Sumar pide dinero para arrancar su implantación territorial
El partido de Yolanda Díaz aborda por primera vez la apertura de sedes y la búsqueda de candidatos en más municipios y provincias
El partido Sumar ya piensa en su implantación territorial. Por primera vez desde su constitución como formación política, se ha referido a su intención de "desplegar" su proyecto "por todo el país" en una misiva interna enviada a los inscritos en su página web. La formación ha solicitado más donaciones a sus afiliados, precisamente, para poder llevar a cabo este objetivo que supondría la implantación territorial de la coalición liderada por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz.
Hasta ahora, la maquinaria de partido, como las sedes repartidas por toda España, las ha aportado Izquierda Unida. La única fuerza política con arraigo de las 15 que forman Sumar y que ha sido fundamental para el desarrollo ordinario de la coalición durante la campaña electoral del pasado 23-J.
Expandir el proyecto
Sumar comenzó una campaña para fidelizar a sus simpatizantes a través de correos electrónicos. Sucesivas misivas que mantenían informado al usuario de las últimas novedades del partido. Una labor emparejada con el crowfunding. Un modelo de financiación basado en las donaciones de los propios ciudadanos que ya fue utilizado por Podemos desde su fundación y ha sido la base de los ingresos del partido de Díaz.
La formación comenzó solicitando pequeñas cantidades para poder costear la campaña electoral. El adelanto anunciado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el día después de las elecciones autonómicas, cogió con el pie cambiado al espacio a la izquierda del Partido Socialista. Sumar aún no englobaba al resto de formaciones y tenía diez días para lograr una coalición que se preveía complicada, especialmente con Podemos. Finalmente, lo consiguió, pero también corría el reloj para recaudar dinero con el que pagar toda la propaganda habitual previa a las elecciones, actos, etc.
Incluso llegó a lanzar un plan de microcréditos tras reconocer que no había conseguido los fondos suficientes a pocos días del inicio de la campaña. Durante meses pidió donaciones a sus afiliados, pero dejó de hacerlo tras las pasadas elecciones generales del 23 de julio.
Ahora, la formación vuelve a solicitar más fondos para esta nueva tarea: implantar el partido a nivel territorial, "extender el proyecto por todo el país", afirman en el escrito. Un objetivo complejo que supone un paso más en el crecimiento de Sumar y lograría crear la maquinaria de partido de la que carecen el resto de formaciones de izquierdas nacidas en el último decenio.
A largo plazo
La intención de Sumar supone una gran diferencia con lo que consiguió Podemos. La formación trata de tener peso propio en los territorios, organigrama de partido, candidatos, sedes... Todo un cuerpo que ya tienen los partidos más tradicionales: Partido Popular, Partido Socialista, Izquierda Unida... Y que resulta clave en las elecciones, donde PP y PSOE suelen aglomerar gran parte de los votos en zonas donde solo su maquinaria consigue llegar al ser las dos formaciones más conocidas y con mayor recorrido en democracia.
Por ello, esta apuesta revela que la formación de Díaz piensa a largo plazo y en que Sumar sea un partido de futuro, construyendo una base de abajo hacia arriba.
Más independencia
Una cambio así daría independencia a la formación respecto al resto de formaciones: el resto de partidos no gozan de una estructura así y estarían supeditados a la estructura de Sumar. Además, no dependería de las sedes y el organigrama de otras formaciones como Izquierda Unidas, que ha cedido sus sedes cuando ha sido necesario. Lo mismo sucede con la militancia: desde Más Madrid hasta Compromís, todos los afiliados de las formaciones que se unieron bajo la marca de Díaz aportaron recursos humanos para poder desplegar una campaña que, de lo contrario, hubiera sido inasumible para una plataforma recién nacida.
Incluso, en los correos enviados desde Sumar a sus inscritos, solicitaban voluntarios para una decena de funciones distintas: desde montar escenarios para los actos de la vicepresidenta hasta elaborar memes para las redes sociales.
