El PP se hunde en sus encuestas cada vez que se filtra un acercamiento a Junts
Las propuestas a lo Vox como la disolución de partidos independentistas han coincidido con caídas en los ‘tracking’ tras conocerse informaciones de connivencia de Feijóo con los de Puigdemont
- El PP se hunde en sus encuestas
- Junts es un interlocutor válido
- Los contactos para la investidura
- Cambio en el trato a Junts
Feijóo asumió tras el 23-J que no podría completar una mayoría con Junts. Solo buscaba encarecer la investidura de Sánchez. Pero haberse acercado a ellos impone ahora un coste de filtraciones e insinuaciones, verdaderas o falsas, muy alto en credibilidad, porque se traduce cada vez que aparecen en un castigo al PP en las encuestas.
La dirección del PP lanzó hace unas semanas un mensaje político con el que buscaba sacudirse de un plumazo cualquier duda de connivencia con los independentistas, golpear en la debilidad de Vox y tratar de definir los perfiles de la democracia, que es la auténtica batalla cultural.
En la enmienda a la totalidad de la amnistía, lejos de liderar solamente los argumentos que ya conoce y respalda una amplia mayoría de la opinión pública, los populares introdujeron una propuesta para castigar con cárcel a los cargos que declaren la independencia o convoquen un referéndum ilegal, subrayando así el vacío de elementos de disuasión penal con el que España se enfrentaría a una subversión constitucional después de que el PSOE suprimiese la sedición.
Pero lo llamativo es que llegase más allá y añadiera la posible disolución de partidos políticos que participaran en esos actos, lo que sólo está previsto ahora para la violencia terrorista. La iniciativa no fue lo suficientemente explicada, difícilmente encaja con la jurisprudencia europea y pareció improvisada. De hecho, días después tuvo que ser suavizada y ahora acaba de ser metida por el momento en un cajón.
El PP se hunde en sus encuestas
Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes próximas a Génova, el anuncio de propuestas a lo Vox contra el independentismo, como la disolución de partidos, han coincidido con claros retrocesos del PP en los ‘tracking’ que maneja la dirección nacional del partido, que han detectado que se registran tras saltar a las primeras páginas de los periódicos informaciones de connivencia de Feijóo con los separatistas.
Esto es, Génova ha concluido que el PP se hunde en sus encuestas internas cada vez que se filtra cualquier tipo de acercamiento a Junts, ya ni siquiera a Carlos Puigdemont, con quien el líder del PP no se ha planteado mantener contactos en ningún momento y critica que Sánchez sí lo haga.
Junts es un interlocutor válido
La dirección del Partido Popular volvió a defender unas semanas que Junts es un interlocutor político válido -y de hecho el líder del PP en Barcelona, Daniel Sirera-, reconoció el pasado 2 de enero haber mantenido reuniones con algunos de sus máximos representantes.
Como reacción a la filtración de ese nuevo acercamiento a los de Puigdemont que penaliza al PP en las encuestas, Génova apostaba pocas horas después por promover su disolución si recae en las conductas del ‘procès’. “Por la mañana me reúno en secreto, y por la tarde te ilegalizo”, ironiza un dirigente popular sobre la actitud de la dirección nacional con el partido de Carles Puigdemont.
Dirigentes populares de peso consideran “sorprendente” el planteamiento de disolución de partidos independentistas, y la encuentran “difícil de explicar”. Por el momento, el PP ha metido en el cajón su propuesta bajo el argumento de no hacer de cortina de humo de la amnistía.
Génova ha recibido críticas a su planteamiento de todos los grupos parlamentarios, hasta de Vox, pese a que está de acuerdo en ilegalizar a las formaciones independentistas, que afeó a los populares los titubeos expresados por Feijóo.
Los contactos para la investidura
A un mes de la sesión de investidura de Alberto Núñez Feijóo, el líder del Partido Popular defendió también su intención de hablar con todos los grupos parlamentarios a excepción de Bildu. Con ello, el candidato del PP aseguraba que pretendía, entre otras cosas, encarecer la investidura de Pedro Sánchez y forzar una repetición electoral.
“Sánchez no va a estar tranquilo hasta que Junts nos diga que no”, insistían fuentes cercanas al presidente popular, que sostenían que las conversaciones con el partido de Puigdemont podían provocar que sus condiciones para apoyar una investidura del candidato del PSOE se endureciesen.
Cambio en el trato a Junts
Según las fuentes consultadas, el PP comprobó también entonces que recibió un duro varapalo en sus encuestas internas, que hizo que la cúpula de Génova pasara en apenas unos días de calificar a Junts como “un partido cuya tradición y legalidad no está en duda”, como afirmó Esteban González Pons, vicesecretario de Asuntos Institucionales, a que el vicesecretario de Cultura, Borja Sémper, rebajase esa efusividad, diciendo que la apuesta de la formación de Puigdemont por la independencia les sitúa fuera de la “racionalidad política”.
El acercamiento a Junts tensionó durante varias jornadas al partido y, particularmente, molestó al PP catalán. Horas después de anunciar esos contactos, su presidente, Alejandro Fernández, escribió en un tuit que “se avecinan movimientos (y fotos) que van a destruir la reputación de quien los impulse”.
Porque, añadía, “no hay nada más valioso que ser coherente con tu pasado, tus principios y tus opiniones”. Fernández defendió que no se puede atacar al sanchismo por “negociar con un prófugo”, y a continuación hacer lo mismo.
Feijóo rectificó y no se reunió con Junts tras conocer las condiciones de Puigdemont. El líder del PP negó que el cambio de postura respondiera a las discrepancias internas, con sectores del partido que advertían de que la cita con los independentistas era un “suicidio”. Pero el castigo en los ‘trackings’ de esos días sí influyó enormemente en la decisión, admiten ahora a ECD en la cúpula de Génova.
