Sánchez no tendrá que rendir cuentas ante el partido al menos hasta dentro de un año
El Partido Socialista se encuentra en mitad de las negociaciones para conseguir revalidar el Gobierno de coalición. La investidura del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, parece abocada al fracaso y en Ferraz trabajan sin prisa, pero sin pausa, en convencer a Junts per Catalunya. La formación de Carles Puigdemont ha exigido, por boca del propio expresident, la aprobación de una ley de amnistía a los encausados por el procès y el 1-O, antes de una futura investidura de Pedro Sánchez.
Un precio que algunos socialistas, como el expresidente Felipe González, el exvicepresidente Alfonso Guerra, o el exdiputado, Odón Elorza, consideran demasiado alto e incluso inasumible. “Una amnistía o ley similar como condición previa de Puigdemont a iniciar la negociación es inaceptable en democracia”, afirmó Elorza.
Sin embargo, el órgano más importante del partido, el Congreso Federal del PSOE, no se celebrará hasta dentro de uno o dos años. Así lo determinan los estatutos de la formación socialista, que establece su celebración entre tres y cuatro años después del último Congreso ordinario —que tuvo lugar en octubre de 2021—. De modo que no se organizaría otro hasta 2024 o 2025. Incluso si la ejecutiva federal lo decidiese, podría alargarse un año más, hasta 2026. En la recta final de una hipotética legislatura, si Sánchez consigue la investidura y mantener la gobernabilidad.
De modo que el secretario general de los socialistas no tendrá que responder ante el partido por la aprobación de una amnistía que levanta ampollas en algunos sectores, aunque no con influencia relevante. De los políticos en activo, solo Emiliano García-Page ha mostrado su rechazo a conceder una amnistía a los líderes políticos catalanes.
