Sánchez se prepara para el peor escenario: estado de alarma en dos semanas si no se frenan los contagios

La medida no contempla volver al confinamiento general en los domicilios, pero sí la limitación de la movilidad entre los territorios más afectados

Pedro Sánchez y Salvador Illa, en el centro de la imagen.
Pedro Sánchez y Salvador Illa, en el centro de la imagen.

El Ministerio de Sanidad acaba de lanzar un mensaje de alerta a la población ante el constante aumento de casos y fallecimientos por coronavirus que registra España en las últimas semanas. Esta escalada ha llevado a Moncloa a comenzar a valorar el “peor escenario”: la vuelta al estado de alarma en dos semanas si no se frenan los contagios.

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, se mostró muy duro el pasado jueves advirtiendo a la sociedad española de que “las cosas no van bien” y que nadie se debe relajar: “Que la gente no se confunda, las cosas no van bien, cada día tenemos más transmisión”, alertó.

Simón quiso enviar un contundente mensaje, con mucha más rotundidad que en otras ocasiones: “Si dejamos que la pandemia siga hacia arriba acabaremos teniendo muchos hospitalizados, muchos ingresados en UCI y muchos muertos”.

“El ensayo del segundo mando único”

Por el momento, Moncloa asegura de manera oficial que no se plantea volver al mando único para gestionar la crisis sanitaria. Pero las medidas que anunció hace una semana el ministro de Sanidad. Salvador Illa, son lo más parecido a la gestión centralizada de la pandemia que se empleó durante el estado de alarma que concluyó el pasado 21 de junio.

Illa acordó con todas las autonomías el cierre del ocio nocturno y prohibir el tabaco en la vía pública si no se puede respetar la distancia de seguridad.

Era la primera vez, desde que finalizó el estado de alarma, en que las comunidades autónomas se veían obligadas a cumplir medidas del Gobierno central para frenar la evolución de la pandemia.

Dos meses después del fin del confinamiento, marcados por el creciente temor ante los rebrotes que han aparecido en todo el país, el Gobierno ha dado marcha atrás a la descentralización al extender a todas las autonomías medidas que algunos gobiernos regionales ya habían implementado o estaban sopesando.

El Ministerio de Sanidad ha dado el paso cuando los contagios se han disparado y el concepto “segunda ola” y los brotes sin control por toda España han llevado a muchos territorios a improvisar actuaciones para evitar el confinamiento.

Algunos miembros del Gobierno comienzan a hablar ya en privado de que estas medidas son “el ensayo del segundo mando único”. Si no surten efecto en las próximas dos semanas, Moncloa contempla activar la maquinaria para limitar la movilidad entre territorios especialmente afectados y tratar así de doblegar la curva.

 

Va a subir el número de hospitalizaciones

Fuentes del Ministerio de Sanidad insisten, no obstante, en que los casos son diferentes. La edad media de los afectados ha bajado a los 35 años. También recalcan que no hay sobrecarga de momento en el sistema hospitalario.

Pero comienzan a asumir que “a medida que aumente la transmisión comunitaria subirá el número de hospitalizados”. El estado de alarma de marzo y las restricciones impuestas a mediados de julio en Cataluña y Aragón no lograron aplanar y reducir la curva de contagios hasta 20 días más tarde. Esa es la fecha que se ha marcado Sanidad.

Moncloa contempla limitar la movilidad

Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes próximas a La Moncloa, el equipo de Pedro Sánchez, en contacto con el Comité de Seguimiento del Coronavirus, ha empezado a valorar que sea precisa una contundente respuesta institucional a mediados de septiembre. Todo dependerá de la extensión del virus en esta segunda oleada y del efecto que hayan tenido las últimas medidas. La propuesta es una vuelta al estado de alarma.

En caso de que fuera necesario recurrir a este mecanismo excepcional, Moncloa se plantea que, como ocurrió en la fase 3 de la desescalada, sean los presidentes autonómicos las autoridades delegadas competentes, y no el Gobierno como en la declaración del estado de alarma del 14 de marzo.

La activación del estado de alarma en los territorios afectados garantizaría poder limitar la movilidad de la población, en caso de que una comunidad lo solicitase al Gobierno, ya que la libertad de movimiento constituye un derecho fundamental y limitarlo es una competencia estatal.

No se pasa por alto que hace solo unos días el propio Fernando Simón afirmó que no es fácil limitar derechos fundamentales como el derecho de asociación o de moverse libremente, pero admitió que en algunos puntos concretos del país se podrían decretar confinamientos y “tendría mucho sentido hacerlo”.

Las autonomías asumen otro estado de alarma

Fuentes de varios gobiernos autonómicos, a las que ha tenido acceso ECD, ya parecen asumir que España se encamina a un nuevo estado de alarma. Han reclamado a Pedro Sánchez en las últimas semanas mecanismos legales “urgentes” que faciliten confinamientos parciales y selectivos en sus territorios para frenar la expansión del virus.

El presidente se comprometió con los líderes autonómicos a reformar las leyes sanitarias para permitir que las comunidades ordenasen confinamientos selectivos sin estado de alarma.

El Gobierno aseguró concretamente que aprovecharía la tramitación del decreto de “nueva normalidad” como proyecto de ley para acometer estos cambios, que afectan a derechos fundamentales. Sin embargo, cuatro meses después, “no hay ni rastro de esas reformas que prometió Carmen Calvo”, se quejan incluso desde una autonomía socialista.

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