La campaña ha sido muy dura

Las primarias del PP han producido rupturas irreconciliables

Alfonso Alonso contra Javier Maroto, Santelices contra Feijóo, Alejandro Fernández contra Albiol, Ángeles Pedraza contra Mari Mar Blanco… Y preocupa cómo pueden reaccionar los derrotados

Casado saluda al plenario junto a Cospedal, Rajoy y Sáenz de Santamaría
Casado saluda al plenario junto a Cospedal, Rajoy y Sáenz de Santamaría

El PP ya tiene nuevo presidente. La victoria de Pablo Casado frente a Soraya Sáenz de Santamaría inaugura una nueva etapa en el partido, en la que la militancia primero, y después los compromisarios, han acabado con las designaciones a dedo. El proceso, no obstante, también ha provocado profundas disputas internas que, ahora, costará mucho reparar.

Durante el fin de semana, ECD ha podido conocer testimonios de cargos del partido, de diferentes ejecutivas regionales, que muestran a las claras la división interna que ha provocado la campaña de las presidenciales, que ha sido especialmente dura en las semanas previas al congreso y, sobre todo, después de confirmarse los resultados finales con la victoria de Casado y la derrota de Soraya.

Este lunes se anunciará una nueva ejecutiva, que se negoció ayer fuera de los focos, que no dejará satisfechas a todas las partes.

Estos son los ejemplos más claros de la ruptura que se ha producido en el Partido Popular: como consecuencia de las primeras para suceder a Mariano Rajoy.

Alonso y Maroto, de amigos a enemigos

Uno de los ejemplos más claros de cómo ha quedado dividido el PP tras las primarias y el congreso extraordinario se da en el País Vasco, donde los principales dirigentes, que además han sido amigos durante años, se ha enfrentado en las últimas semanas defendiendo los intereses de Pablo Casado o de Soraya Sáenz de Santamaría.

El actual presidente del PP en la región, el ex ministro Alfonso Alonso, y el secretario general de los populares en Euskadi, Iñaki Oyarzábal, se postularon en favor de Soraya, participando además de forma muy activa en la campaña. Incluso, sobre todo en el caso de Alonso, realizaron duras declaraciones contra Casado exigiéndole que se integrara en “la candidatura más votada por la militancia”.

En el otro bando, Javier Maroto, mano derecha durante años de Alfonso Alonso en Vitoria, ha sido un pilar fundamental de la candidatura de Pablo Casado. Incluso, tal y como se informó en estas páginas, presionó a Mari Mar Blanco para que apoyara al candidato, ofreciéndole un puesto en la nueva ejecutiva y elevando el tono cuando la hermana de Miguel Ángel se negó.

Ambos dirigentes, Alonso y Maroto, han sido amigos durante años. Tuvieron un primer choque cuando ambos sonaron para suceder a Arantxa Quiroga al frente del PP Vasco, pero lo resolvieron. Ahora, una nueva reconciliación se antoja mucho más difícil.

Albiol, “puenteado” por Fernández

El PP de Cataluña, pese a no ser una de las federaciones que aportaba más compromisarios, ha sido otro campo de batalla interna estas últimas semanas. Fundamentalmente, porque, tal y como aseguran al Confidencial Digital dirigentes nacionales y regionales, “el resultado del congreso podía favorecer a unos o a otros”.

Alicia Sánchez-Camacho y otros cargos históricos del partido en Cataluña se inclinaron desde el primer momento por Soraya Sáenz de Santamaría, mientras que el presidente de la ejecutiva regional, Xavier García-Albiol, más próximo al programa de Pablo Casado, prefirió mantenerse en una posición de neutralidad.

 

Esa postura fue aprovechada por Alejandro Fernández, actual portavoz del PP en el Parlament y favorito para suceder a Albiol, para hacer público su apoyo a Casado y erigirse, de esta forma, en el principal “aliado” del candidato en la región. Un papel que le sitúa, en principio, en una posición de ventaja para presidir el PP catalán a corto plazo.

Albiol, absolutamente “puenteado” por su compañero en el Parlament, decidió, justo antes del congreso, hacer público que su apuesta era Casado. Un anuncio que, sin embargo, llegó demasiado tarde.

Las dudas de Montserrat

Otro referente del PP de Cataluña cuyo apoyo a Casado se puso en duda hasta el final ha sido Dolors Montserrat.  La ex ministra de Sanidad dio su respaldo a María Dolores de Cospedal y fue su portavoz durante la campaña, pero Pablo Casado, a quien ha respaldado la ex secretaria general, no la convencía.

Esas dudas, y el posterior anuncio de Alicia Sánchez-Camacho, próxima a Cospedal, confirmando su apoyo a Soraya Sáenz de Santamaría, puso nerviosas a ambas candidaturas, que presionaron a la ex ministra de Sanidad para que se pronunciara.

Soraya “quería que repitiese la maniobra de Alicia”, y Cospedal y Casado estuvieron toda la semana pasada pidiéndole que se pronunciara a su favor. Montserrat, finalmente, se decantó por Pablo Casado, confirmando que el PP catalán “post Sánchez-Camacho” está con él... aunque cada uno por sus propios intereses.

Duelo de presidentes en Galicia

La posición de los compromisarios gallegos ha sido, como se esperaba determinante en el resultado final del congreso extraordinario. Tres de los cuatro presidentes provinciales del PP regional habían mostrado, en los días previos, su respaldo a Pablo Casado, mientras que Feijóo no quiso revelar su posición hasta el final.

Pese a ello, el presidente de la Xunta había mandado señales, en los días previos, de que su voto iba a ir para Casado. Además, desde su equipo se anunciaba que él hablaría con las direcciones provinciales para que se respetara lo votado por los militantes, dejando claro que “es verdad que en Orense ganó Soraya, pero Pablo en el resto de Galicia”.

Esos movimientos, más bien subterráneos, de Feijóo, contrastaron con el apoyo explícito a Soraya Sáenz de Santamaría que el jueves anunció Miguel Ángel Santalices, presidente del Parlamento Gallego y un histórico del partido en la región.

Las fuentes consultadas afirman que, en Galicia, los presidentes del partido han quedado divididos: cuatro -incluyendo a Feijóo- apostaron por Casado, y dos -incluyendo a Santalices- optaron por Soraya.

Choque Ceniceros-Gamarra en La Rioja

Bastante sorprendente ha sido la ruptura en el PP de la Rioja, una federación que Soraya Sáenz de Santamaría creía totalmente afín y que, sin embargo, ha quedado partida entre las dos candidaturas.

La ex vicepresidenta daba por hecho el apoyo de los riojanos porque la secretaria general del partido en la región, y alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, había logrado situar a compromisarios clave a su favor. Un movimiento, no obstante, que no sirvió para sumar a José Ignacio Ceniceros.

El presidente de La Rioja y del PP regional se inclinó públicamente, a dos días del inicio del congreso, por Pablo Casado, confirmando que la actual dirección del partido está totalmente dividida.

Adiós a la unidad de las víctimas del terrorismo

Si el congreso extraordinario ha partido en dos al PP, tanto a nivel nacional como en diferentes ejecutivas regionales, los apoyos de ambos candidatos dentro de las asociaciones de víctimas del terrorismo también han provocado que dos amigas, como son Mari Mar Blanco y Ángeles Pedraza, hayan quedado enfrentadas estas últimas semanas.

La hermana de Miguel Ángel Blanco, diputada del PP y presidenta de la Fundación Víctimas del Terrorismo, apostó claramente por Sáenz de Santamaría, pese a los intentos del equipo de Casado de hacerse con su respaldo. Por el contrario, la presidenta de honor de la AVT respaldó desde el principio a Casado.

Cada una fue propuesta para integrar la ejecutiva de los candidatos. La propia Pedraza aseguró hace unas semanas a ECD que su voto en este proceso era “personal” y que, por tanto, no debería interferir ni en la propia Asociación ni en la relación con el resto de víctimas. Un reto que ella misma, y Mari Mar Blanco, deberán afrontar a partir de ahora.

División en Génova 13

Desde que se dieron a conocer los detalles del congreso extraordinario del PP y las candidaturas, en la dirección del partido, en Génova 13 se asumió que habría “vencedores y vencidos”. Una certeza que algunos no veían del todo mal, porque “el juego de equilibrios existente hasta ahora ha provocado que perdamos el Gobierno y el partido necesita evolucionar”.

Por citar algún nombre, Fernando Martínez-Maíllo, hasta ahora coordinador general del PP, apareció en la lista de la ejecutiva presentada por Soraya Sáenz de Santamaría, lo mismo que Javier Arenas, mientras que otros como Javier Maroto y Andrea Levy figuran en la de Casado.

Preocupa el precedente del PP de Madrid

El hecho de que el partido se haya dividido en dos bloques como consecuencia de las primarias preocupa internamente, y mucho, a altos cargos del PP, que advierten de que existen precedentes muy preocupantes.

Uno de ellos es lo ocurrido en el PP de Madrid. Hace apenas dos años se celebró el congreso regional en el que Cristina Cifuentes fue elegida presidenta, “barriendo al aguirrismo” que hasta entonces mandaba en los populares madrileños.

Las fuentes consultadas por ECD reconocen que “fue un error” impulsar a un bando para derrotar al otro, porque “esos otros planearon una venganza que finalmente se ejecutó hace apenas unos meses”.

Ahora, en el PP se teme que muchos de los cargos que el sábado perdieron “no se queden quietos” a corto plazo.

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