A Willie Walsh, presidente de British Airways, que recoloca en un nuevo puesto a una de sus empleadas para que no luzca un crucifijo

Nadia Eweida, de 56 años, trabajaba en el aeropuerto londinense de Heathrow, y demandó a British Airways por discriminación después de que sus jefes le dijeran que no podía seguir llevando la cadena con el crucifijo porque violaba el reglamento sobre uniformes de la aerolínea. La compañía le ofreció un nuevo puesto de trabajo donde no tendría que ir uniformada. Eso le permitiría seguir exhibiendo ese crucifijo. Eweida rechazó la propuesta y decidió acudir a la justicia tras desestimar una oferta de 8.500 libras (11.500 euros). Ahora la justicia le ha dado la razón a la aerolínea. No se trata de contradecir a la justicia. Se trata de libertad. Libertad para elegir y no ser discriminados. Guindilla al máximo responsable de British Airways, Willie Walsh.

 

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