En La Mallorquina de Sol

Así se gestó y desarrolló la reunión de Ignacio González con dos comisarios sobre el ático

Villarejo solicitó a García Castaño que concertara el encuentro. Duró 20 minutos. Fueron vistos por cargos de la Comunidad de Madrid. La conversación terminó cuando le pidieron un justificante del alquiler

Ignacio González.
Ignacio González.

No fue una reunión “secreta” ni fue Ignacio González quien pidió hablar con los comisarios. Sin embargo, el presidente de la Comunidad de Madrid tenía claro que iba a ser preguntado por su ático de Marbella, y quería ser escuchado. Al dirigente autonómico, no obstante, no le gustó la actitud de uno de los dos policías y dio por concluida la conversación.

Mucho se ha hablado, durante los últimos días, sobre el encuentro que mantuvo Ignacio González con dos comisarios de la Policía Nacional para hablar de su ático en Marbella.

El propio presidente de la Comunidad de Madrid quiso dejar claro el lunes que no fue él quien convocó a los comisarios, sino que fueron éstos los que se pusieron en contacto con él, aunque no profundizó en el contenido de la reunión. El Confidencial Digital ha podido conocer cómo se gestó ese encuentro y, además, qué dijeron los agentes y qué respondió el dirigente autonómico.

El comisario Villarejo quería hablar con González

Unas cuantas semanas antes de la reunión del 29 de noviembre de 2011, y cuando ya se llevaban meses investigando a la empresa propietaria del ático del que llevaba disfrutando Ignacio González desde 2008, el comisario José Manuel Villarejo decidió intentar contactar con el presidente de la Comunidad de Madrid para tratar el asunto.

Para ello, pidió ayuda a Enrique García Castaño, comisario de Información, que disponía del teléfono de González. Fue éste quien se puso en contacto con el dirigente autonómico, al que le planteó la posibilidad de tomar un café con Villarejo.

En esa conversación, el presidente de la Comunidad de Madrid ya fue informado de que el comisario Villarejo le quería ver para plantearle algunos interrogantes sobre la investigación del ático de Marbella. Consciente del contenido de esa reunión que le solicitaban, González aceptó verse con los dos comisarios.

La reunión en La Malloquina de Sol

El dirigente autonómico, no obstante, sí pidió que el encuentro se celebrase cerca de la sede de la Comunidad de Madrid. Por ese motivo, se eligió finalmente la cafetería La Mallorquina, situada en la esquina entre la Puerta del Sol y la calle Mayor. La hora del encuentro fijada para ese 29 de noviembre fue las 11 de la mañana.

Tal y como ha podido confirmar ECD de fuentes muy próximas a uno de los tres interlocutores, González y los dos comisarios se situaron en una mesa de la primera planta del establecimiento, a la vista del resto de clientes.

De hecho, el propio Ignacio González saludó a cuatro personas de su gabinete, que estaban también tomando un café en La Mallorquina.

No quiso dar un recibo que justificara el alquiler

Una vez sentados en la mesa, los dos comisarios y el presidente de la Comunidad de Madrid iniciaron una conversación que duró unos 20 minutos. La voz cantante durante todo ese tiempo la llevó Villarejo, que explicó a González la investigación de la Policía a la sociedad propietaria del ático en Marbella, Coast Inversors, y sus relaciones con personalidades españolas.

 

Fue entonces cuando el dirigente autonómico, que ya conocía esas pesquisas policiales, quiso dejar claro que él no tenía ninguna relación con esos inversores extranjeros:

--“No tengo nada que ver con eso. Yo lo tengo alquilado. Nada más”.

El comisario Villarejo, no obstante, pidió a González que le facilitara un recibo que demostrara ese contrato de alquiler. Una solicitud que no gustó, en absoluto, al presidente de la Comunidad de Madrid, que reaccionó de la siguiente manera:

--“Yo no doy nada. Ese tema lo lleva mi abogado y a mí no me tenéis que pedir nada”.

Dicho esto, González dio por concluida la conversación. A la salida de La Mallorquina comentó: “No me fio de Villarejo”.

La denuncia de Villarejo y el “error” de González

Una vez trascendida la existencia de la reunión, tras la información de El Mundo que citaba el informe de la misma que pasó Villarejo al director adjunto operativo, y que está en el juzgado de instrucción número 47 de Madrid, Ignacio González aseguró que había sido “víctima de un chantaje por parte de dos comisarios”.

La reacción de José Manuel Villarejo no se hizo esperar: denunció al presidente de la Comunidad de Madrid y además señaló a Enrique Cerezo como otro de los investigados. Además, aseguró que no planteó a González ningún tipo de chantaje.

Compañeros del comisario advierten que “le queda un año para jubilarse y no tiene miedo a represalias. Va a por todo”.

Ignacio González, por su parte, ha admitido a sus amigos que se equivocó al hablar de “chantaje” al referirse a la conversación con Villarejo y García Castaño. Además, ha decidido no volver a citar el nombre de éste último, ya que la actitud que no le gustó fue la de Villarejo.

El dirigente autonómico también ha comentado a su entorno que está convencido de que la difusión de su reunión ha sido una "maniobra política" para dejarle fuera de los comicios de mayo. Todo en una semana, además, "en la que es posible que el viernes se reúna el Comité Electoral para elegir candidatos".

Granados conocía el informe de la conversación

Por otra parte, y conforme va avanzando la semana, surgen nuevas especulaciones acerca del origen de la filtración a El Mundo.

Algunas fuentes aseguran que Francisco Granados, ex número dos del PP de Madrid, “conocía desde hace tiempo” el informe redactado por Villarejo sobre la conversación con Ignacio González, por lo que no descartan que haya sido él quien se lo facilitara al diario de Unidad Editorial.

Video del día

6 de cada 10 de los que van en bici o en
patinete en ciudad no llevan casco
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato