Cambio en Vocento. Los accionistas ‘críticos’ ratifican su apoyo a Luis Enríquez y centran el problema en un consejo “que no funciona porque no decide”

Fuentes internas de Vocento, consultadas por El Confidencial Digital, cuentan que los accionistas ‘críticos’ lo notificaron al resto en el consejo de administración celebrado ese mismo lunes, donde explicaron que su iniciativa buscaba, no abrir una ‘guerra’, sino unificar voluntades con un objetivo: sacar la compañía de la mala situación en que se encuentra.

La solicitud de un consejo extraordinario para cambiar el consejo de administración está liderada por las familias Bergareche y Urrutia, junto con Manuel Jové y Félix Revuelta (Naturhouse), que en conjunto reúnen el 20,6% del capital, y en este movimiento han tenido un papel más activo Juan Urrutia (hijo de Víctor Urrutia) y Santiago Bergareche. En el otro lado aparecen los Luca de Tena y los Ybarra.

Cuatro consejeros en cuatro años

Los argumentos del sector ‘crítico’ se resumen en que la compañía no funciona, que el consejo no toma decisiones, y por ello el grupo está cada vez peor, con unas pérdidas de 54 millones de euros el año pasado, el peor ejercicio de la historia, con la acción devaluada un 90% y con la compañía que ha perdido el cash que había acumulado.

La máxima expresión de esa falta de dirección –afirman- es que Vocento ha tenido cuatro consejeros delegados en cuatro años y los problemas siguen.

Insisten en que el problema no es de presidencia ni de dirección, y que un simple cambio de presidente, como el que corresponde aprobar en abril por la salida de Diego del Alcázar, “no resuelve nada, sería otro parche. El problema es un consejo de no decide”.

Menos familias e incluir independientes

La propuesta de los Bergareche-Ibarra para la renovación del consejo de administración se centra en dos líneas: reducir el número de consejeros (actualmente son 16 y la idea es situarlos en torno a los 12), rebajar la presencia de las ‘familias’, y nombrar varios consejeros independientes, en torno a cuatro o cinco. Al ser más reducido, también supondrá menos coste.

De acuerdo con el requerimiento notarial, tendría que convocarse una junta general extraordinaria en el plazo de dos meses, es decir antes del 28 de abril, si bien antes está prevista una junta ordinaria y en esa junta podría decidirse adelantarlo.

Lanzar un órdago

Fuentes cercanas a los Bergareche-Urrutia relatan que llevaban tiempo diciendo en el consejo: “Hay que renovarlo”. Y que, en vista de que el resto no les hacía caso, han decidido lanzar este órdago. Consideran también que con la actual composición del consejo no pintan nada.

Han transmitido a la dirección que todo esto no va con ellos, han confirmado al consejero delegado, Luis Enríquez, y le han dicho que siga trabajando, que hay plena confianza en él.

Comentan que los ‘críticos’ no tienen seguridad de que su iniciativa vaya a tener éxito, pero que han decidido actuar porque la situación estaba siendo ya imposible, con un consejo de administración que ha estado paralizado estos cuatro años. En cualquier caso, quieren que se debata y se decida por la junta general, puesto que los intentos dentro del consejo no han tenido resultado y que sus conversaciones y gestiones particulares con el otro grupo, los Luca de Tena-Ybarra, no han llevado a nada.

Esas fuentes cercanas insisten en “no es una guerra contra los Luca de Tena y los Ybarra”, sino que se trata de buscar una solución.

Reconocen que había la opción de intentar hacerse con el 30% del capital y lanzar una opa por el conjunto de la compañía, pero lo ajustados de los paquetes y la división en el consejo acción muy complicada e incierta esa operación.

En cuanto a los rumores que han circulado de que Jaime Castellanos podría estar también en la operación, únicamente apuntan que tiene buena relación con Manuel Jové y con Félix Revuelta.