Sanidad Pública en España: ¿Una de las mejores del Mundo?

Médico de la Sanidad pública.
Médico de la Sanidad pública.

De manera machaconamente reiterativa se proclama que en España tenemos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo. Algunos, entre lo que me incluyo, hemos repetido, también con insistencia, que el árbol no debe impedirnos ver el bosque en toda su extensión. El que tengamos servicios modélicos en el mundo, como puede ser el Plan Nacional de Transplantes o la existencia, por fortuna, de profesionales sanitarios, más concretamente médicos, de gran prestigio, no significa que nuestro Sistema merezca la misma valoración en su conjunto. 

Uno de los más sensibles y vulnerables talones de Aquiles de nuestro Sistema Sanitario es su ideologización que enfrenta, y no coordina y potencia, la inciativa pública con la privada. Es llamativo que aceptemos, como totalmente normal y lógico que, en un Estado Libre y con Economía de Mercado, haya billetes de primera o preferente, hoteles de 5 estrellas y otros mucho mas modestos, y no asumamos que la asistencia sanitaria tiene un requisito común e irrenunciable, que es la prestación de una atención sanitaria igual para todos, sin regateo de medios diagnósticos ni terapéuticos, rápidos y ágiles, al alcance de cualquier ciudadano, independientemente de su lugar de residencia y posibilidades económicas y no se acepte que también puede haber otra parte de la atención sanitario-hotelera diferenciada siempre que se asuma el pago de su sobrecoste; por citar un ejemplo, habitaciones más lujosas y caras, menús a la carta etc, etc, si con los beneficios que reportan estas prestaciones al Hospital se puede mejorar su funcionamiento y dotación general. Resulta igualmente chocante que aceptemos pagar la entrada a un determinado espectáculo, o el menú de un restaurante más o menos costoso y no asumamos que la asistencia sanitaria es cada día más sofisticada y onerosa que hay que pagar entre todos. Es como una delicada flor que conviene mimar para garantizar su supervivencia. En algún pais de nuestro entorno, al paciente hospitalizado se le cobra una mínima y testimonial cuota, que equivale al calculado ahorro de la pensión alimenticia que no consume en su domicilio. 

El Sistema Santario debe buscar, en todo momento y prioritariamente, el beneficio de la persona enferma que demanda atención buscando su curación o, almenos, su mejoría. Cuando alguno, entre los que me cuento,durante nuestra formación postuniversitaria, el actual Mir en España, hacíamos guardia en algún hospital de paises de nuestro entorno socio-económico, disponíamos de un callejero en el que figuraban las calles asignadas a nuestro Hospital, sin distinción entre publico y privado, en ambos tuve la misma experiencia, para el ingreso y atención obligada en los casos urgentes que nos llegaban, bien en ambulancia o de forma autonóma y precisaban atención hospitalaria. Paralelamene a esta garantía, otra no menos valiosa, el ciudadno disponía, y dispone, del derecho y libertad para elegir el Médico o Centro Sanitario en el que desea ser atendido, incluso, dependiendo de las circunstancias, con reintegro de los gastos de desplazamiento si elige otra ciudad diferente a la de su habitual residencia. Y estoy hablando de un Pais descentralizado, Federal, como es Alemania y la ciudad a la que me refiero Colonia. Como contraste, en España 17 reinos, no quiero calificarlos de taifas, que suponen auténticas fronteras con 17 tarjetas 

sanitarias diferentes, con frecuencia sin sistemas informáticos compatibles e intercomunicados, ¿no sería suficiente una tarjeta única con validez en todo el territorio nacional?. El médico de familia, el que siempre se ha llamado médico de cabecera o de confianza, el que estaba siempre asequible para cualquier duda o consulta, se nos asigna ahora por “decreto” y, aunque en teoría se puede elegir entre los disponibles en tu, “tambien asignado”, Centro de Salud, dependerá el resultado de que te acepte o no el facultativo deseado que, por otra parte va a cobrar lo mismo si te suma o no su a su grupo de paciente o cupo asignado. ¿No debería existir algún tipo de incentivo, en función a los pacientes atendidos?. ¿no es el momento de plantearse otras soluciones, como, por ejemplo, dar mayor “autonomía” al médico para que organizase su propio trabajo en el Centro de Salud, ya no qiero hablar de su propio consultorio, percibiendo parte de su remuneración en función de los pacientes atendidos? ¿No se fomentaría, de esa manera, una relación más directa y una mayor confianza mutúa entre médico y paciente si su relación está basada en la voluntariedad de dicha relación?. 

Podría extenderme en otras consideraciones, pero me sentiría plenamente satisfecho, si el lector se preguntase, tras la lectura de este comentario, ¿realmente tenemos uno de los mejores Sistemas Sanitarios del Mundo, si no puedo elegir mi médico de confianza, mi Centro de Salud, mi Hospital y, cuano cruzo la “frontera” de una “Autonomía” a la próxima, encuentro determinadas trabas para ser atendido en mis necesidades sanitarias?. ¿De verdad, es uno de los mejores Sistemas Sanitarios el que ha hecho posible que España tenga uno de los más altos porcentajes de mortalidad del Mundo, en la actual pandemia del Covid-19?

Fausto Gómez Guillén. 

Licenciado y Doctor en Medicina.

 

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