Siete advertencias a los moteros para salir vivo del verano

Dice la famosa obra de Fernando Fernán Gómez que “las bicicletas son para el verano”, pero ¿lo son las motocicletas? Podría pensarse que sí, puesto que comparten multitud de características con los velocípedos, pero lo cierto es que el periodo estival encierra tantas ventajas como inconvenientes para este tipo de transporte.

Moto Yamaha.
Moto Yamaha.

Frente al coche, cuyo uso y disfrute depende poco del buen tiempo atmosférico (de hecho, la climatología adversa fomenta su utilización), la motocicleta encuentra en el verano su estación más propicia. La apertura estructural del vehículo invita a disfrutar del agradable contraste entre el viento refrescante y los soleados días vacacionales.

No obstante, el verano también tiene un lado negativo. Basta con examinar los datos de la DGT para darse cuenta: el 33% de los motoristas fallecidos entre 2003 y 2012 tuvo el accidente fatal en los meses caniculares.

El Confidencial Digital se ha puesto en contacto con varios profesionales del sector de la automoción sobre dos ruedas para conocer los principales peligros de la carretera en verano, y cómo evitarlos. Estos son sus consejos:

1. Proteger la vista del sol

En esta época es cuando el astro rey brilla con más fuerza, lo que puede producir deslumbramientos, y con ello accidentes. Juan Carlos Toribio, director del Instituto de Seguridad Vial de la Asociación Mutua Motera, recomienda usar cascos con pantalla de protección solar.

Sin embargo, hay que tener cuidado con estos, indica. Aunque de día pueden ser verdaderamente útiles, de noche se convierten en un estorbo, puesto que reducen la visión efectiva. También pueden usarse para las horas más luminosas aquellas gafas de sol que, en caso de accidente, mantengan sus cristales intactos. De lo contrario éstos pueden producir cortes faciales.

2. Elegir un buen casco

Es la protección más importante de todas, y como tal la única obligatoria por ley. Es importante asegurar una buena ventilación y transpiración para sobrellevar de la mejor forma posible los efectos del calor.

Los más frescos son los de tipo jet, que dejan la cara descubierta. No obstante, su principal virtud es a la vez su mayor debilidad, puesto que en caso de accidente el rostro puede sufrir graves daños.

 

En todo caso, hay que asegurarse de que el producto está homologado conforme a la normativa europea.

3. Equiparse adecuadamente

Las altas temperaturas pueden invitar a subirse a la moto con ropa veraniega. Sin embargo, es preferible pasar un poco de calor que sufrir graves lesiones por un equipamiento insuficiente.

Juan Manuel Reyes, presidente de la Asociación Mutua Motera, sostiene que en medias y largas distancias los motoristas van generalmente mejor equipados, aunque en muchas ocasiones las prendas no están homologadas ni certificadas. Destaca especialmente los guantes, de los que más del 90% es de origen incierto.

En desplazamientos cortos, por otra parte, se da una mayor relajación respecto al uso del equipo, especialmente en verano. Precisamente por ello, el riesgo de lesión es mayor. Para disminuirlo, Reyes recomienda como mínimo pantalón largo y fuerte, guantes, botas y chaqueta.

Además, en el periodo estival no solo aumenta el número de accidentes; también lo hace la gravedad de estos, por la escasez de ropa en muchos casos asociada a la época.

4. Hidratarse bien

La deshidratación representa una gran amenaza para los moteros, puesto que supone un importante bajón de rendimiento. Sin embargo, es de los peligros menos evidentes. Juan Carlos Toribio afirma que dobla el tiempo de reacción medio.

Se produce aquí una situación espinosa. Un equipamiento insuficiente es inseguro, pero un exceso de éste puede producir deshidratación en conjunción con las altas temperaturas. La solución ya la dio Sócrates hace veinticuatro siglos: in medio virtus (en el medio está la virtud). Hay que encontrar, como se decía antes, prendas resistentes a la vez que transpirables.

“Hay que beber antes de tener sed”, afirma Toribio. Por ello es conveniente llevar siempre agua y bebidas isotónicas. De esta forma se previene también el riesgo de lipotimias causadas por la deshidratación.

5. Evitar las distracciones

Por obvio que pueda parecer, este es el mayor peligro al que se ven sometidos los motoristas. Según un estudio del RACE, es ésta la primera causa de siniestralidad en España.

El paisaje, el móvil, incluso los carteles de la Administración del Estado pueden convertirse en el desencadenante de un accidente.

El calor que acompaña a la temporada vacacional produce somnolencia, especialmente después de comer. Hay que tener cuidado con ésto, dado que unos escasos segundos con los párpados caídos son suficientes para producir un accidente.

6. Controlar el consumo de alcohol

Si bien esta norma es válida para todo el año, el aviso adquiere especial importancia en verano, puesto que es en esta época cuando se concentran la mayor parte de las fiestas de los pueblos de la geografía nacional. Con ellos suele venir aparejado un incremento sustancial del consumo de bebidas espirituosas.

7. Viajar en los momentos de menor tráfico

Siempre que sea posible hay que viajar cuando menos vehículos haya en la carretera, asegura Reyes. Esto tiene una doble vertiente: tanto desplazarse en las horas más tempranas del día como evitar las jornadas de traslados masivos.

A pesar de que los atascos resultan menos penosos para los motoristas que para los conductores de vehículos de cuatro ruedas, también los primeros corren riesgo en los atascos. La reducción de la velocidad aumenta la exposición al sol, y con ello el riesgo de deshidratación.

Video del día

Marta Rovira confirma que negocia con Sánchez
un referéndum de independencia para Cataluña
Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato