Mercedes-Benz E 220 d Cabrio. Bajo el cielo estrellado

Elegante y estilizado, así se muestra el Mercedes-Benz E 220 d Cabrio. Destaca en el frontal la característica parrilla de efecto diamante, en forma de trapecio, que acoge en el centro la estrella de Mercedes.
Elegante y estilizado, así se muestra el Mercedes-Benz E 220 d Cabrio. Destaca en el frontal la característica parrilla de efecto diamante, en forma de trapecio, que acoge en el centro la estrella de Mercedes.

La Clase E de Mercedes-Benz alberga en su catálogo una atractiva variante con carrocería descapotable, cuyo modelo de acceso es el Mercedes-Benz E 220 d Cabrio.  Va propulsado por un refinado a la par que eficiente motor diésel de 4 cilindros en línea y 2 litros de cilindrada (194 CV), que lleva acoplado un cambio automático tipo convertidor de 9 relaciones. Su precio es de 80.440 euros

Quizá uno de los mayores placeres de la conducción de un automóvil sea el hacerlo al volante de un modelo descapotable, con el cielo por techo. Al fin y al cabo los primeros automóviles carecían de techo. Pero al margen de esta curiosidad lo cierto es que un paseo en un descapotable con la brisa acariciando la cara constituye una gratificante experiencia. También es cierto que corren malos tiempos para este tipo de vehículos, en la misma línea que las clásicas berlinas. Dentro de las tendencias actuales no tienen mucha aceptación, parece que a los ojos de los usuarios solo existen los SUV.

Todo este argumentario sin tener en cuenta el fenómeno de la electrificación del automóvil, en el que tampoco tienen mucha cabida los modelos abiertos, contemplando en exclusiva los SUV, los compactos o las berlinas. Un buen ejemplo lo constituye la actual oferta de vehículos eléctricos de Mercedes-Benz, que prácticamente replica a la de automóviles con motor de combustión y en la que cualquiera de sus modelos tiene un equivalente con mecánica térmica. Sin embargo la firma de la estrella no comercializa de momento ningún descapotable eléctrico.

En esta vista lateral, descapotado y con las ventanillas bajadas, el Mercedes-Benz E Cabrio luce una impactante silueta o más bien belleza que se ve y que se palpa.
En esta vista lateral, descapotado y con las ventanillas bajadas, el Mercedes-Benz E Cabrio luce una impactante silueta o más bien belleza que se ve y que se palpa.

Muy utilizable para uso diario

Con frecuencia la nota dominante en el mundo de los descapotables es que constituyen un producto un tanto exclusivo, con un alto componente lúdico.  Pero lo cierto es que existen modelos muy aprovechables para el uso diario, como es el caso del Mercedes-Benz E 220 d Cabrio. Con una longitud de 4,84 m no puede decirse que sea el rey de la ciudad a la hora de callejear o de moverse con cierta agilidad en el entorno urbano, no obstante la disposición en línea del motor y la tracción trasera propician un diámetro de giro de 11,4 m que facilita bastante las maniobras.

Aunque se defienda bien en el tráfico urbano, este Mercedes lo que pide a gritos son los viajes tranquilos por carreteras pintorescas o largos viajes por autovía. En cualquiera de los dos escenarios cumple con creces. Los paseos con la capota plegada constituyen una delicia porque se puede rodar bastante deprisa con bastante confort al contar con una batería de soluciones para paliar las turbulencias.

El habitáculo del Mercedes-Benz E Cabrio con la capota plegada se convierte en una especie de burbuja, sin turbulencias, cuando se suben las ventanillas y se despliegan tanto el Aircap como el cortavientos trasero.
El habitáculo del Mercedes-Benz E Cabrio con la capota plegada se convierte en una especie de burbuja, sin turbulencias, cuando se suben las ventanillas y se despliegan tanto el Aircap como el cortavientos trasero.

A la hora de emprender largos recorridos los temores tienden a  centrarse en que estos vehículos con la capota puesta suelen ser  más ruidosos que si dispusieran de un convencional techo metálico, a lo que se suma la estanqueidad. Pues bien, a este respecto, el Mercedes-Benz E 220 d Cabrio se revela todo un campeón. La estructura de su clásica capota de lona  está formada por varias capas de aislamiento térmico que asimismo reduce los ruidos provenientes del exterior, tanto los de rodadura como los aerodinámicos. En honor a la verdad esta capota procura una óptima estanqueidad que no es ni más ni menos que fruto de su perfecto ajuste con la carrocería y ventanillas. No deja entrar en el interior del habitáculo ni un hilo de agua ni de aire, brindando un confort térmico y acústico totalmente en línea o parejo al que ofrece su hermano Coupé de la Clase E.

Ajuste perfecto de la capota con la carrocería y ventanillas, que procura una óptima estanqueidad.
Ajuste perfecto de la capota con la carrocería y ventanillas, que procura una óptima estanqueidad.

Otro tanto puede decirse de la modélica rigidez estructural de la carrocería, responsable de una total ausencia de crujidos incluso circulando por pavimentos muy rotos.  La capota se pliega o se despliega  automáticamente en 20 s, pudiendo realizarse la operación en marcha hasta 60 km/h.

Cuatro cómodas plazas

Una de las peculiaridades que ofrece el Mercedes-Benz E 220 d Cabrio es que prácticamente es un modelo único en su especie, sin rivales en otras marcas. Es un descapotable de tamaño grande que ofrece cuatro plazas de verdad, por lo que no pueden considerarse competidores directos ni el Audi A5 Cabrio ni el BMW Serie 4 Cabrio, ambos dotados con habitáculos menos amplios y plazas traseras menos espaciosas. Y es que el rival natural del Audi A5 Cabrio y del BMW Serie 4 Cabrio es el Mercedes-Benz Clase C Cabrio. Lo de las cuatro plazas es otra de las virtudes que aporta este Mercedes, confiriéndole una importante dosis de practicidad, a lo que se suma un razonable maletero de 385 l, si bien con la capota guardada queda reducido a 310 l. Pero si se va a realizar un trayecto más o menos largo lo lógico es que se haga con la capota puesta, configuración que permitirá disponer del volumen total del maletero (385 l). Además, el espacio para equipajes puede ampliarse abatiendo el respaldo de los asientos traseros.

Dada su condición de descapotable de cuatro plazas, hay que destacar el generoso espacio para las piernas que disfrutan los pasajeros de las plazas posteriores.
Dada su condición de descapotable de cuatro plazas, hay que destacar el generoso espacio para las piernas que disfrutan los pasajeros de las plazas posteriores.

Desde el punto de vista del diseño salta a la vista que se trata de un automóvil  tremendamente elegante y estiloso. En la última actualización que experimentó estrenó una atractiva parrilla con efecto diamante, y como en otras realizaciones de la marca con un contorno trapezoidal. Va rematada por una lama cromada, ocupando el centro la estrella de Mercedes-Benz. En el frontal también reclaman su protagonismo los faros de nuevo formato Led Hight Performance, que en opción pueden sustituirse por los más sofisticados Multibeam Led.  A la hora de acceder al interior, nada más abrir la puerta se respira una atmósfera de lujo propiciada por los recubrimientos en cuero y las inserciones de madera noble o aluminio. Una vez que el conductor se ha instalado cómodamente tras el volante su atención se centrará en el sofisticado salpicadero, antesala del arsenal tecnológico que esconde el vehículo, amén de comprobar en primera persona una impecable terminación.

Visualmente, tanto la pantalla que da servicio al cuadro de instrumentos   como la del sistema multimedia forman una sola unidad. Ambas son de 10,25 pulgadas, aunque opcionalmente pueden ser de 12,3 pulgadas. Ofrecen muy buena resolución  y se manejan mediante mandos táctiles en el volante. Estos mandos o superficies táctiles (capacitivos) para navegar por los menús tanto del  cuadro de instrumentos como del sistema multimedia se accionan con toques similares a los que se realizan con la pantalla de un teléfono móvil. Su manejo requiere un periodo de adaptación y a veces resulta un tanto engorroso.

En el diseño del salpicadero confluyen a partes iguales tecnología y elegancia. Ponen un toque de originalidad las salidas de aire circulares.
En el diseño del salpicadero confluyen a partes iguales tecnología y elegancia. Ponen un toque de originalidad las salidas de aire circulares.

Los asientos con reposacabezas integrados admiten un amplio elenco de tapizados, desde tela hasta  símil de cuero, pasando por cuero napa para llegar al refinado recubrimiento de cuero reflectante de la radiación solar. El asiento del conductor puede incluir un ajuste adaptativo que permite su desplazamiento a la posición idónea con tan solo introducir la estatura del ocupante en el visualizador de medios.

Guerra a las turbulencias

El  Mercedes-Benz E 220 d Cabrio tiene un precio de 80.440 euros. Su equipamiento de serie contempla elementos como, la cámara de visión trasera, los faros de Led High Performance, el panel táctil con controlador, el sistema de aproximación automático de cinturones delanteros, la regulación eléctrica en altura y de los respaldos de los asientos delanteros, la consola central en madera, el selector de programas de conducción Dynamic Select (5 programas), etc. Con respecto a la cantidad de opcionales se puede tildar de casi interminable: memoria para los asientos delanteros, dos pantallas de 12,3 pulgadas para cuadro de instrumentos y sistema multimedia, asientos delanteros calefactados ventilados y con función masaje, calefacción en asientos traseros, volante y apoyabrazos de puerta, paquete de asistencia a la conducción, cierre asistido para las puertas, etc. Los más caprichosos no quedarán defraudados ante elementos como los faros Multibeam Led, que se ofrecen exclusivamente dentro de paquetes de equipamiento, o la suspensión neumática (2.630 euros). A diferencia de los faros de Led High Performance (de serie), los faros Multibeam Led integran un total de 84 diodos capaces de regular individualmente su intensidad.  El haz de luz se distribuye de tal forma que no moleste a otros usuarios de la vía a la vez que también intervienen otros factores, como la velocidad de vehículo o las características de la propia carretera.

El talón de Aquiles de los vehículos descapotables suele ser las molestas turbulencias que se generan cuando se rueda sin capota a cierta velocidad. Al desaparecer el techo (la capota) la corriente de aire  tiende a desprenderse a la altura de los asientos traseros, creándose turbulencias a la vez que el flujo tiende a circular hacia las plazas delanteras. Evidentemente esto casusa incomodidad a los pasajeros en forma de ruidos molestos que impiden mantener una conversación. Para paliar este inconveniente el Mercedes-Benz E 220 d Cabrio cuenta con un ingenioso artilugio, el Aircap, un paravientos de accionamiento eléctrico. Consta de un deflector que permanece oculto hasta que mediante la pulsación de un botón se posiciona, despegándose de la parte superior del marco del parabrisas. Entre el marco y el propio deflector va desplegada una redecilla.

Al desplegarse el deflector del Aircap queda una redecilla entre este y la parte superior del marco del parabrisas.
Al desplegarse el deflector del Aircap queda una redecilla entre este y la parte superior del marco del parabrisas.

El Aircap se complementa con un cortavientos que emerge por detrás de los asientos traseros. Un Cabrio quizá sea más utilizable y se pueda disfrutar más en primavera y otoño e, incluso, en invierno. Con un sol de justicia en verano mejor circular con la capota puesta y el climatizador empleándose a fondo. Pero en esos días no del todo fríos o fríos constituye todo un placer rodar descapotado con la calefacción a una temperatura adecuada. Para este supuesto se revela como un excelente complemento el Airscarf o bufanda de aire, que expulsa aire caliente hacia el cuello de los ocupantes de las plazas delanteras a través de unas salidas situadas en la parte inferior de los reposacabezas. Cuenta con varias potencias de funcionamiento, permitiendo además dirigir la dirección del flujo de aire.

El Airscarf dirige una corriente de aire caliente hacia el cuello de los ocupantes a través de unas salidas de aire situadas en la parte inferior de los reposacabezas.
El Airscarf dirige una corriente de aire caliente hacia el cuello de los ocupantes a través de unas salidas de aire situadas en la parte inferior de los reposacabezas.

Motor diésel de 194 CV y gran confort de marcha

Viajar a bordo del Mercedes-Benz E 220 d Cabrio con o sin capota  resulta muy placentero para cualquiera de sus ocupantes, envueltos en una atmósfera de lujo y sofisticación. Es un vehículo que aglutina un buen número de magníficos calificativos. Para empezar cuenta con un amplio habitáculo apto para cuatro pasajeros, algo bastante inédito en el universo de los descapotables. Cómodo y silencioso para viajar, se muestra muy estable en todo tipo de trazados a la vez que hace gala de unos nobles modales sin exceso de balanceos. La suspensión Agility Control que trae de serie brinda un satisfactorio comportamiento dinámico además de un gran confort de marcha; baja la carrocería 1,5 cm con respecto a la berlina de la Clase E. Pero los más sibaritas podrán recurrir a la opcional suspensión neumática. El confort de marcha derivado de la propia suspensión sube muchos enteros gracias a un correcto aislamiento acústico. Los cuatro pasajeros van acomodados como en una especie de burbuja que aísla del exterior cuando se rueda con la capota puesta. Es un coche muy cómodo.

Como contraste a la factura que se puede llegar a pagar por el E 220 d Cabrio, sobre todo si se tiene la mano ligera a la hora de marcar opcionales, una economía de uso en lo referente a gasto de combustible de auténtico utilitario. Una de las ventajas que se derivan del motor diésel de 4 cilindros en línea con 2 litros de cilindrada (194 CV) que monta, es que se conforma con un consumo en torno a los 6,5 l/100 km circulando en autovía a una media de 120 km/h y sin necesidad de ser muy cuidadoso con el acelerador. Cifra muy interesante para un vehículo que pesa en vacío 1.870 kg. Por otro lado, el consumo WLTP combinado se reduce a unos discretos 5,8 l/100 km. Este motor diésel de última generación está fabricado en aluminio; regala un suave funcionamiento, sin vibraciones,  y no es muy ruidoso.  Lleva acoplado un cambio automático de convertidor 9G-Tronic, con 9 velocidades, que funciona según el  programa de conducción que se lleve seleccionado. En cualquier caso hace su trabajo con gran eficacia, los cambios de marchas los ejecuta con tal suavidad que casi resultan imperceptibles. El potencial de este propulsor (194 CV) autoriza una velocidad máxima de 228 km/h, mientras la cifra de aceleración es asimismo muy satisfactoria: 7,8 s para pasar de 0 a 100 km/h.

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