El Gobierno teme que la “guerra del fútbol”, entre dos amigos suyos como Prisa y Mediapro, acabe salpicándole y castigándole
No están tranquilos en el Gobierno con la “guerra del fútbol”, es decir, la pelea entre Prisa (Sogecable) y La Sexta (Mediapro), que enfrenta a dos grupos de comunicación que son “amigos”. Temen en Moncloa que la batalla acabará salpicándoles.
La pugna por los derechos del fútbol televisado, que está poniendo en riesgo la retransmisión de partidos en el inicio de la Liga, entre ambos contendientes está resultando de una dureza extrema porque los intereses económicos en juego se cifran en millones de euros.
Según informaciones recogidas por El Confidencial Digital en ámbitos cercanos al Ejecutivo, la inquietud del Gobierno tiene que ver, primero, con que en la anterior guerra, resuelta por el entonces ministro Álvarez Cascos mediante el invento de los partidos de “interés general”, desde el bando socialista se arremetió sin cuartel contra el Gobierno de Aznar y el modo de afrontar el contencioso.
Pero lo que más asusta es que se trata de una pelea entre dos grupos “amigos”. Y, por tanto, cualquier que sea quien gane, el otro quedará dolido e intentará “castigar” al Gobierno por no haberle ayudado suficientemente. O sea, que el enfado está asegurado, y las bofetadas sobre el Ejecutivo parecen inevitables.
El Grupo Prisa ya ha empezado a presionar al Gobierno de Rodríguez Zapatero, empezando por el secretario de Estado de Deporte, Jaime Lisavetzky, mientras que el otro contendiente, Mediapro, tiene detrás a La Sexta y en septiembre sacará a la calle su diario, Público.
