Cómo las empresas están cambiando su flota de vehículos a vehículos eléctricos

Las empresas están siendo una de las grandes beneficiadas de la transición a la movilidad eléctrica, ya que eso les permite ahorrar cantidades de dinero enormes. Esto se debe a que la electricidad es más económica que los combustibles fósiles. Además, la transición es muy sencilla, pues en las instalaciones de las compañías solo hay que poner cargadores como los que instala Cargacar con el fin de que estos coches estén siempre al 100 %.

¿Cuánto se ahorra en combustible?

A las empresas les salen las cuentas si deciden cambiar su flota por una de vehículos eléctricos. El litro de diésel está, en estos momentos y dependiendo de la gasolinera, en torno a 1,50 euros el litro. Mientras, a una empresa es raro que el kW le cueste más de 0,08 céntimos.

“Llenar” el depósito de un Tesla con una gran autonomía (con una batería utilizable de 75 kW) serían unos 6 euros. Con esos seis euros, el vehículo podría recorrer más de 350 km.

Hacerlo con el depósito de un coche diésel actual, de 60 litros, costaría alrededor de 90 euros. Es cierto que con ese depósito el automóvil de combustión casi podría hacer el doble de km en el mejor de los casos, pero a un coste mucho mayor.

De hecho, por los seis euros del coche eléctrico el diésel no haría ni cien, por lo que las cuentas están claras, más cuando los automóviles eléctricos ya han rebajado sus precios a niveles de los de motor térmico.

Este ahorro puede ser aún mayor si la empresa ha puesto placas solares. En muchos días del año, sus coches podrán recargarse sin gastar ni un solo kW de fuera, por lo que se podrían llenar a coste cero (dejando a un lado lo que costó la instalación de las placas).

No hay que olvidar que hay otros ahorros que tienen que ver con el mantenimiento. Los automóviles eléctricos no llevan aceite en sus motores, ni filtros, apenas gastan los frenos, no necesitan correas de distribución, ni cadenas, etc.

Así, esa ausencia de mantenimiento multiplicada por todos los coches de la flota, suma una cifra de dinero enorme al final del año.

Esto ayuda a mejorar la imagen de las empresas

Además del beneficio económico, las compañías obtienen uno que es aún más valioso como es el reputacional. Todos estamos preocupados por el medioambiente y vemos con mejores ojos a los que lo hacen al igual que nosotros.

Tanto es así que ISDIN y Hoffman están colaborando con Cargacar. Esta empresa de cargadores (aquí se puede obtener más información) se encarga de instalarlos en los domicilios de los trabajadores de ambas compañías.

Con los cargadores ya en marcha, podrán cargar los vehículos que les proporcionen en las empresas o los suyos propios, puesto que muchas personas ya optan por el vehículo eléctrico o por los híbridos enchufables.

ISDIN incluso va a compensar a los trabajadores por la electricidad que gasten cargando los coches. Eso no solo mejorará su imagen, sino que hará que los empleados se impliquen más con la empresa al ver que esta lo hace con ellos y con el medioambiente.