El plan de Feijóo para gobernar sin contar con Vox: llegar a 160 escaños y sumar más que toda la izquierda
Con ese número de diputados Sánchez tendrá que decidir entre facilitar la investidura o forzar un pacto del PP con los de Abascal
- El trampolín de las autonómicas y municipales
- Coalición Canaria
- PNV
- No gobernar con Vox: buscar la abstención del PSOE
Queda menos de un año para las elecciones generales. Con el primer asalto a las puertas, las autonómicas y municipales del próximo 28 de mayo, en Génova tienen ya la hoja de ruta para llegar a La Moncloa sin tener que necesitar el apoyo de Vox.
Fuentes de la cúpula del Partido Popular explican a Confidencial Digital que su horizonte pasa en torno a ocho escaños más de los 150 que actualmente les otorgan las encuestas más favorables.
“Alcanzar una horquilla de entre 156-158 parlamentarios significa tener más diputados que la suma de PSOE, Unidas Podemos y Esquerra Republicana, juntos”, dicen las fuentes de dirección nacional. Los socialistas y sus socios no sumarían para formar un Gobierno alternativo, y eso “obligará al PSOE a elegir: o abstenerse, y con ello permitirnos gobernar en minoría, o dejar que pactemos con Vox”.
El trampolín de las autonómicas y municipales
Como ya adelantó ECD, el Partido Popular estima que sus resultados en los comicios regionales y locales supondrán sumar alrededor de ocho escaños a la actual previsión de resultados de las encuestas.
“En mayo recibiremos un impacto de imagen positivo”, afirman en la dirección nacional del partido, que da por seguro que mejorarán sus resultados respecto a lo ocurrido en 2019. "Nosotros mantendremos lo que ya tenemos, mientras que el PSOE no puede decir lo mismo", añaden.
Los socialistas gobiernan en nueve de las doce comunidades autónomas donde habrá elecciones el 28 de mayo. Las encuestas apuntan a un resultado ajustado, salvo en la Comunidad de Madrid y en la Región de Murcia, ambas gobernadas por el PP, al que sitúan al PP como claro ganador, y por tanto candidato a reeditar los dos gobiernos regionales.
Ya el solo dato de mantener esos dos gobiernos panorama permitirá a Génova vender una mejoría respecto a las elecciones de 2019. Y eso podrían sumar algunas otras victorias parciales.
Coalición Canaria
Las elecciones de mayo no solo servirán para aumentar la estimación de intención de voto de cara a las generales, según la dirección del PP. También abrirá la posibilidad de forjar nuevas alianzas con socios que hasta ahora han apoyado al PSOE.
En Génova señalan dos ejemplos. Uno, Coalición Canaria, el partido dirigido en Madrid por Ana Oramas, única diputada que ha pedido perdón públicamente a los ciudadanos por haber apoyado la ley del ‘solo sí es sí’, a la vista de las más de 700 rebajas de condena a agresores sexuales.
PNV
El otro aliado posible es el Partido Nacionalista Vasco, un socio de los populares que se distanció tras la irrupción de Vox y por los pactos con ese partido en la Comunidad de Madrid y en Castilla y León.
La dirección del PP confía en recuperar el diálogo con los nacionalistas vascos, que, como Coalición Canaria, fueron decisivos para que Mariano Rajoy aprobara los Presupuestos Generales del Estado en 2017 y 2018.
Según los pronósticos que realizan en el equipo de Feijóo, si los populares logran sumar más que toda la izquierda, impedirán la reedición de los pactos de investidura de 2019 y empujarán a esas dos formaciones, entre otras, a negociar con la única fuerza capaz de formar Gobierno.
No gobernar con Vox: buscar la abstención del PSOE
La guinda del plan diseñado por Génova pasa por provocar la abstención del PSOE a la hora de la votación de investidura de Alberto Núñez Feijóo.
La actual dirección del PP se muestra firme en una decisión de gran calado: no están dispuestos a gobernar con Vox. “En ningún caso querremos formar un Gobierno de coalición”, afirman en la planta noble de Génova.
Si alcanzan ese umbral de los 160 diputados, descartan que la formación liderada por Santiago Abascal pueda exigir un gobierno de coalición, con la amenaza de votar en contra del candidato popular. “Si nos quedamos a 17 escaños de la mayoría absoluta, no van a estar para demandar entrar en el Gobierno”, comentan.
Otra cosa es que puedan alcanzar pactos parlamentarios con Vox tanto en la investidura como después, algo que no descartan. “Hay que sacar leyes adelante”, argumentan.
Con ese umbral de diputados, el PSOE quedará contra la pared a la hora la votación de investidura. Igual que ocurrió en 2015, cuando la negativa de Pedro Sánchez a abstenerse provocó la repetición de las elecciones en 2016, tras la cual los socialistas decidieron abstenerse para que Mariano Rajoy saliera investido, evitando así evitar una tercera convocatoria electoral.
