Los sindicatos se echarán a la calle el 1 de mayo a pesar del riesgo de contagios

UGT y CCOO están hartos de los incumplimientos del Gobierno con el salario mínimo, la reforma laboral, las pensiones… Su mensaje: “Que nadie tenga miedo a manifestarse”

Sindicatos
Sindicatos.

Un Primero de Mayo reivindicativo, con la gente de nuevo en las calles. Es el escenario que preparan UGT y CCOO para este año, pese al riesgo de contagios por las aglomeraciones, con objeto de exigir al Gobierno la subida del salario mínimo interprofesional y la reversión de la reforma laboral y de las pensiones.

Hay que recordar que el 1 de mayo del año pasado los sindicatos no pudieron salir a las calles, debido al estado de alarma por la pandemia de coronavirus, que obligó a las centrales a celebrar en casa el Día del Trabajador y utilizando solo las redes para doce horas de manifestaciones, discursos y aplausos.

Ni siquiera los líderes sindicales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, pudieron entonces subirse al atril frente a una multitud para lanzar un mensaje con exigencias al Gobierno para derogar la reforma laboral.

Las normas de seguridad impuestas por el estado de alarma impidieron los discursos al aire libre, en un año en el que el ambiente laboral era más negativo que nunca por la crisis social y económica, lo que había devuelto a los sindicatos un protagonismo que perdieron desde la crisis financiera de 2008 y que no habían recuperado hasta la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa.

A la calle pese al riesgo de contagios

Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes próximas a las direcciones de UGT y CCOO, los sindicatos sí promoverán este año, el Primero de Mayo, movilizaciones en las calles, en forma de manifestaciones en las principales capitales de provincia españolas.

“Que nadie tenga miedo a manifestarse el 1 de mayo, se hará en condiciones de seguridad”. Este es el mensaje central que las dos principales organizaciones sindicales del país lanzarán en los próximos días con el fin de movilizar y convencer a los trabajadores de que esta vez “salgan a la calle”.

El llamamiento se produce en un momento en el que Sanidad notificó el pasado viernes 10.598 nuevos contagios y 99 fallecidos en 24 horas. La incidencia acumulada subió más de diez puntos respecto a la jornada anterior, jueves, hasta los 213,72 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.

No más peligro que en el transporte público

Los sindicatos aseguran que las concentraciones que van a promover “no van a poner en riesgo la salud pública más que el uso del transporte público”.

Argumentan que la obligación de acudir al trabajo, para las personas que lo hacen cada día en el Metro, por ejemplo, no puede estar por encima de los derechos fundamentales.

 

Sobre la situación sanitaria, UGT y CCOO sostienen: “Que este virus deje de matar depende de la medicina, pero que acabe o no con los derechos fundamentales depende de la justicia”.

SMI, reforma laboral y pensiones

Según las fuentes consultadas por ECD, las organizaciones sindicales consideran además que este año “hay razones más que justificadas para echarse a la calle” para que el Gobierno cumpla con la agenda de reformas sociales comprometida.

Defienden que “no existen razones para no subir el salario mínimo interprofesional” (SMI), actualmente congelado en 950 euros al mes, y que hay que sustituir las últimas reformas laborales por nuevos elementos que permitan superar los graves problemas del mercado de trabajo.

Los sindicatos advertirán al Ejecutivo en la calle que no aceptarán “retoques” de la reforma laboral de 2012, sino que están por su derogación. También reclamarán la derogación de la reforma de las pensiones de 2013, con el fin de que se revaloricen cada año por ley conforme al IPC, y que se suprima definitivamente el factor de sostenibilidad, asegurando la viabilidad y sostenibilidad del sistema público.

“Un estado de excepción encubierto”

Ante una posible prohibición de las manifestaciones por las delegaciones del Gobierno, como ocurrió el 8-M, UGT y CCOO responden a ECD que deben autorizarse sus marchas en la calle, no solo por la importancia del 1 de mayo para la defensa de los derechos de los trabajadores, sino también por la necesidad de impedir que la protección de la salud pública implique erosionar la salud democrática.

Consideran que, en caso contrario, se impide ejercer el “legítimo derecho de reunión establecido en el artículo 21.2 de la CE”, por lo que cabe preguntarse si esta situación “se ajusta a la legalidad de un estado de alarma o de un estado de excepción o de sitio”.

Revisar cómo se aplica el estado de alarma

Recuerdan que el Tribunal Constitucional decidió el pasado mes de marzo mantener la prohibición de las concentraciones convocadas en Madrid con motivo del 8-M, pero que el recurso de UGT y CCOO consiguió un objetivo muy relevante.

El hecho de que la solicitud de amparo fuera admitida a trámite significa que el Constitucional tendrá que aclarar por sentencia si la declaración del estado de alarma puede permitir que se impidan las movilizaciones ciudadanas.

La decisión del TC, por tanto, no desautorizó a la Delegación del Gobierno ni al Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que prohibieron las concentraciones promovidas en la Comunidad con motivo del Día Internacional de la Mujer. La decisión fue justificada como medida de protección de la salud pública.

Pero, al tiempo que rechazaba autorizar in extremis las manifestaciones, el Constitucional asumió el recurso de los sindicatos, con el fin de resolver sobre el fondo del asunto. Algo que todavía se encuentra pendiente de pronunciamiento.

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