El secretario de Estado de Comunicación responde a las críticas por las ruedas de prensa de Sánchez sin preguntas y arremete contra los periodistas

Este miércoles tuvo lugar en la sede de KPMG en Madrid una mesa redonda, organizada conjuntamente con la APIE, sobre ‘El papel de la ética en el periodismo’, pero el protagonismo correspondió al secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver y sus críticas directas a los periodistas políticos.

El acto estuvo moderado por Íñigo de Barrón (El País), presidente de la APIE, y contó con la participación de Anna Bosch (TVE), Fernando Garea (EFE), Yolanda Gómez (ABC), Isaías Lafuente (Cadena SER), Martí Saballs (El Mundo) y Vicente Vallés (Antena 3).

A continuación intervino Miguel Ángel Oliver, que centró sus palabras en la reciente polémica sobre la limitación de preguntas a los periodistas en las ruedas de prensa de Pedro Sánchez, que provocó hace unos días una queja en público de los profesionales.

Setenta comparecencias

El secretario de Estado de Comunicación comenzó ofreciendo algunos datos. Pedro Sánchez -dijo- ha comparecido setenta veces ante los medios en los dieciocho meses que lleva en Moncloa. Todo eso sin contar con corrillos, canutazos informales…

Explicó, en tono irónico, que alguien podría quejarse de que una parte de esas comparecencias hayan tenido lugar en Bruselas. Pero insistió: es un lugar relevante, antes muy valorado, donde España tiene que estar presente, y a esos actos han acudido muchas veces los mismos periodistas que siguen al presidente en Madrid.

Ofreció más cifras. Las ruedas de prensa desarrolladas cada viernes en Moncloa después del consejo de ministros han admitido 700 turnos de preguntas, aproximadamente. (Hay que recodar que esas ruedas de prensa están protagonizadas habitualmente por la ministra portavoz, Isabel Celaá).

¿Intervenciones sin límite?

Oliver se refirió a continuación expresamente a las quejas de los periodistas por las limitaciones a las preguntas en las ruedas de prensa.

“¿Alguien puede imaginar esas intervenciones sin un límite, como una sucesión interminable de cuestiones?”, planteó. Sería de locos, vino a decir. Es necesario poner un orden por cuestión de tiempo, organización y hasta sentido común.

"Los periodistas son insaciables"

Y hubo una alusión expresa a la queja de Daniel Basteiro, periodista de El Español, que el pasado miércoles, día 11, antes de preguntar a Pedro Sánchez, se quejó en nombre de los restantes periodistas presentes:

-- “Si solo va a haber dos turnos de preguntas en esta comparecencia -dijo Basteiro- no es porque los periodistas no queramos preguntar más sino porque, a diferencia de los demás líderes políticos que han comparecido, se ha puesto un límite. Algo por lo que mis compañeros y yo expresamos nuestra profunda disconformidad”.

Oliver comentó, con cierta sorna, que en esos dos turnos de preguntas de aquel día se incluyeron concretamente hasta ocho cuestiones diferentes.

Admitió que se ha reunido con asociaciones de la prensa para tratar esta cuestión, pero remató: “Los periodistas son insaciables. ¿Todas las veces tienen que ser respondidas las preguntas? Políticamente, no”.

Afirmó que en ocasiones no todo debe ser respondido, que hay cuestiones que es mejor no abordar, ni es conveniente comentar todo. Hay negociaciones políticas, añadió, que es preferible mantener sin luz ni taquígrafos, para velar por su buena marcha. 

Los profesionales deben "hacer autocrítica"

Los periodistas, dijo Miguel Ángel Moliner, deben “hacer autocrítica”.

Afirmó que hay una “tendencia enfermiza” a hacer preguntas. Explicó que hay días en que nada más llegar a La Moncloa, muy temprano, por las mañanas, tiene ya demandas en el móvil sobre sucesos que acaban de pasar. “¿Cuál es la reacción del Gobierno?, me preguntan”. “¡Pero si no hemos tenido todavía tiempo de analizar lo que ha pasado!”.

El secretario de Estado de Comunicación acumula a veces, apuntó, hasta sesenta preguntas de periodistas a la vez. Preguntas, se quejó, sobre hechos que todavía no han madurado, todavía están cuajando. No debe haber un derecho a obtener respuestas, dijo.

Críticas a los tertulianos

Antes de terminar, Miguel Ángel Oliver, se refirió al fenómeno de los periodistas que habitualmente acuden a programas de televisión como comentaristas. “Todos los periodistas que hacen información de La Moncloa son tertulianos”, se quejó.

Admitió que él mismo había participado en algunas, en Telemadrid, y coordinado otras, en la Cadena SER. Pero “los periodistas –dijo- nos estamos convirtiendo en fiscales que reconvenimos al político y le afeamos la conducta por cosas que a mí no me gustan”.

Y añadió: “A continuación, esos mismos se van a las tertulias a opinar. Sólo dedican unos minutos a dar información y el resto, son opiniones. Son actores políticos que trabajan como periodistas”, remató.