Ahorra más en la factura energética con la termopiedra

Una de las soluciones a la hora de mejorar la eficiencia energética de una vivienda es la fachada ventilada, pero lo cierto es que esta presenta una serie de problemas que se solucionan con la termopiedra. Este es un nuevo sistema similar al panel de fachada ventilada, el cual se puede personalizar con acabados porcelánicos, de acero, piedra, pizarra, etc.

¿Qué es la termopiedra?

La termopiedra es una manera de aislar fachadas con paneles de sándwich revestidos de piedra. Eso supone un sistema económico a la hora de enfrentarnos a la rehabilitación de fachadas, a la vez que consigue un gran ahorro de energía.

¿Qué ventajas tiene la termopiedra frente a la fachada ventilada?

Hasta la llegada de la termopiedra, las fachadas ventiladas eran la mejor opción si queríamos aislar la vivienda del calor y del frío. Sin embargo, esto ya no es así, puesto que este tipo de material presenta muchas ventajas sobre la fachada ventilada.

La cara exterior es impermeable

Cuando llega el invierno, en muchas zonas de España la humedad es un problema. Si la fachada no está en las mejores condiciones, no es raro que haya infiltraciones de agua, lo cual no cesa del todo con la fachada ventilada al no ser impermeable. Si queremos terminar con la posibilidad de que la humedad penetre a través de las paredes exteriores, la termopiedra es la solución al ser completamente impermeable.

Resiste a los impactos

Entre las grandes ventajas de la termopiedra está la resistencia a los impactos. Esto no ocurre con la fachada ventilada, puesto que la debilidad de su capa exterior es bien conocida, perjudicando así a los acabados de fachadas y afeándolas. En las ciudades, no es raro que las paredes exteriores sufran agresiones como roces de los coches, golpes, actos de vandalismo, etc., y en este caso las fachadas ventiladas se ven muy afectadas.

Los insectos no pueden anidar

Al ver cómo se coloca una fachada ventilada nos damos cuenta de que queda un espacio vacío que es por el que corre el aire que da su nombre al sistema. Esto no pasa con la termopiedra, cuyo aislante va pegado al muro.

Eso significa que los insectos no pueden anidar, como sí ocurre en las fachadas ventiladas. En ese espacio que queda, no es extraño que aniden avispas o abejas, generando un enorme problema a los vecinos, los cuales acaban llamando a los bomberos o a una empresa especializa.

No hay anclajes con puente térmico

Con la rehabilitación de fachadas también buscamos ahorrar energía, más ahora cuando los precios son muy elevados y parece que la tendencia es que sigan subiendo. Aquí, la fachada ventilada presenta un problema y es que los anclajes crean puentes térmicos. No es algo grave, pero esos anclajes transmiten las temperaturas exteriores a los muros.

Por el sistema de montaje esto no ocurre con la termopiedra, lo cual es otra de las ventajas que presenta. Dicho de otro modo, nos aseguramos de que las temperaturas del exterior no llegan a los muros de las fachadas en ningún momento, creando así un aislamiento perfecto.