Volkswagen T-Roc R-Line 2.0 TDI DSG. Quien tuvo retuvo

Paragolpes de diseño específico pintados en el color de la carrocería, lo mismo que las taloneras, caracterizan al Volkswagen T-Roc R-Line.
Paragolpes de diseño específico pintados en el color de la carrocería, lo mismo que las taloneras, caracterizan al Volkswagen T-Roc R-Line.

Dentro de la prolífica familia  de los SUV de Volkswagen, el Volkswagen T-Roc se posiciona en el segmento de los compactos. La versión T-Roc R-Line 2.0 TDI DSG va propulsada por un motor diésel de 2 litros (150 CV) que se combina con un cambio automático DSG de doble embrague con 7 relaciones  y el nivel de equipamiento R-Line. Tiene un precio de 41.520 euros.

La solidez y reputación de Volkswagen como marca se ha ido labrando a lo largo de décadas gracias a toda una serie de modelos, a veces míticos, que generación tras generación han sabido cautivar tanto a una fiel clientela como a nuevos usuarios. Aunque ya han pasado casi siete años desde que debutara en otoño de 2017 el Volkswagen T-Roc y ya se sometió en 2022 a su primera actualización, lo cierto es que ejerce un inmenso poder de atracción sobre el público, ha sabido ganarse sus favores. De un público de lo más variopinto, hombres y mujeres de todas las edades, solteros o con familia, con gustos y aficiones diferentes, etc.

Además con el merito adicional que supone la aparición de un nuevo vehículo sin un antecesor que le hubiera abierto el camino. Desde el lanzamiento y hasta su puesta al día del Volkswagen T-Roc se habían vendido más de 1 millón de unidades. En el caso concreto del mercado español fue líder de ventas durante el primer cuatrimestre de 2022, en tanto cerró el ejercicio 2022 posicionado como el quinto modelo más vendido. Durante el pasado año 2023 consiguió situarse en novena posición dentro del Top 10 de modelos más vendidos en España, al entregar un total de 17.238 unidades, por lo que siguió ostentando el cetro de Volkswagen más vendido en España.  Un panorama que ha cambiado durante el primer trimestre de 2024, en el que ya no aparece en este Top 10. Pero hay que tener en cuenta la complejidad del actual mercado automovilístico debido a factores de muy diversa índole, desde la aparición de nuevos actores hasta el fenómeno de la electrificación. No obstante, como dice el dicho, quien tuvo retuvo.

Estratégico posicionamiento el del Volkswagen T-Roc que,  con sus 4,24 m de longitud,  se sitúa tanto en la parte alta del segmento B-SUV como en la baja del segmento C-SUV.
Estratégico posicionamiento el del Volkswagen T-Roc que, con sus 4,24 m de longitud, se sitúa tanto en la parte alta del segmento B-SUV como en la baja del segmento C-SUV.

Algo tiene el Volkswagen T-Roc que encandila. Es como si el mito del Volkswagen Golf se hubiera extrapolado al mundo de los SUV y le hubiera transmitido todo su poder de atracción. Desarrollado sobre la misma plataforma del Golf, el Volkswagen T-Roc es un SUV compacto (segmento C-SUV) que se posiciona entre el T-Cross y el Tiguan. Ahora bien, con 4,24 m de longitud, el T-Roc juega la baza de estar a caballo entre dos segmentos. Unas cotas que por un lado le autorizan situarse en la parte alta del segmento B-SUV, y por otro le hacen buscar también su hueco dentro de la parte baja del segmento C-SUV. Conviene matizar que aunque el Volkswagen Taigo mide ligeramente algo más que el Volkswagen T-Roc, en concreto 3 cm más (4,27 m de longitud), se posiciona por debajo de este, quedando comercialmente dentro de la familia SUV de la marca entre el T-Cross y el T-Roc. Hay que tener en cuenta que tanto el T-Cross como el Taigo toman como base la plataforma del Polo.

Un salpicadero muy ergonómico

Una de las grandes bazas que juega a su favor el Volkswagen T-Roc es su estilo; un estilo muy de la marca en que se han introducido ciertos sesgos emocionales para dar lugar a un producto que engancha desde el primer vistazo. Quizá parte de su embrujo sea ese diseño eminentemente SUV pero con añadidos tintes de coupé, de deportividad y además de turismo elevado. Un gran salto ha experimentado el apartado de la calidad, donde se ha dado un gran golpe de timón centrado especialmente en el conjunto del salpicadero, en el que han pasado a utilizarse materiales de superior calidad. Con una apariencia notablemente mejorada, la parte superior  está confeccionada con un revestimiento de plástico blando muy agradable tanto al tacto como a la vista, en claro contraste con el de su antecesor, a base de un plástico duro de aspecto más tosco.

La pantalla del cuadro de instrumentos y la del sistema multimedia quedan alineadas, a la misma altura, para una más fácil visualización de la información.
La pantalla del cuadro de instrumentos y la del sistema multimedia quedan alineadas, a la misma altura, para una más fácil visualización de la información.

La distribución de los distintos elementos en el salpicadero no puede ser más ergonómica. En el nivel de acabado R-Line el cuadro de instrumentos digital (Digital Cockpit Pro) consta de una pantalla de 10,25 pulgadas que autoriza varias configuraciones para mostrar las distintas informaciones.  De la misma forma la pantalla táctil del sistema multimedia  es de 9,2 pulgadas; va situada sobre el salpicadero en una posición elevada, que permite una notable mejora  a la hora de visualizar los datos que suministra dado que queda alineada con el cuadro de instrumentos.

Con respecto al panel de control del climatizador utiliza superficies táctiles para su manejo, una solución más engorrosa que el convencional conjunto de botones y ruedecillas, más práctico y seguro de usar. Pero en cambio es de agradecer que el control de la climatización pueda operarse desde su propio módulo en vez de hacerlo a través de la pantalla del sistema multimedia.

El sistema de climatización se maneja desde su propio panel, dotado con superficies táctiles.
El sistema de climatización se maneja desde su propio panel, dotado con superficies táctiles.

Otro de los puntos fuertes del Volkswagen T-Roc es la gran habitabilidad que ofrece gracias a  un habitáculo de muy buenas dimensiones en relación al tamaño exterior del vehículo. Las plazas traseras que suelen ser con frecuencia como el patito feo sobresalen por sus generosas cotas de altura y anchura. En lo que respecta al maletero arroja un volumen de 445 l (1.290 l), que se encuentra entre los mejores de su categoría, pero además se muestra bastante versátil en tanto el piso puede ajustarse en altura. Por otra parte la versatilidad está presente en otros detalles, muy de agradecer, como el cajón portaobjetos que se encuentra bajo el asiento delantero derecho o su respaldo abatible que permite el transporte de objetos largos.

Con un volumen de 445 l, el maletero se encuentra entre los mejores de su categoría. El piso puede ajustarse en altura.
Con un volumen de 445 l, el maletero se encuentra entre los mejores de su categoría. El piso puede ajustarse en altura.

Acabado R-Line

Desde hace bastante tiempo Volkswagen utiliza la denominación R-Line para sus versiones de apariencia más deportiva y como acabado superior dentro de sus respectivas gamas. A nivel de carrocería, el Volkswagen T-Roc R-Line incluye el paquete R-Line exterior a base de paragolpes de diseño específico en el color de la carrocería, taloneras asimismo en el color de la carrocería, logo R en la parrilla, llantas de aleación “Nevada” de 18 pulgadas, barras longitudinales del techo en plata, lunas laterales y luneta trasera oscurecidas, así como carcasa retrovisores en el color del techo, si bien hay que puntualizar que nuestra unidad de pruebas lucía una carrocería bitono. Esta carrocería bitono en color rojo metalizado con techo en negro es un elemento opcional que tiene un coste de 1.235 euros. Aparte de la apariencia deportiva que brinda al exterior del vehículo la línea R-Line, mecánicamente también adopta una serie de componentes para acentuar  un poco esa buscada deportividad. Componentes como la dirección progresiva y el tren de rodaje deportivo que rebaja la altura del chasis 10 mm.

 
Las llantas de aleación “Nevada” de 18 pulgadas forman parte del equipamiento de serie del acabado R-Line.
Las llantas de aleación “Nevada” de 18 pulgadas forman parte del equipamiento de serie del acabado R-Line.

En el interior este acabado superior también se manifiesta por medio de una serie de elementos característicos, como los pedales de acero inoxidable, el volante multifunción en cuero con logo R y levas para el cambio de velocidades, los asientos delanteros deportivos confort con ajuste de altura en tela R-Line, el recubrimiento interior del techo en negro, el paquete decorativo interior cromo, las molduras estriberas delanteras con la inscripción R-Line, etc.   

Pero además de personalizar el vehículo tanto a nivel de carrocería como de interior, la línea R-Line como nivel de equipamiento superior también contempla una abundante dotación de serie en la que se dan cita, entre otros componentes, el selector de modos de conducción, la cámara de visión trasera, el control por voz, el sistema de acceso manos libres y arranque sin llave, el climatizador bizona, los espejos de cortesía con iluminación, la pantalla multimedia táctil de 9,2 pulgadas, el cuadro de instrumentos Digital Cockpit Pro configurable con pantalla de 10,25 pulgadas,

Característico de la línea R-Line el cuadro de instrumentos Digital Cockpit Pro, con pantalla configurable de 10,25 pulgadas.
Característico de la línea R-Line el cuadro de instrumentos Digital Cockpit Pro, con pantalla configurable de 10,25 pulgadas.

Los faros de led, los retrovisores ajustables y abatibles eléctricamente con función memoria y térmicos, el control de crucero adaptativo (ACC), el asistente de frenada de emergencia, el asistente de mantenimiento de carril, el asistente de aparcamiento, el sistema de detección de cansancio, el sistema de reconocimiento de señales de tráfico, etc. Se trata de una dotación de primera dirigida a los usuarios más exigentes. El Volkswagen T-Roc R-Line 2.0 TDI DSG tiene un precio de tarifa de 44.420 euros, pero si sobre esta cantidad se aplica el descuento  correspondiente a la campaña comercial de abril, que es de 2.900 euros, el precio final queda en 41.520 euros.

Motor diésel a toda prueba.

Toda la gama Volkswagen T-Roc cuenta con la etiqueta ambiental C de la DGT, por lo que bajo este prisma la elección de la motorización diésel no debiera suponer un obstáculo, sobre todo para aquellos usuarios que recorren unos cuantos miles de kilómetros al año. Aunque los propulsores de gasolina muestren un funcionamiento más refinado y suave, frente a los más ruidosos y menos finos motores diésel, lo cierto es que estos últimos sacan pecho a la hora de hablar de economía de uso. Así pues, el Volkswagen T-Roc R-Line 2.0 TDI DSG va especialmente dirigido a los usuarios que demanden una generosa dotación de serie y realicen en torno a 25.000  o más kilómetros al año, pues gracias a su mecánica diésel la economía de uso está servida.

Muy brioso y económico se muestra el motor diésel de 2 litros (150 CV). Va asociado a un cambio automático DSG de doble embrague con 7 marchas.
Muy brioso y económico se muestra el motor diésel de 2 litros (150 CV). Va asociado a un cambio automático DSG de doble embrague con 7 marchas.

El Volkswagen T-Roc R-Line 2.0 TDI DSG monta  un propulsor diésel de 4 cilindros en línea con 2 litros de cilindrada que desarrolla 150 CV y un par máximo de 360 Nm entre 1.600 y 2.750 rpm. Resulta algo ruidoso cuando funciona a ralentí, pero lo cierto es que una vez en marcha el ruido se atenúa bastante, y a su favor hay que matizar  que brinda un giro con total ausencia de vibraciones. No obstante la gran ventaja que hace valer este robusto propulsor diésel es que se muestra muy poco sediento a la hora de hablar de gasto de combustible. Un auténtico y eficiente traga kilómetros que obsequia con un consumo combinado en ciclo WLTP de 5,2 l/100 km. En tramos de autovía con sus correspondientes desniveles y circulando a velocidades legales, a una media de 120 km/h, nos encontramos con consumos en torno a los 6 l/100 km o incluso algo menos.

Este eficiente motor diésel de 150 CV lleva acoplada una caja de cambios automática DSG de doble embrague con 7 velocidades mientras la tracción es delantera. Una transmisión que permite también un uso manual-secuencial mediante unas levas en el volante, ideal cuando el conductor quiere disfrutar de la conducción, reduciendo la monotonía. En el apartado de las prestaciones, el Volkswagen T-Roc R-Line 2.0 TDI DSG tiene una velocidad máxima de 206 km/h, en tanto invierte 8,8 s en acelerar de 0 a 100 km/h. Llegada la hora de evaluar su comportamiento dinámico, puede comprobarse que el confort de marcha es muy bueno a pesar de la suspensión más firme que incluye de serie. Aunque las autovías puedan parecer su territorio ideal, asimismo se muestra muy a gusto en los tramos más enrevesados, con frecuentes curvas, escenario en el que de inmediato pone sobre el tapete su pisada firme y precisa. Permite más que practicar una conducción puramente deportiva, una conducción alegre, de las que transmiten diversión al volante.

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