Mercedes Milá no se guarda nada y lanza este dardo a Pablo Motos
Mercedes Milá ha vuelto a convertirse en el centro de atención tras su paso por el programa Pasa sin llamar de La 2. La veterana periodista, símbolo de una televisión directa y sin filtros, ha ofrecido un testimonio que ha resonado con fuerza en redes y medios.
En una conversación distendida pero intensa, conducida por Inés Hernand y con la participación de figuras como Alba Carrillo y Carmina Barrios, Milá abordó aspectos personales y profesionales que no habían salido antes a la luz.
Una figura clave de la televisión en España
Con más de cinco décadas en la pequeña pantalla, Mercedes Milá es una de las comunicadoras más influyentes del panorama mediático español. Desde sus inicios en los años setenta, ha encarnado un estilo directo, combativo y emocional que ha calado profundamente en varias generaciones de espectadores.
Invitada al espacio Pasa sin llamar, emitido por La 2 de RTVE, la periodista abordó su trayectoria con una honestidad pocas veces vista en la televisión.
Un reconocimiento agridulce
Durante la charla, Milá reconoció no atravesar su mejor momento personal. A ello sumó una reflexión crítica sobre cómo su propio estilo televisivo, el mismo que le dio notoriedad y éxito, también le cerró puertas: “Dijeron que era una persona muy conflictiva y que era mejor no contratarme”.
Con sinceridad, relató que su entonces pareja, José Sálamo, fue un apoyo esencial en esos momentos: “Si no llega a ser por él, hubiera tenido que volver con mis padres”. Una confesión que ilustra las luces y sombras de una carrera marcada por altibajos, al igual que el río Guadiana, en sus propias palabras.
Juego televisivo con mensaje
En la parte final del programa, uno de los colaboradores, Germán González, propuso a los invitados un juego provocador: escoger entre tres conocidos presentadores —David Broncano, Pablo Motos y El Gran Wyoming— a quién salvar, a quién nominar y a quién expulsar.
Milá no dudó: “Lo siento, pero claramente voy a salvar a Wyoming”. Justificó su decisión destacando su trayectoria y capacidad analítica: “Tiene una cabeza muy interesante”. En cuanto a Broncano, lo nominó, aclarando que le “gusta muchísimo” pero que su afinidad con Wyoming pesó más.
Una expulsión por descarte
El descarte fue Pablo Motos, no sin dejar claro que valora su trabajo: “Lleva 16 años triunfando con El Hormiguero y es encantador”. La elección, según la presentadora, fue estratégica: “No puedo expulsar a Broncano de ninguna manera; es que le pondría en un pedestal”.
Impacto mediático y reacción del público
La franqueza de Milá ha sido ampliamente comentada. En redes sociales, muchos han aplaudido su valentía al hablar sin filtros, mientras otros han interpretado sus palabras como una llamada de atención sobre cómo la industria trata a las voces que no se adaptan a lo establecido.
Con esta intervención, Mercedes Milá no solo ha reabierto el debate sobre la meritocracia en televisión, sino que también ha ofrecido una lección de honestidad profesional que refuerza su lugar como referente mediático.
Mercedes Milá, una voz imprescindible
Su paso por Pasa sin llamar no ha sido solo una aparición más, sino un recordatorio del papel que comunicadoras como ella en la construcción de una televisión más transparente, crítica y humana. Su testimonio añade una nueva página a una carrera que sigue dejando huella.
