La Generalitat avisa en vísperas del 10-N: “Los CDR están descontrolados”

El Govern tiene datos de que los radicales están dispuestos a ocupar colegios. Torra no ha conseguido pacificarlos y prepara una campaña a favor de las urnas

Concentración de los CDR ante el Palau de Congresos de Barcelona.
Concentración de los CDR ante el Palau de Congresos de Barcelona.

Quim Torra ha pasado de pedir a los CDR que “aprieten” y de defenderlos incluso en el Parlament de Cataluña frente a los Mossos a desear que no cumplan con sus amenazas de cara al 10 de noviembre. Los independentistas radicales ya han advertido que ocuparán colegios el día de las elecciones para boicotear los comicios. Y en el Govern temen no poder evitarlo.

Así lo aseguran al Confidencial Digital altos cargos del Ejecutivo catalán, que asumen “la falta de consenso”, entre el Govern y las plataformas independentistas, de cara a la jornada electoral del próximo domingo.

Los CDR, “descontrolados”

Las mismas fuentes admiten que, pese a los dicho “desde Madrid” en las últimas semanas, “Tsunami Democratic no es lo mismo que los CDR”. Y admiten, en ese sentido, que “Tsunami sí respeta las consignas de la Generalitat sobre la necesidad de que no haya incidentes el domingo, pero los CDR no”.

Todo ello, después de que ayer se supiera que uno de los CDR juzgados por la Audiencia Nacional, Ferrán Jolis, reconoció que existía un plan para tomar el Parlament y que las órdenes que recibieron “venían de Presidencia”, algo que desde la Generalitat niegan.

El propio Quim Torra, de hecho, ha lanzado “peticiones, tanto en público como en privado”, para que los Comités de Defensa de la República, en esta ocasión, “no aprieten”. Sin embargo, nadie parece atender a las peticiones del president.

Desde el Govern, de hecho, admiten que “los CDR están descontrolados”. Hasta tal punto, que “parecen dispuestos a seguir hasta el final” y ocupar colegios electorales en la madrugada del sábado al domingo.

Altos cargos de la Generalitat, incluso, reconocen haber tenido acceso a chats vinculados a estos grupos en los que se deja a las claras que su intención es boicotear la jornada electoral del próximo 10 de noviembre.

Justificaría el “estado de excepción”

La preocupación del Govern está más que justificada, ya que como afirman a ECD expertos en derecho constitucional, el boicot a unas elecciones generales podría provocar la declaración del estado de excepción en Cataluña.

Según se recoge en la Ley Orgánica 4/1981, del 1 de junio, el estado de excepción se autorizará cuando se vea afectado gravemente el ejercicio de los derechos y libertades de los ciudadanos, el normal funcionamiento de las instituciones democráticas, los servicios públicos esenciales o cualquier otro aspecto que afecte al orden público.

 

Por tanto, afirman las fuentes consultadas, si no se permite a los ciudadanos ejercer su derecho a voto, el Gobierno, mediante decreto acordado por el Consejo de Ministros y previa autorización del Congreso de los Diputados, podría aplicar esta medida, recogida en el artículo 116 de la Constitución Española.

Torra ahora necesita a Buch

Los cargos de la Generalitat contactados por ECD explican que, ante esta amenaza, la consejería de Interior va a movilizar a todos los Mossos d´ Esquadra disponibles para evitar que los CDR bloqueen los colegios.

Quim Torra, por tanto, ha dado “plenos poderes” al consejero Miquel Buch, después de amagar con su cese tras las cargas de la policía autonómica en las noches de disturbios en Barcelona y otras ciudades catalanas.

El president, afirman las fuentes consultadas, “necesita ahora a Buch”, cuya continuidad en el Govern se debe a las “presiones” de Artur Mas y de la actual dirección del PdeCAT: “Torra se lo tuvo que comer, y ahora sabe que se juega parte de su futuro a una buena actuación de los Mossos el domingo”.

Campaña a favor de las urnas

Desde la Generalitat, sin embargo, aún confían en poder evitar una guerra entre los Mossos y los CDR y, por ese motivo, preparan una campaña, en favor “de las urnas”, para impedir que los radicales bloqueen los colegios electorales.

Las fuentes del Govern consultadas explican que “vamos a insistir que los catalanes somos un pueblo democrático que siempre ha apostado por las urnas. Y, por eso, no podemos actuar como la policía española el 1-O, impidiendo que la gente acuda a votar”.

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