El descalabro en Galicia lleva a Sánchez a prohibir más cesiones en la amnistía

Ministros y dirigentes del PSOE reclaman que la ley sea aprobada cuanto antes y lejos de las Europeas de junio. Junts aceptará que se indulte a los que no sean amnistiados

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero,
Feijoo y Rueda
El descalabro en Galicia lleva a Sánchez a prohibir más cesiones en la amnistía.

Las elecciones gallegas han sido las primeras que se celebran desde que Pedro Sánchez asumiera como propia la ley de amnistía reclamada por el independentismo catalán. Pese a que el PSOE desliga en público el descalabro en Galicia del perdón a la medida de Carles Puigdemont, Moncloa ha tomado nota y ha prohibido más cesiones a Junts.

En la dirección socialista admiten que no han conseguido el 18-F ninguno de los objetivos que se habían marcado: ni subir en votos, ni sumar con el BNG para desalojar al PP de la Xunta.

El PSOE cosechó este domingo su peor resultado histórico en unas elecciones gallegas en las que los populares de Alfonso Rueda consiguieron retener la mayoría absoluta. Los socialistas lograron apenas 205.000 votos. Un hecho que les sitúa como tercera fuerza con nueve diputados, cinco menos que en 2020.

Sánchez prohíbe más cesiones

Entre tanto, Junts per Catalunya y el PSOE han acelerado discretamente durante los últimos días los contactos para acordar un retoque en la ley de amnistía que lime las diferencias que separan a las dos partes.

El escollo principal sigue estando en la redacción de la ley, que Junts quiere retocar para tener la absoluta garantía de que Carles Puigdemont, su líder, y otros implicados en distintos casos por terrorismo o alta traición, delitos que quedarían fuera de la amnistía, no son obligados a entrar en prisión preventiva una vez aprobada la medida.

Sin embargo, según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes con acceso a La Moncloa, el descalabro del PSOE en Galicia ha llevado a Pedro Sánchez a prohibir más cesiones a Junts con la amnistía.

Fuentes socialistas aseguran que se trata de encontrar formas de hacer pequeños cambios para que no se noten nada. “Algo así como cambiar unas comas”, explican.

Convencer a Junts con los indultos

La estrategia pasa ahora por ver cómo salir del laberinto en el que se metió la propia Junts rechazando la ley de amnistía, frente a un PSOE decidido ahora a aguantar lo que sea, aunque solo sea maquillaje.

Los esfuerzos se van a centrar en las próximas semanas en convencer al entorno de Puigdemont de la predisposición del Gobierno de Sánchez a impulsar indultos sobre aquellos que queden fuera de la amnistía. Una propuesta que ya cuenta con el apoyo de ERC, quien también mantiene ‘atrapada’ a su secretaria general, Marta Rovira.

 

En Moncloa admiten, no obstante, que el problema es que esos indultos precisan de un juicio y una sentencia. Así que todo es más complicado de lo que en principio pensó Sánchez, y el mismo Puigdemont. Pero el equipo más próximo a Pedro Sánchez da por hecho que Junts aceptará en el último minuto indultar a los miembros que no sean amnistiados, por estar presuntamente implicados en delitos exentos de la aplicación de la ley, como el terrorismo y la alta traición, a cambio de abandonar su posición de máximos.

Hasta ahora, la formación de Puigdemont no se ha movido. El secretario general de Junts, Jordi Turull, insistió hace unos días en que la ley de amnistía debe incluir a “todo el mundo”, entre otros a los investigados por delitos de terrorismo y alta traición.

Aun así, la tesis de Moncloa continúa siendo que todos los independentistas, ya sean altos cargos políticos o ciudadanos anónimos, quedarán dentro de la amnistía, al considerar que procesos como el que instruye por terrorismo Manuel García-Castellón, juez de la Audiencia Nacional, acabarán quedando en nada. “Todos los independentistas catalanes serán amnistiados porque no son terroristas”, declaró a principios de mes Pedro Sánchez.

Alejar la aprobación de las Europeas

Pese a los esfuerzos de Ferraz para desligar el varapalo en Galicia de un castigo al PSOE por la amnistía, el hartazgo y la preocupación se ha instalado en el partido en las últimas horas por el futuro próximo, sobre todo tras conocerse que el Gobierno busca ganar tiempo con Junts y se han dado 15 días más para negociar.

Es el lamento que trasladan en privado a ECD ministros y dirigentes socialistas. Reclaman que la ley sea aprobada cuanto antes y lejos de las elecciones europeas del próximo 9 de junio.

“Que esto acabe cuanto antes. Mejor pronto, porque la situación es difícil, complicada”, repiten, en alusión al desgaste y el daño que la amnistía y la convivencia con los nacionalistas suponen para el PSOE.

En Ferraz admiten en privado que han aumentado considerablemente, tras la debacle del domingo, las voces de cargos socialistas que han reclamado a Sánchez que todo el embrollo sobre la amnistía, el tira y afloja con Puigdemont, termine, en un sentido u otro, pero que “termine cuanto antes”.

Galicia sí ha castigado a Sánchez

En la dirección del PSOE presumían antes de las gallegas de que la amnistía “para nosotros ya no tiene desgaste” y de que ahora el “problema” era para Feijóo por su giro sobre el indulto a Puigdemont. “Sin embargo, el 18-F se ha votado contra la amnistía, como en las autonómicas se votó contra Sánchez o en las generales contra Vox”, coinciden varias fuentes socialistas.

“Si a los gallegos les importa la amnistía, ahí está el subidón del BNG. Se ha votado en clave gallega”, responden desde Ferraz a los críticos del PSOE con el resultado, justificando que los nacionalistas gallegos avalan el perdón a los implicados en el ‘procès’.

Los votantes del PSOE se hartan

En Moncloa no pasan por alto que el 54% de los votantes del PSOE en las elecciones generales del 23 de julio prefieren unos nuevos comicios a que el actual Gobierno siga cediendo ante Junts, según una encuesta realizada por Metroscopia.

Los datos revelados demuestran que, por el contrario, el 32% de los votantes socialistas del pasado 23-J sí están de acuerdo en seguir claudicando ante la formación de Puigdemont con tal de no tener que repetir elecciones.

El porcentaje de las personas que quieren unas nuevas elecciones se eleva al 68% si se suma la opinión de todos los encuestados. Mientras, los que prefieren que no haya nuevos comicios se queda en el 20%.

Por partidos, las cifras no dejan lugar a duda de quienes quieren repetir elecciones para no ceder más ante Puigdemont: el 95% de los votantes del PP, el 92% de los de Vox y el 70% de los que se abstuvo el 23-J.  Por su parte, los votantes de Sumar son los que cuentan con un porcentaje más alto de los que no quieren nuevos comicios: el 42%.

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