Pre jugarreta anticonstitucional

Para hablar de la Ley de Amnistía o la Ley 46/1977, de 15 de octubre, de Amnistía, debemos saber que se trata de una norma jurídica con rango de ley promulgada e España el 15 de octubre de 1977 que entró en vigor el día de su publicación en el Boletín Oficial del Estado, el 17 de octubre de ese año.

La ley establecía la amnistía para todos los actos de intencionalidad política considerados delitos por la legislación ejecutados hasta el 15 de junio de 1977, fecha de la celebración de las primeras elecciones democráticas. Igualmente, usándola como verbo, también amnistiaba: autoridades, funcionarios y agentes del orden que hubieran cometido delitos o faltas durante la persecución de actos políticos o hubieran violado ‘‘los derechos de las personas’’.

Por otro lado, destacar que su objetivo fundamental era eliminar algunos efectos penales que pudieran hacer peligrar la consolidación de la democracia en España.

Desde 1977 hasta nuestros días, han pasado 46 años. Han sido 46 años con mucha historia, muchos procesos, muchos cambios y muchas modificaciones en cuanto a la sociedad corresponde y respecto a este tema. Por eso, considero, que el debate actual sobre la legitimidad de una nueva ley de Amnistía merece una sopesada reflexión.

Comenzamos por quejarnos de que todo está politizado, de que ya no podemos distinguir entre un apartado u otro, dado que tiene un color o ideología, pero acabamos politizándolos y dotándolos, con pinceladas de los distintos rasgos partidistas y permitiendo que un prófugo de la justicia no sólo haya estado en diferentes países europeos sin consecuencia alguna, sino que la señora Yolanda Díaz, vicepresidenta del gobierno que todos sostenemos mensualmente, viaje a visitarlo con nuestro dinero para un intento de pacto con él con estrategia de ‘‘Portavoz de Sumar’’.

Y lo peor no es eso, sino que, además, me gustaría que alguien me pudiera explicar cómo el prófugo de la justicia Española, Carles Puigdemont, ha pasado de montar el circo, convocar un referéndum ilegal, huir de España y pasar desapercibido a ser, en la actualidad, una pieza ‘‘clave’’ para que se forme gobierno en España.

La gravedad del asunto, de la situación, parece pasar desapercibida para aquel que, realmente, no quiere ni escuchar ni reflexionar. Apoyan todo por encima de sus posibilidades, inaudito, lo nunca visto. Aquí la cuestión es, ¿realmente queremos una España que esté en manos de personas que no quieren formar parte de ella pero sí tener una mensualidad pagada por todos los españoles?

 

Video del día

Isabel Díaz Ayuso: El Dos de Mayo muestra un Madrid "resonante"
y una España que nunca se rindió
Comentarios