La ficción de Antena 3 que pasó desapercibida y hoy arrasa entre las más vistas en Netflix
La ficción televisiva tiene a veces segundas oportunidades. Eso es lo que ha ocurrido con Presunto culpable, una producción que pasó casi inadvertida en su estreno original y que hoy ha irrumpido con fuerza en el catálogo de Netflix.
Lo que parecía un recuerdo lejano de Antena 3 se ha transformado en un fenómeno de streaming, situándose entre las series más vistas en España y superando incluso a producciones internacionales de gran presupuesto.
La trama que volvió a atrapar
La historia gira en torno a Jon Arístegui, interpretado por Miguel Ángel Muñoz, un biólogo que regresa a su pueblo natal en Euskadi tras la muerte de su padre. Allí resurgen los recuerdos de la desaparición de su novia Anne, encarnada por Alejandra Onieva, un misterio no resuelto que marcará el desarrollo de la serie.
Con una única temporada de 13 episodios, Presunto culpable combina thriller psicológico, secretos familiares y tensiones comunitarias. Los flashbacks aportan piezas clave que mantienen la intriga hasta el desenlace.
Un rodaje en escenarios emblemáticos
Uno de los principales atractivos de la serie es su ambientación. Fue rodada en enclaves naturales y costeros del País Vasco, como San Juan de Gaztelugatxe, Mundaka, Bermeo, Gernika y la Reserva de Urdaibai. También aparecen playas como Laga y Laida, el faro de Matxitxako y diversos puertos pesqueros.
Estos escenarios aportan una atmósfera única y transmiten autenticidad. El contraste entre los parajes marineros y las escenas urbanas en Bilbao refuerza el carácter de la historia, dotando a la producción de un sello visual muy particular.
El paisaje como protagonista
Los acantilados, los puertos y las localidades costeras no son un mero decorado. Funcionan como un elemento narrativo que intensifica la tensión y el misterio. Este recurso convierte al entorno en un personaje más dentro de la trama.
El fenómeno del redescubrimiento
La serie se ha situado en el top 5 de Netflix en España, solo por detrás de El refugio atómico, Dos tumbas y Black Rabbit, y por encima de títulos tan reconocidos como Miércoles o la premiada Adolescencia. Este éxito tardío pone de manifiesto cómo el streaming puede revitalizar productos televisivos que en su día pasaron desapercibidos.
Claves de su éxito actual
- Una narrativa sólida que combina drama y suspense.
- Personajes complejos con conflictos emocionales intensos.
- Escenarios naturales que refuerzan la autenticidad del relato.
- El efecto plataforma: la visibilidad global que aporta Netflix.
Este fenómeno recuerda que el consumo audiovisual ha cambiado. Lo que antes quedaba relegado al archivo de las cadenas ahora puede encontrar una nueva vida en el streaming, atrayendo a una generación distinta de espectadores.
Una apuesta por el thriller español
A pesar de que Antena 3 no renovó la producción para una segunda temporada, su éxito actual confirma que el público sigue apreciando los relatos cargados de suspense y con ambientaciones locales reconocibles. De hecho, la serie contribuye a la proyección cultural y turística del País Vasco, al mostrar paisajes que han sido reconocidos por instituciones oficiales como patrimonio natural de gran valor.
El caso de Presunto culpable refuerza la idea de que una buena narrativa no caduca. Siete años después de su estreno, ha conseguido convertirse en un éxito inesperado en Netflix, consolidando al thriller español como un género con capacidad de trascender fronteras y épocas.
