Así es el protocolo contra abusos sexuales del nuevo ‘Gran Hermano’: sesiones psicológicas, espacios seguros y paralización de grabaciones
La productora Zeppelin ha diseñado un documento de cuarenta medidas con la ayuda de expertos para evitar casos como el de Carlota Prado
- Cuarenta medidas
- No emitir la imágenes para evitar el "estigma social"
- Antes del inicio del programa
- Durante el programa
- Después del programa
‘Gran Hermano VIP’ es la gran apuesta de Telecinco para la vuelta del verano. El reality por excelencia, que será presentado por Marta Flitch y Ion Aramendi, se estrena el 14 de septiembre y la cadena lleva días promocionándolo por todo lo alto, con cuñas con todos los rostros destacados de Mediaset, un reclamo permanente para anunciar que queda menos de un mes.
Cuarenta medidas
Este reality regresa seis años después de su última emisión, una vez que el caso de Carlota Prado ha sido juzgado. No obstante, para evitar casos como el citado, de cara al futuro, la productora Zeppelin ha diseñado un protocolo anti abusos sexuales con cuarenta medidas.
Este documento ha sido elaborado a partir del análisis de expertos en medicina forense, psicología clínica y comunicación, para posibles abusos sexuales en un “entorno de alto alcance social”. Este escrito asegura que no aspira a ser “un trabajo científico” pero sí lo suficientemente riguroso como para unir “una serie de recomendaciones” en casos de abusos en “entornos de alta visibilidad”.
No emitir la imágenes para evitar el "estigma social"
Las recomendaciones de ese escrito son válidas independientemente del género de los implicados, se aclara. Según explica, en los grupos cerrados, “al estar minimizado el contacto con el exterior”, los sentimientos “se potencian y tienen más intensidad”.
Por eso se ve conveniente “evitar la divulgación del hecho para proteger a la víctima”. Dada la mayor intensidad de los grupos cerrados, es conveniente no emitir las imágenes, puesto que da lugar al "señalamiento y la estigmatización social". Estas medidas se tendrán en cuenta antes, durante y después del programa.
Antes del inicio del programa
Además, la productora Zeppelin se compromete a la formación en “igualdad, género y sexismo”del equipo encargado del programa. Por otro lado, se evitarán situaciones dónde se pueda realizar una ingesta excesiva de alcohol, ya que “no habrá neutralidad” entre agresor y víctima.
Con los concursantes habrá además una sesión específica para dejar claro “la política de tolerancia cero ante cualquier situación de abuso”. Cada concursante “deberá facilitar a la organización la persona de confianza” con la que contactar en caso de sufrir alguna agresión.
Durante el programa
Durante el desarrollo del reality, la factoría se compromete a denunciar conductas delictivas a la mayor brevedad posible. Además, se tomará conciencia de lo sucedido y se evaluará la situación para “actuar siempre pensando en los hechos que se han producido”.
Asimismo, en el documento se deja claro que se debe situar “a la víctima en primer término” y se realizará “un seguimiento específico” en cuanto puedan detectarse “indicios de dominación”. Antes de poder tomar decisiones que afecten a la víctima, “se evaluará el incidente con el equipo de psicólogos” y Zeppelin “deberá hacer partícipe a la víctima, preguntándole su opinión al respecto”.
En el proceso de comunicación y gestión de la situación deben involucrarse al menos tres partes: la persona de confianza/contacto cercano de la víctima, la organización y los especialistas.
La comunicación se llevará a cabo preferentemente en una ubicación diferente al espacio habitual que acostumbre a ocupar la persona agraviada y por una persona diferente a la que suele comunicarse con los concursantes.
Respecto a los participantes, no se recomienda grabar la conversación, ya que es “un tema confidencial”. Y se incluye otro consejo: “no se deben visionar las imágenes sin haber preparado antes a la persona para la recepción del contenido”, como sucedió en la última agresión sexual.
Se puede ofrecer a la víctima que decida con quién quiere estar a la hora de recibir la información, en un ambiente de cercanía e intimidad, en un clima de confianza, de apoyo emocional con personas cercanas y fuertes. Además, se esperará a que la víctima decida si quiere iniciar la conversación.
En la comunicación con la víctima se priorizarán frases “que trasladen empatía con la víctima” y “atender a sus diferentes estados emocionales” ayudando con contacto físico. Si aumenta el nivel de ansiedad, se debe poner a disposición del afectado una valoración médica y controlar su estado de salud en base a la prescripción médica más conveniente.
También se asume que se podrá parar el proceso o la comunicación cuando la víctima lo pida y posponerlo durante unos minutos hasta que ella se sienta capaz de continuar. Todas las preguntas planteadas por la víctima deben ser resueltas de forma transparente y aclaratoria, mostrando total disposición a “aportar las respuestas que no se tengan en ese momento”.
También, se creará “o facilitará un espacio seguro donde pueda expresar el conjunto de sus emociones: sorpresa, desconcierto, incredulidad, rabia, dolor, y que alguien le ayude a comprenderlas y gestionarlas”.
Después del programa
Una vez que acabe el programa, la productora Zeppelin TV trasladará a la víctima “el compromiso de total apoyo para afrontar todas las vicisitudes que los hechos pueden conllevar. No se trata de ofrecerle una compensación por el abuso/incidente en sí, sino de prestarle una ayuda que le permita superar el perjuicio o el daño que el hecho haya producido en su vertiente económica o profesional”.
También sé deberá “ofrecer igualmente apoyo psicoterapéutico para que la víctima pueda crear una red de apoyo con su familia, amigos y compañeros”. Es recomendable tratar de mantener el seguimiento, soporte y contacto con la víctima, incluso una vez finalizada la relación laboral.
En caso necesario, se valorará la posibilidad de “recurrir a especialistas en la materia ante situaciones complejas”. Por otro lado, se valorará “ayudar a la víctima a crear un proyecto vital, por los daños sufridos dentro del ámbito de la organización”.
