Francisco J. Hernando aspira a ser magistrado del Tribunal Constitucional pero tiene el problema de su mala relación con la presidenta
Francisco J. Hernando tiene como objetivo de futuro, cuando deje el CGPJ, poder ser magistrado del Tribunal Constitucional. Pero va a encontrar dificultades.
El todavía presidente del Consejo General del Poder Judicial, que cesará en el cargo a finales de este año y no puede ser reelegido vocal, quiere ser magistrado del TC, con lo que coronaría su carrera judicial. Sin embargo, un problema serio es su mala relación con la presidenta. En efecto, Hernando y María Emilia Casas tienen una muy mala relación personal, avivada por los últimos conflictos entre las dos altas instituciones. Un ejemplo: la presidenta no asistió a la última comparecencia pública de Hernando, en un “desayuno informativo" que tuvo lugar el pasado mes de febrero. Otra dificultad estará en la animadversión que desde el Gobierno y el PSOE se ha desarrollado contra el todavía presidente de los jueces.
