Un coche lanzadera por delante y dos vehículos de escolta: El aparatoso despliegue de seguridad para trasladar al Hospital Donostia al secuestrador de Ortega Lara
El etarra Jesús María Uribechevarria, condenado en 1998 a 32 años de cárcel por el secuestro de José Antonio Ortega Lara, será enviado desde la prisión de León a la de Zaballa, en Álava, para tratarse del cáncer que padece en el Hospital Donostia. El ministerio del Interior ha preparado un aparatoso despliegue para garantizar la seguridad del terrorista.
El organismo que dirige Jorge Fernández Díaz anunció el martes el traslado del secuestrador de Ortega Lara a la nueva prisión de Zaballa, al lado de la antigua cárcel de Nanclares de la Oca, para ser tratado, en el Hospital Donostia, de un cáncer de riñón que ha avanzado rápidamente en las últimas semanas.
Pues bien, según ha sabido El Confidencial Digital, el ministerio del Interior ha preparado un importante operativo de seguridad para los viajes del etarra desde el centro hospitalario a la cárcel, muy poco utilizado para el traslado de presos.
Fuentes bien situadas en Instituciones Penitenciarias, a las que ha tenido acceso este diario, explican que Jesús María Uribechevarria “será trasladado en ambulancia, escoltado por dos vehículos delante y detrás, y contará también con un coche ‘lanzadera’ que comprobará unos kilómetros más adelante que no hay riesgos para el preso”.
En este tipo de viajes, “se suele optar por subir al reo en un coche de la Policía al que le puede escoltar otro vehículo, y si el detenido no tiene dolencias de gravedad puede ir en un mini-bus junto a otros encarcelados”.
Sin embargo, un despliegue como el organizado para el traslado del secuestrador de Ortega Lara “es mucho menos usual, al ser más costoso y aparatoso, pero desde Interior han optado por esta opción por la enfermedad de Uribechevarria”.
Más de 3.000 presos con una enfermedad grave no han sido acercados a su casa
Las mismas fuentes consultadas por ECD explican que el traslado del secuestrador de Ortega Lara a una cárcel cerca de su hogar de es una excepción, ya que “en España hay muchísimos presos con una enfermedad muy grave que no son acercados a su residencia de origen”.
En concreto, “de los 60.000 reos que hay en el país, unos 6.000 padecen una grave dolencia, y de ellos ni la mitad han sido o van a ser trasladados en próximas fechas”.
Sólo cuando el enfermo está en fase terminal “se acepta el acercamiento, y no parece que sea el caso de Uribechevarria, ya que le van a tratar”.
