesto del que en los últimos años han salido un JEMAD (Villarroya) y un JEME (Enseñat).
En el Ministerio de Defensa existen dos tipos de gabinetes. La ministra cuenta con un gabinete “de asesoramiento especial a la persona titular del Ministerio de Defensa, que actúa como órgano de apoyo político, técnico y en tareas de confianza en el cumplimiento de las labores de carácter parlamentario, en sus relaciones con las instituciones y la organización administrativa”, y con un gabinete técnico “que le apoya, asesora y da asistencia inmediata”.
El jefe del gabinete técnico de la ministra debe ser oficial general (de general de brigada o contralmirante para arriba), y tiene rango de director general.
